Mientras aumenta la confusión por las negociaciones de la deuda, el dólar resucitó en el primer día de julio. Las obligaciones de pagar sueldos y aguinaldos quedaron atrás por lo tanto disminuyó la oferta de divisas y aumentó la demanda de los dólares alternativos que recuperaron hasta casi 5% de su valor, la mitad de lo que perdieron en junio.
La suba del dólar traccionó a las acciones, uno de los activos elegidos para hacer operaciones de contado con liquidación donde se las triangula con pesos y divisas. El contado con liquidación anotó un alza de $ 3,96 (+3,8%) a $108,10. El dólar Bolsa fue el más demandado y aumentó $4,97 (+4,9%) a $105,50.
Por supuesto, inaugurado el mes se renovó el cupo de compra de USD 200 mensuales para los que tienen cuentas bancarias. La demanda de estos dólares aumentó las operaciones de “puré” y reactivó el mercado libre donde la divisa subió $2 a $128.
El “puré” consiste en vender el dólar que se compró en los bancos a $74,12 -cinco centavos por encima de la rueda anterior- al que se le suma el impuesto solidario y conforma un dólar de $95,55 que, después se vende en el mercado libre con una ganancia de alrededor de $28 por dólar, considerando que al tendero se lo pagan a $123. El valor de $128 es el de venta de los operadores.
En la plaza mayorista, con operaciones por USD 367 millones, el dólar subió 6 centavos a $ 70,52. El Central sigue con su ritmo devaluatorio de 6 centavos diarios durante tres ruedas consecutivas y de 18 centavos en la cuarta rueda, una manera de promediar una devaluación de 0,10% diaria. Esta vez el balance fue negativo porque los exportadores liquidaron una escasa cantidad de dólares y se autorizó la compra de importadores. En el balance, se perdieron USD 20 millones de reservas que quedaron en USD 43.223 millones.
La Bolsa reaccionó, después de tres tropezones consecutivos, de la mano de las operaciones de contado con liquidación y el S&P Merval, el indicador de las acciones líderes que el día anterior perdió poco más de 4%, recuperó 3% pero con operaciones por $ 513 millones, la mitad de negocios de la rueda anterior lo que habla de la endeblez del movimiento.
Pampa Energía (+5,89%) encabezó las alzas seguida de Banco Supervielle (+5,74%) y Transportadora Gas del Sur (+5,52%).
Los bonos estarán a la deriva por la nebulosa en torno a la negociación. La información clave es qué grado de aceptación tendrá la oferta argentina.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda favorable con predominio de alzas. Corporación América se destacó nítidamente con una suba de 11,11%, seguido por Banco Supervielle con 5,48% y Despegar con 5,01%. La noticia de que se retomarán vuelos al exterior favoreció a la aplicación especializada en viajes y turismo.
En la plaza de bonos la situación es volátil porque sigue el fuego cruzado entre el Gobierno y los acreedores que, si bien firmaron contratos de confidencialidad, hacen saber a través de los medios las cartas que supuestamente van a jugar. Es lo más parecido a un partido de truco o póker donde la mentira o el bluff sirven.
Por supuesto, es poco creíble lo que dicen ambas partes. La Argentina amenazó arreglar con una parte de los acreedores e ir a juicio con los que no entren al canje. Uno de los grupos de acreedores más importante respondió que irán a juicio. Ellos también acuden a toda clase de intentos para aproximarse a un bono que tenga un valor cercano a USD 55. La idea es lograr el mejor precio posible porque no piensan mantenerlo en sus carteras sino comenzar a venderlos inmediatamente de terminada la negociación. Son pocos los que creen en la capacidad de pago de la Argentina.
En el medio apareció S&P Global Ratings, la calificadora de riesgo que bajó a “D” la nota de siete bonos bajo ley Nueva York tras vencer el plazo de pago de los bonos Globales por USD 512 millones. “D” es la calificación más baja que contrasta con la máxima que es “AAA”.
Por todo esto, los bonos con legislación argentina, que están atados al resultado de la negociación de los títulos bajo ley extranjera, no tuvieron una buena rueda. El Bonar 2020D, que es el que entra en la negociación perdió 0,61%, mientras el Bonar 2024, cedió 0,53%. Los bonos largos que nacieron en 2005 con el canje de la deuda en la gestión de Néstor Kirchner, no tuvieron mejor suerte y el Discount perdió 0,75% y el Par, 2,23%. El resultado fue un aumento del riesgo país de 19 unidades (+0,8%) que lo llevó otra vez a perforar el techo de 2.500 al quedar en 2.513 puntos básicos.
Para hoy se espera que siga la recuperación de los dólares alternativos y traccione a las acciones. Los bonos estarán a la deriva por la nebulosa en torno a la negociación. La información clave es qué grado de aceptación tendrá la oferta argentina. Si los que están conformes con la propuesta suman una tenencia de bonos de menos de 50%, la negociación será un fracaso que equivaldría a un default cuasi generalizado.
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