¿Cuánto le costará al mundo la pandemia del Covid19? ¿y a los países en vías de desarrollo como son los de América latina? Esa discusión fue la que desarrolló la London School of Economics y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con diferentes especialistas sobre las políticas para combatir la pandemia en la región.
Con la presencia de economistas de desarrollo global, el BID presentó su informe macroeconómico mundial en donde se pudo observar que que los gobiernos de América Latina y el Caribe están “tomando medidas agresivas para salvar vidas. En cuestión de semanas, las perspectivas macroeconómicas para la región han cambiado drásticamente”.
Tanto es así que según explica la LSE los costos de financiamiento han aumentado, los productos básicos cayeron y las grandes pérdidas de PBI ahora parecen inevitables. Sin embargo, el cierre parcial autoimpuesto de la economía es cualquier cosa menos una recesión normal, y es probable que la gestión anticíclica típica de la demanda, tanto fiscal como monetaria, no sea propicia.
Presentado por la directora de LSE, Dame Minouche Shafik, el panel del BID y LSE discutió el Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe 2020 y su diagnóstico de un entorno rápidamente cambiante y recomendaciones de políticas destinadas a brindar alivio, mantener la estabilidad económica y mantener el núcleo de La economía intacta.
De la charla virtual participaron Eric Parrado Herrera es Economista Jefe y Gerente General del Departamento de Investigación del BID, Victoria Nuguer, investigadora principal en el Departamento de Investigación del BID, Andrew Powell asesos Principal del Departamento de Investigación (RES) del BID, Andrés Velasco decano de la Escuela de Políticas Públicas de la London School of Economics and Political Science y ex ministro de Economía de Chile, Brian Wynter, titular del Banco Central de Jamaica y Gareth Jones Director del Centro de América Latina y el Caribe de LSE.
Aunque buena parte de la presentación estuvo enmarcada en el informe del BID y las opiniones de los oradores respecto de las debilidades estructurales de la región lo que en conjunto plantean muchas incertidumbres. Tanto es así que parte de la solución que se propuso no fue económica sino política.
Según el BID, la economía de Latinoamérica y el Caribe se contraerá entre 1,8% y 5,5% en 2020 debido de la pandemia de COVID-19. En su informe señala que el impacto del nuevo coronavirus como el mayor desafío económico desde la Gran Depresión mundial de 1929. “Nuestra región va a sufrir un shock de proporciones históricas”, dijo el economista jefe del BID, Eric Parrado, cuando se presentó el trabajo.
Parrado se refirió en un momento de la conversación a que “la crisis de la pandemia va a profundizar los problemas, en donde veremos que la distribución de la riqueza empeorará. Necesitamos políticas de consensos, pero no para el corto plazo sino para el mediano plazo. Los países de América latina suelen tener reformas que cuando llega un nuevo gobierno hace reformas de las reformas. Hacen falta instituciones fuertes”.
Frente a este punto, Velasco hizo referencia a la famosa frase del ex presidente Bill Clinton con una modificación: “es la política, estúpido”.
En el trabajo del BID que presentó la London se hace referencia a este aspecto al señalar que “no se sabe sobre todo cuán largo es: cuánto tiempo hasta que emerjan terapias o una vacuna, o hasta que se aprenda sobre las mejores prácticas de control de la pandemia para convivir con un virus de letalidad no conocida”.
A partir de esto es que el trabajo describe “opciones” de políticas para que los países amplíen sus posibilidades para enfrentar los retos económicos de la crisis, con un énfasis en el crecimiento y la equidad. “Estas opciones parten del supuesto que la situación fiscal de la región y su acceso a los mercados de crédito soberano están mucho más restringidos que en crisis anteriores, lo cual obliga a pensar en reformas de políticas más allá de las fiscales para acelerar la recuperación económica. Las opciones son ambiciosas, pero la ambición responde a la necesidad”.
Es en ese contexto en donde Velasco hizo referencia a algo que luego estuvo presente en su exposición en el encuentro de la organización de empresarios cristianos, ACDE -tan presente que fue una después de la otra- y a que los bancos centrales de los países de la región deben “abandonar la prudencia” y volcar recursos a familias y empresas para sostener la economía en el marco de la coronacrisis. Algo que le planteó al presidente del Banco Central de Jamaica
En la ACDE Velasco fue un poco más claro con la idea sostuvo que es necesario que las administraciones “ayuden a las empresas a que sobrevivan, dejar de lado la prudencia financiera y fortalecer los flujos financieros a empresas, sobre todo las pequeñas”.
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