La media sanción, en la cámara de Diputados, del proyecto de ley para regular el teletrabajo generó una catarata de reacciones en contra por parte del sector empresario, que advierte que si la iniciativa es finalmente aprobada, en lugar de impulsar el avance de esta modalidad cuando pase la pandemia, contribuirá a desalentarla y a generar una nueva industria del juicio.
Si bien coinciden en que es una modalidad en crecimiento, ya desde antes del Covid-19, y que debe regularse, consideran que la propuesta aprobada en la cámara Baja “busca regular una modalidad del futuro con institutos y formatos del siglo pasado”. Así lo definió, en diálogo con Infobae, Brenda Puig, líder de la Red Profesional de Abogados de Empresas de IDEA. Según la especialista: “hay un trabajador que quiere teletrabajar, un empleador que con la cuarentena se dio cuenta de que no es tan complicado como pensaba, y aparece una ley en el medio que dificulta su implementación”.
Si la iniciativa es finalmente aprobada, en lugar de impulsar el avance de esta modalidad cuando pase la pandemia, contribuirá a desalentarla y a generar una nueva industria del juicio
“Si uno mira el proyecto, busca establecer cuestiones que hacen más a aspectos puntuales de la relación que a consideraciones generales, por lo que, a nuestro entender, terminan entorpeciendo el vínculo. La norma no será pro empleo, sino anti-empleo”, consideró el abogado laboralista y vicepresidente de la UIA, Daniel Funes de Rioja. La entidad, como hicieron muchas otras, le hizo llegar a los legisladores sus consideraciones sobre cada uno de los artículos de la ley, gran parte de los cuales los empresarios consideran perjudiciales para el impulso del teletrabajo.
Para el CEO de la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham), Alejandro Díaz, “el riesgo es que se pretende regular algo que ya funciona bien sin conflicto y por querer meterle intervencionismo y, en algunos casos, confusión, la ley sea autolimitativa”. “Con esta norma, a las pymes se les va a complicar aplicar esta modalidad, ya que fija condiciones que la hacen inviable”, sostuvo.
Los puntos más conflictivos
- Reversibilidad. “El consentimiento prestado por la persona que trabaja en una posición presencial para pasar a la modalidad de teletrabajo, podrá ser revocado por la misma en cualquier momento de la relación”. El artículo 8° también establece que el empleador le deberá ofrecer lugar en las oficinas o en otro sitio cercano al domicilio del trabajador y que si la empresa se niega, el trabajador podrá considerarse despedido.
Para la UIA, debe establecerse con claridad un plazo de antelación dentro del cual comunicar la decisión y dejar expresa constancia de que el mismo derecho asiste al empleador. Además, consideró “irrazonable” la sanción prevista si el empleador no cumpliera con el pedido. “La reversibilidad debe ser bilateral”, coincidió la abogada de IDEA.
- Jornada laboral. El artículo 4° establece que el tiempo de trabajo debe ser pactado previamente por escrito, tanto en lo que respecta a lo convenido por hora como por objetivos y aclara que las plataformas y/o software utilizados por el empleador a los fines específicos del teletrabajo deberán desarrollarse de modo acorde a la jornada laboral establecida, impidiendo la conexión fuera de la misma.
Establecen que se pauten horarios y eso le quita flexibilidad al trabajador; además, no reconoce que puede haber horas extras. Por otro lado, el proyecto plantea la posibilidad unilateral de desconectarse (Miguel Blanco)
Para el sector empresario, este artículo es impracticable. “Establecen que se pauten horarios y eso le quita flexibilidad al trabajador; además, no reconoce que puede haber horas extras. Por otro lado, el proyecto plantea la posibilidad unilateral de desconectarse, además de volver al trabajo presencial si lo desea. Todo eso afecta la organización de una compañía”, afirmó el coordinador del Foro de Convergencia y directivo de Swiss Medital, Miguel Blanco. El empresario agregó que ya desde la empresa venían trabajando con esta modalidad y que “lo que piden los trabajadores es justamente flexibilidad. Lo toman como un beneficio”.
“Lo demanda la gente. Los trabajadores quieren esta modalidad y no vamos a poder tapar el sol con las manos. Sobreprotegiendo y generando mayores regulaciones vamos a complejizar algo que hoy funciona. Si algo que teníamos miedo nosotros es que esto estallara, y hoy todo se está manejando remoto. Más del 60% de dotación de los bancos está trabajando desde la casa feliz y contento. Funciona y funciona bien”, opinó el titular de la Asociación de Bancos de la Argentina (ABA), Claudio Cesario.
