Semanas atrás el gobierno de Brasil habilitó una cuota extra-Mercosur para la importación de trigo sin aranceles por 450.000 toneladas hasta noviembre de este año. Esta nueva cuota se suma a la ya existente de 750.000 toneladas que posee el país sudamericano, cuyas compras se realizan casi exclusivamente a los Estados Unidos.
A partir de la decisión de Brasil, diferentes especialistas del mercado de granos argentino expresaron que la medida pone en “una posición mucho más débil de negociación” a la Argentina al momento de realizar los primeros embarques hacia el país sudamericano y alertaron que si bien el vencimiento del cupo es en noviembre de este año, la idea original era extenderlo hasta 2021, lo que traería aparejado bajas en los precios locales del cultivo.
“La versión de que se podría extender esa cuota mucho más allá de noviembre pone incertidumbre sobre cómo seguirá siendo el comportamiento de nuestro principal socio llegado noviembre”, indicó la consultora PBY Agro en uno de sus últimos informes, en el cual se advierte también que este dato es “una noticia bajista para el mercado de trigo en Argentina, sobre todo en la nueva cosecha”.
Los analistas del mercado de granos coinciden en que lo más complicado no son las 450.000 toneladas, sino la intencionalidad que podría haber de llevarla hasta el año que viene. Si eso sucediera, habría un impacto negativo para la Argentina, porque las principales cargas nacionales se registran en dos etapas: noviembre a febrero y abril/mayo a agosto, lo cual derivaría en una baja de precio en el mercado local, con perjuicio al productor y a las exportaciones.
Es por eso que la preocupación en el mercado de trigo argentino radica en que la industria brasileña propuso que este nuevo cupo se extendiera hasta marzo de 2021, aunque el gobierno de ese país, a instancias de la ministra de Agricultura, Tereza Cristina, decidió que vaya hasta noviembre de este año.
Por otro lado, el vencimiento de este cupo se da en el mismo mes donde Argentina realiza los primeros embarques a Brasil, por lo que “pueden pisarse parte de lo que embarcas vos con una protección del Mercosur y podes llegar a tener que competir con Estados Unidos y Rusia y eso te pone en una posición mucho más débil de negociación”, comentó un operador del mercado de granos a este medio.
En más de una oportunidad se ha manifestado que el trigo cosechado en la última campaña alcanza para abastecer el mercado interno y externo. La cosecha alcanzó los 19,5 millones de toneladas, de las cuales se exportarán 12,5 millones, y a Brasil se enviarán 5,5 millones de toneladas.
Dudas en Brasil
La últimas medida en materia de trigo, fueron tomadas en Brasil por la Secretaría Ejecutiva de la Cámara de Comercio Exterior (Camex) en base a los reclamos y sugerencias de los integrantes de la Asociación Brasileña de la Industria del Trigo (Abitrigo), desde donde se plantearon dudas sobre la capacidad del país vecino de suministrar trigo hasta finales de año.
“Los importadores y expertos que monitorean el mercado dudan que Argentina podrá suministrarnos lo que necesitamos hasta finales de año. Los argentinos han expandido mucho el mercado, han diversificado a otros países. También hubo un aumento de precios y el real se ha devaluado”, aseguró Rubens Barbosa, presidente de Abitrigo, al diario El País.
Por otro lado, la máxima autoridad de Abitrigo, sostuvo: “Si Argentina insiste en que tiene suficiente trigo, no debería preocuparse por la nueva medida. Si los argentinos tienen trigo, deberíamos comprárselo, es la alternativa internacional más barata del mercado. Si no tienen, los molinos brasileños podrán recurrir a ese cupo adicional”.
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