Un “relevamiento sobre la realidad empresaria 2020” realizado por el Ieral de la Fundación Mediterránea halló que desde el inicio de la cuarentena, hace tres meses y medio, apenas 28 % de las empresas consultadas pudieron estuvieron “plenamente activas”, en tanto que poco más de la mitad, el 54%, operó sólo parcialmente y 18% estuvieron, hasta mayo, último mes completo abarcado por la encuesta, “totalmente inactivas”.
El relevamiento abarcó 115 empresas, de las cuales 70% son Micro y Pequeñas y Mediana Empresas (MiPymes) de menos de cien empleados, en tanto el 30% restante son empresas con más de cien empleados. A su vez, del universo de MiPymes relevadas, 84% tiene una antigüedad superior a los diez años, es decir que se trata de empresas ya asentadas en el mercado. Otro 11% tiene una antigüedad de entre 5 y 10 años y sólo 5% (una de cada veinte) tienen menos de cinco años de existencia.
Esa experiencia, sin embargo, no alcanzó para superar del todo las dificultades que fue planteando la cuarentena y sus extensiones. Entre las empresas de menos de cien empleados, sólo 73% pudo pagar completamente los salarios (hasta mayo), en tanto 59% cumplió plenamente con sus proveedores, 58% pagó totalmente los servicios públicos y apenas 33 % (una de cada tres) cumplió con todas las cargas impositivas.
Las más afectadas
A su vez, la proporción de empresas que estuvieron “totalmente inactivas” fue de 23% entre las de menos de cien empleados, contra 6% de las de más de cien empleados, confirmando lo que señalan diversas cámaras y analistas empresarios de que el sector Pyme es claramente el más afectado por la pandemia y la cuarentena y el que registrará una más alta mortandad al cabo de la crisis.
Los porcentajes de cumplimiento en el pago de salarios reflejan una situación parecida; en todos los casos las empresas de más de cien empleados tuvieron porcentajes de cumplimiento superiores, pero aun así registraron porcentajes de incumplimiento llamativos: 32 % pagó solo parcialmente los servicios públicos, 47% pagó nada o sólo parte de los impuestos y 32 % no pudo cumplir completamente con sus proveedores, incluyendo un 3% que no les pagó en absoluto.
El peor escenario
Las firmas que participaron de la encuesta venían de un 2019 en el que una ajustada mayoría (53%) habían mejorado su ritmo de ventas respecto de 2018 y respondieron que las ventas de 2020 configuran “el peor escenario de los últimos diez años” y sólo el 6% (una de cada 16) tiene esperanzas de que sus ventas 2020 superarán las de 2019.
Las ventas 2020 son el peor escenario de los últimos diez años y sólo 6% de las empresas tiene expectativas de que las ventas de este año superen a las de 2019
Estos deprimentes resultados a raíz de la pandemia y las cuarentenas se verificó a pesar de que las MiPymes venían desarrollando sus canales de ventas online y 65% ya vende por esta modalidad. Pero pese ese alto porcentaje de adopción, la proporción de firmas que dijo que se trata de un canal de ventas “poco significativo” (42%) casi dobló al que respondió que era una parte “significativa” de las ventas totales (23%).
Desde que el Ieral realiza esta encuesta, el empleo fue siempre la variable más estable, sin embargo, esta vez 43% de las Pyme consultas dijo que espera una reducción del empleo.
Con todo, la peor variable es la expectativa de rentabilidad, aspecto clave para las decisiones de funcionamiento y continuidad. El 88% de las Pymes respondió que empeorará en 2020. Para el 2021, una ajustada mayoría (53%) de las empresas de más de cien empleados esperan una mejora en la situación general, mientras en las de menos de cien empleados la proporción de optimistas se reduce al 41%. Una de cada seis empresas respondió que “no puede saber cómo será el 2021”.
Seguí leyendo: