En una conferencia organizada por el Foro Argentino de Reflexión y Orientación (FARO), Domingo Cavallo, ex ministro de Economía y mentor de la convertibilidad durante el primer gobierno de Carlos Menem, advirtió por el exceso de emisión monetaria que lleva a cabo el gobierno para paliar la crisis en medio de la pandemia de coronavirus y en ese sentido, remarcó: “Si después del sinceramiento de precios no hay un plan de estabilización y crecimiento, y el Gobierno no recrea la confianza, puede haber un descontrol inflacionario”.
En ese marco, el economista propuso encarar un nuevo plan de convertibilidad y advirtió que si el Gobierno no encara una reforma bien diseñada el país seguirá en estado de estanflación, por al menos cuatro años más.
Al referirse a la fuerte inyección de pesos que aplicó la gestión del presidente Alberto Fernández con el objetivo de sostener la actividad económica que resultó paralizada por el aislamiento social, Cavallo sostuvo que “va a tener que haber ajuste de precios. Un sinceramiento que va a significar una devaluación y el ajuste de muchos precios que habrán quedado atrasados”.
El exfuncionario destacó que dicha situación “va a poner de manifiesto en una inflación mucho más alta” y alertó que “el gran peligro de ese sinceramiento es lo que viene después”.
Va a tener que haber ajuste de precios. Un sinceramiento que va a significar una devaluación y el ajuste de muchos precios que habrán quedado atrasados (Domingo Cavallo).
Para Cavallo podrían venir cuatro años más de una fuerte estanflación. Consultado sobre qué mecanismos podría implementar el Gobierno para absorber los pesos que inyectó en la economía, dijo que se tendrían que pagar tasas de interés atractivas para los plazos fijos y los bonos indexados por inflación. “Pero todo eso es incompatible con la idea de conseguir tasas de interés bajas. Eso significa dificultarle el acceso al crédito al sector privado. No hay una forma sencilla de absorber los pesos de la emisión monetaria”, consideró.
En otro orden, sostuvo que la Argentina va a tener una moneda que “va a ser papel pintado y que no es convertible” y añadió que para tener un buen sistema monetario con una moneda sana hay que pensar en una definición de la organización de la economía. Y después anunciar un plan económico de estabilización, crear confianza y poner en marcha una reforma monetaria.
Con respecto a la negociación que lleva a cabo el ministro de Economía, Martín Guzmán, con los acreedores internacionales por la reestructuración de la deuda pública, indicó: “Aun llegando a una restructuración de la deuda, no creo que nos compren bonos con tasas de entre 4 y 5%. Por lo tanto no vamos a poder endeudarnos por más que haya inversores dispuestos a comprar bonos. Van a pedir tasas de 10% y así se acumula nuevamente una deuda impagable”.
Cavallo manifestó su deseo de que la negociación llegue a buen puerto y se logre un acuerdo, aunque opinó que “el tiempo que se han tomado tiene que ver con un enfoque equivocado”.
Martín Guzmán es una persona con credenciales académicas que lamentablemente considera adecuada la actitud que tiene (el premio Nobel de Economía) Joseph Stiglitz, lo que obviamente no conduce a la creación de confianza (Domingo Cavallo).
“Resolver la deuda tiene sentido para recrear el crédito y vuelvan a confiar en Argentina. Para que el país tenga acceso a financiamiento en condiciones normales como tienen los países del resto del mundo. Es importante para que haya crédito tanto en pesos como en dólares en Argentina también. Con tasas del 3 al 5%”, planteó.
Según el ex ministro de Economía, si la Argentina no es capaz de recrear el crédito externo e interno a tasas razonables de interés, es imposible que se produzca un aumento de la inversión.
“No solo se necesita crédito sino también confianza para que haya capitales argentinos y extranjeros dispuestos a financiar actividades económicas en Argentina. Todo eso requiere confianza”, planteó en la videoconferencia organizada por FARO.
En tanto, se refirió a Guzmán como “una persona con credenciales académicas que lamentablemente considera adecuada la actitud que tiene (el premio Nobel de Economía) Joseph Stiglitz que obviamente no conduce a la creación de confianza”.
“Ahora la negociación está trabada con una cuestión que tiene que ver con una clausula legal relacionada a futuras reestructuraciones de la deuda. Los tenedores de los primeros bonos reestructurados no quieren aceptar nuevas condiciones”, aseguró.
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