Unas 240.000 empresas ya se anotaron en el Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP), etapa 3, para que el Estado las ayude a pagar parte de los salarios de sus 2,3 millones de trabajadores. Estos datos trascendieron luego del encuentro de gabinete económico realizado este miércoles por la mañana, en la quinta de Olivos, y de la que participó, por primera vez, el presidente Alberto Fernández.
Es un número bastante similar al de los meses anteriores, que incluso podría crecer un poco debido a que las compañías tienen tiempo para anotarse hasta este viernes 3 de julio. Fuentes oficiales aseguraron que “están sujetos a la aprobación de los criterios sectoriales y de facturación”. Los empleados que cobraron parte de su salario del Estado en abril ascendieron a 2,3 millones, número que en mayo se redujo a 2 millones.
En esta tercera etapa, el ATP fue modificado para las zonas donde rige el distanciamiento social preventivo y obligatorio (DISPO), ya que en esos casos, la ayuda se redujo a un máximo de un salario mínimo vital y móvil ($16.875). Sólo se mantuvo en hasta dos salarios mínimos ($33.750) para las zonas donde aún rige el aislamiento (ASPO), como son AMBA y Resistencia, y para los sectores críticos en cualquier lugar del país.
Además, se redujo el salario máximo para poder pedir la ayuda, de $250.000 a $120.000 brutos. Y se incluyó una nueva condición para acceder al programa: las empresas no podrán aumentar los honorarios de sus directores por 12 meses.
Participaron hoy de la reunión con el Presidente el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, la vicejefa de Gabinete, Cecilia Todesca Bocco; los ministros de Economía, Martín Guzmán; de Trabajo, Claudio Moroni; y de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, además de los titulares del Banco Central, Miguel Pesce; y de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont.
El equipo económico también trabajó en la prórroga por 60 días de precios máximos “con acomodamientos lógicos que tienen que ver con costos de materias primas”, precisaron las fuentes. De esta manera, reconocieron lo que también les prometieron a los empresarios de la alimentación y del sector de cosmética y limpieza: que habría ajustes de algunos productos puntuales cuyos costos justifiquen esos aumentos.
Desde la Rosada, también afirmaron que se hizo una evaluación y rediseño de las herramientas de sostén económico y social en la agenda poscuarentena posterior a este período de aislamiento y que se abordaron particularmente datos de los sectores críticos que ven su nivel de actividad muy afectado, como el turismo, el rubro de entretenimiento y las industrias culturales. Además, se comenzaron a definir herramientas flexibles que permitan atender las heterogeneidades que se presentan según el sector, el tamaño de la empresa, como la actividad específica, dijeron las fuentes.
El monto de la ayuda oficial se redujo a un salario mínimo pero se mantuvo en dos salarios mínimos ($33.750) para las zonas donde aún rige el aislamiento (ASPO), como el AMBA y Resistencia, y para los sectores críticos en cualquier lugar del país.
También se discutió el proyecto de la moratoria integral que prepara la AFIP, “diseñado con el objetivo de que las empresas de todos los los tamaños puedan empezar a producir, cuidando el empleo”. “Entendiendo las consecuencias de la pandemia, esta herramienta es fundamental para que las empresas y los comerciantes puedan continuar sus emprendimientos productivos”, afirmaron en el Gobierno.
Por otra parte, los ministros también abordaron las distintas líneas de crédito que tienen en estudio para que las empresas puedan tener acceso a capital de trabajo y retomar los niveles de producción a medida que la demanda se vaya recuperando.
Finalmente, “se analizaron las transferencias y ayudas giradas a las provincias debido a que los niveles de recaudación, tanto de las provincias como de la Nación, fueron muy afectados por la pandemia”. En este sentido, se están analizando medidas de transición hasta que puedan recuperarse la producción y el consumo.
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