- Derecho a la desconexión digital. El artículo 5° del proyecto establece que la persona que trabaja bajo la modalidad de teletrabajo tendrá derecho a no ser contactada y a desconectarse de los dispositivos digitales y/o tecnologías de la información y comunicación, fuera de su jornada laboral y durante los períodos de licencias. No podrá ser sancionada por hacer uso de este derecho y el empleador no podrá exigir a la persona que trabaja la realización de tareas, ni remitirle comunicaciones, por ningún medio, fuera de la jornada laboral.
Este artículo, así como el que le sigue, que hace referencia a las tareas de cuidados y habilita a aquellas personas que tienen menores a cargo, adultos o personas con discapacidad, a disponer horarios compatibles con esos quehaceres e, incluso, interrumpir la jornada laboral, también son considerados inaplicables por el mundo empresario y fueron cuestionados ante los legisladores mediante diversas notas.
Se sugiere suprimir el artículo completo que agrava de manera irrazonable las cargas de adoptar la modalidad remota y desincentiva la contratación de mujeres, jóvenes y en general personal que preste tareas de cuidado (UIA)
Para la UIA, no puede imponerse al empleador el deber de readecuar la jornada de trabajo, máxime en forma general y sin considerar la organización de las operaciones en la empresa. Además, agregó la central fabril en el documento enviado, “se genera una discriminación a favor de quien trabaja en esta modalidad, frente a la persona que trabaja en forma presencial”. “Se sugiere suprimir el artículo completo, en tanto agrava de manera irrazonable las cargas de adoptar esta modalidad y desincentiva la contratación de mujeres, jóvenes y en general personal que preste tareas de cuidado”, agregó la entidad.
El CEO de Amcham coincidió en ese artículo “rompe la equidad”, ya que no tiene que haber diferenciación entre una modalidad y otra. Por otra parte, muchas empresas aplican la modalidad mixta, algunos días en la oficina y otros home office, precisó Díaz. “Está tan mal pensada esta ley que van a lograr que si una empresa tiene que optar entre dos trabajadores, uno que tiene gente a cargo y que tiene complicaciones para organizarse y otro que no, va a priorizar al más fácil”, planteó la abogada de IDEA.
- Los artículos 9° Y 10° se refieren a los elementos de trabajo y a la compensación de gastos. En primer lugar, dice que el empleador debe proporcionar el equipamiento -hardware y software-, las herramientas de trabajo y el soporte necesario para el desempeño de las tareas, y asumir los costos de instalación, mantenimiento y reparación de las mismas, mientras que el segundo hace referencia a la compensación por el gasto adicional en conectividad y servicios que tiene el trabajador por trabajar en su casa.
Si bien algunos empresarios también cuestionan estos puntos, son los artículos que menos preocupan, ya que -aseguran- el tema gastos se puede resolver. “El empresario puede tener menos costos porque reduce metros de oficinas, pero también el trabajador gasta menos en comida, en transporte y en ropa para ir al trabajo”. “Yo no veo que este sea el punto de conflicto de la ley”, afirmó Puig.
El empresario puede tener menos costos porque reduce metros de oficinas, pero también el trabajador gasta menos en comida, en transporte y en ropa para ir al trabajo (Puig)
Desde la Cámara Argentina de Comercio, en tanto, también cuestionaron el proyecto por todas estas razones mencionadas y porque, por otro lado, al Gobierno se le va complicar la fiscalización de los trabajadores que se desempeñen en sus hogares. “Ojo a qué le abren la puerta”, dijo el abogado de la CAC, Esteban Mancuso.
Los empresarios seguirán insistiendo con sus planteos ante los senadores para lograr modificar la iniciativa y que pueda volver a Diputados con cambios. Insisten en que no están evadiendo una regulación, sino que piden “razonabilidad”. De lo contrario, aseguran, muchas empresas dejarán de implementarlo, o directamente no adoptarán la modalidad por los riesgos que contempla. “Esta ley bien implementada federaliza el trabajo, genera mucha inclusión laboral y puede ser una gran herramienta para las pymes. Sería una lástima que por sobre regular, matemos el riesgo”, afirmó la directiva de IDEA.
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