Algunos municipios del Gran Buenos Aires comenzaron a implementar restricciones para la venta de productos no esenciales —como ropa, calzado y electrodomésticos— en las grandes cadenas de supermercados. Es el caso de Tres de Febrero, Merlo y Lanús, que respondieron a los pedidos realizados por las cámaras que agrupan a los comerciantes. Desde el miércoles, los locales de indumentaria, jugueterías y otros rubros no esenciales no pueden abrir sus locales, por la vuelta a la fase más estricta de la cuarentena en el AMBA.
En el caso de Tres de Febrero, el intendente Diego Valenzuela resolvió limitar la venta de productos no esenciales en las grandes cadenas. Son los productos que no pueden venderse en los comercios barriales por las restricciones del aislamiento social obligatorio. “Es una medida que busca una equidad comercial en defensa de los comercios de cercanía”, señaló.
Es algo que vemos positivo porque era algo discriminatorio contra un comercio pyme que un hipermercado pudiera vender todo, electrónica, ropa, calzado, bazar y juguetes, y un comercio de barrio no, dicen en CAME
“No puede ser que en un supermercado te puedas comprar una remera, pero no en el comercio de cercanía que tenemos a la vuelta de casa”, explicó. Según destacó Valenzuela, todas las cadenas de supermercados que están en el distrito accedieron a cerrar sus góndolas, entre ellas, Coto, Carrefour, Walmart, Easy y Changomás.
En el municipio de Lanús, explicaron que el objetivo principal de las restricciones es alentar la compra a los pequeños comerciantes de barrio que realicen ventas online o por Whatsapp. A través de una disposición, la medida rige hasta el 17 de julio, fecha en que caduca la nueva fase de aislamiento.
Por eso, se recomendó a los supermercados e hipermercados cerrar góndolas de artículos no esenciales mediante el uso de barreras y carteles. “Esta acción representa un mayor equilibrio, ya que se trata de una medida que contribuye a sostener el desarrollo económico de pequeños comercios, emprendedores y emprendedoras locales”, señalaron en el municipio.
Otro municipio que implementó restricciones es Merlo, según confirmaron a Infobae fuentes de la intendencia. En ese caso, el intendente Gustavo Menéndez también limitó la venta de productos no esenciales en las grandes cadenas. Desde el municipio destacaron que habrá multas para los supermercados que vendan estos productos y, en el caso de seguir vendiendo luego de ser multados, se realizarán clausuras.
En tanto, en el Ministerio de Producción del Gobierno bonaerense destacaron que estas restricciones son decisiones que puede tomar cada municipio con autonomía propia.
“Es algo que vemos positivo porque era algo discriminatorio contra un comercio pyme que un hipermercado pudiera vender todo, electrónica, ropa, calzado, bazar y juguetes, y un comercio de barrio no. La pyme es atendida por sus dueños o personal que vive en cercanía o se traslada por medios propios; tiene muchísima menos circulación que un hipermercado. Pueden adoptar medidas de limpieza y desinfección mucho más estrictas que un gran supermercado donde miles de personas tocan y dejan productos en diversos lugares”, advirtió Pedro Cascales, de la Cámara Argentina de la Mediana Empresa (CAME). Y destacó que la medida permitirá indirectamente que esas ventas se canalicen de manera electrónica a los comercios más pequeños.
“Para los pequeños comercios no está permitido vender ropa, calzado y electrodomésticos, pero las grandes superficies lo siguen vendiendo. La vuelta a fase uno es reciente pero puede haber más municipios que pongan restricciones. Otras zonas de la provincia están en fase 4 y 5 y ahí los comercios pueden competir”, explicó Alberto Kahale, presidente de la Federación Económica de la provincia de Buenos Aires (FEBA).
Sin embardo, desde la Asociación de Supermercado Unidos (ASU), que agrupa a las cadenas, aseguran que la venta de productos no esenciales no es tan significativa en los grandes supermercados e hipermercados. “Hay una sobrerrepresentación del sector. En indumentaria, los hipermercados tienen 1,1% de participación y 0,3% en calzado; en electro no llega al 10%. En época de invierno, ¿un calefactor, un calefón o una campera no son productos esenciales?”, señaló Juan Vasco Martínez, director ejecutivo de ASU.
“Es una cuestión de visibilidad, pero de esta forma también deberían prohibirle a Mercado Libre operar. Si vamos a lo comercial, la venta de productos non-food en los supermercados es parte de la totalidad de la operación. Deberían pedirles a otros canales que respeten los precios máximos como hacen las grandes cadenas”, agregó.
A mediados de junio, la ministra de Gobierno de la provincia de Buenos Aires, Teresa García, salió a respaldar esas iniciativas. “Con el tema de los hipermercados que venden textiles y otros rubros habría que generar una modalidad en la que no se presente competencia”, dijo en declaraciones a Radio Metro.
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