La nueva oferta dada a conocer anoche por el Gobierno, que aumenta sustancialmente el valor presente neto (VPN) y también introduce mejoras en el aspecto legal –para los acreedores de títulos emitidos en 2005 y 2010– no sólo fue bien recibida por el mercado, sino también por el mundo empresario, que espera ansioso una resolución del problema de la deuda desde marzo.
Para el mundo corporativo, que la Argentina dé vuelta la página en esta materia es clave, y mucho más ahora, con los drásticos efectos que dejará la pandemia. “Sin una resolución del problema de la deuda, no podemos pensar en diagramar un plan para recuperar a la Argentina tras el COVID-19″, sintetizó el vicepresidente Pymi de la UIA y dueño de Sinteplast, Miguel Ángel Rodríguez.
“Para nosotros, es un paso fundamental para poder empezar a pensar la pospandemia. Además, nuestros proveedores de insumos van a estar más tranquilos y podremos garantizar la importación para el proceso productivo”, agregó el industrial, en referencia a que muchos se reaseguran con compañías de seguros y ya esas compañías no querían tomar riesgo argentino. Rodríguez consideró que el Gobierno “hizo las cosas como para resolver el tema y daría la impresión de que la oferta es más apetecible para los fondos porque subieron las bolsas y los bonos hoy”.
Desde el sector financiero, el vicepresidente de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba), Jorge Brito, publicó un tuit bien temprano felicitando al ministro de Economía, Martín Guzmán, por la propuesta y se mostró esperanzado en que “alcance un nivel de aceptación óptimo y que el canje sea exitoso”.
El presidente de Adeba, Javier Bolzico, también se expresó. “Esperamos que las partes logren alcanzar un acuerdo y así normalizar la relación de Argentina con sus acreedores. Recuperar y mantener el crédito público, permitiría generar las condiciones necesarias para que el país retome la senda del crecimiento y generación de empleo. Facilitaría, ademas, el necesario acceso del sector privado al mercado de capitales y así expandir las posibilidades de financiamiento de la inversión y el consumo”.
Desde la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham), su CEO, Alejandro Díaz, también se mostró expectante y ansioso con una exitosa reestructuración, aunque al mismo tiempo manifestó dudas sobre los niveles de aceptación que podrá alcanzar el Gobierno por la “gran dispersión” que existe entre los acreedores.
De cualquier manera, el directivo remarcó que hay tres cuestiones que afectarán al mundo privado si el canje sale mal y persiste el default: por un lado, dijo, será muy difícil para las empresas argentinas colocar deuda o acciones en el futuro en el mercado internacional; en segundo lugar, las compañías tendrán dificultades para acceder a financiamiento para exportación; y finalmente, dijo Díaz, las tasas internas de retorno de los proyectos de inversión serán inviables si la Argentina finalmente se queda en cesación de pagos.
“Es muy positivo que se estén acercando posiciones, y esto se ve reflejado rápidamente en las expectativas. Las acciones argentinas en Wall Street ya subieron esta mañana alrededor de un 10% y los bonos emitidos bajo ley internacional también mostraron buena reacción”, consideró el CEO y presidente de la constructora Criba, Santiago Tarasido, quien agregó: “Hay una tendencia a perder dimensión del impacto de estas decisiones en la economía real, que a mi modo de ver es muy grande, más aún en una industria como el real estate o la construcción en la cual la necesidad de inversión es alta y los proyectos son de largo plazo”.
Sin embargo, el empresario remarcó que “el posible acuerdo es una condición necesaria, pero para nada suficiente para que haya reactivación en el sector, que viene muy golpeado hace más de dos años y que necesita ponerse en movimiento rápidamente. Las obras públicas casi sin presupuesto y las privadas siguen paralizadas en AMBA por la pandemia”.
Desde el sector alimenticio, el CEO de Ledesma, Javier Goñi, enfatizó en que “es súper importante que se pueda llegar a un acuerdo”. Según él, el país va “bien encaminado, ya que el Gobierno fue haciendo un ajuste adecuándose bastante a las expectativas”. “Yo soy optimista. Es muy importante que pase esto porque nos va a permitir para adelante acceder a beneficios que va a haber en el mundo tras la pandemia; va a haber posibilidad de financiamiento para la recuperación económica y si un país está en default, no podrá acceder”, precisó el líder de la azucarera.
Otros miembros de la UIA también se mostraron deseosos de que se aclare el panorama financiero para la Argentina. La empresaria autopartista y única mujer en el comité ejecutivo de la entidad, Carolina Castro, afirmó que “es muy importante para el sector real de la economía que la negociación sea exitosa y que el frente financiero se aclare”, ya que “la economía que viene en la nueva normalidad va a requerir que el sector financiero tome más protagonismo para financiar la recuperación”. Según ella, el acuerdo de la deuda es una condición necesaria para eso, aunque no suficiente.
Para el salteño José Urtubey, en tanto, el Gobierno hizo mayores esfuerzos en alcanzar una mejor propuesta y, por ende, la reestructuración “debería poder ser resuelta positivamente en el corto plazo”. “Dos tercios de los insumos que usan las fábricas argentinas para producir provienen del exterior, por lo tanto, requieren que no se corte el financiamiento”, manifestó el vocal de la central fabril.
El coordinador del Foro de Convergencia y director de Swiss Medical, Miguel Blanco, sostuvo que la nueva oferta se acerca a los números que posibilitan un acuerdo,y para el sector privado eso sería una muy buena noticia porque “despeja el riesgo del default y facilita la necesaria renegociación de los pasivos empresarios y el otorgamiento de nuevos préstamos”.
Asimismo, la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), que nuclea a las entidades financieras de capital extranjero, señaló en un comunicado que la nueva propuesta “es muy positiva porque establecerá una estrategia sostenible de la deuda de nuestro país y al mismo tiempo acerca las expectativas de los acreedores. La oferta demuestra que se tuvo en cuenta la visión de los representantes de los bonistas y que, de cerrarse un acuerdo, la Argentina podrá iniciar el necesario camino de la recuperación económica.”
“ABA destaca el esfuerzo del equipo económico a lo largo de la negociación y espera que logre una resolución que permita recuperar el crédito, condición necesaria para la generación de empleo y el crecimiento”, añadió la entidad.
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