Alberto Fernández y Martín Guzmán protagonizaron ayer un extenso cónclave en la quinta de Olivos para definir la estrategia del Gobierno en una semana clave para la reestructuración de 66.000 millones de dólares de deuda externa. “No hay más plata, se acabó”, ratificó el Presidente a su ministro de Economía cuando revisaron las cláusulas financieras que serán clave en la nueva oferta oficial que pronto se registrará en la Comisión de Bolsa y Valores de los Estados Unidos (SEC).
La definición de Alberto Fernández es una respuesta directa al poderoso fondo BlackRock, que accede sin mayores dilaciones al Departamento del Tesoro y al Salón Oval de la Casa Blanca. El Presidente está dispuesto a buscar un acuerdo con BlackRock y sus aliados en los grupos Ad Hoc y Exchanges, pero tiene una sola condición: el deal no puede quebrar las previsiones financieras que ya calculó Guzmán al tiempo de modelizar las dos ofertas que presentará ante la SEC.
BlackRock, a través de un calificado vocero que tiene al español como lengua materna, explicó a Infobae que “la negociación está knockout”, que iniciaron “los estudios legales para una eventual demanda por default” contra Argentina, que les “gustaría hablar con Alberto (Fernández) para encontrar una solución” y que “las diferencias son mínimas y se pueden resolver”.
Los acreedores privados de la Argentina están agrupados en tres bloques diferentes. Ad Hoc que lideran BlackRock, Fidelity y Ashmore; Exchanges que conduce Monarch, y ACC que reúne Fintech, Gramercy y Greylock, entre otros fondos de inversión. Guzmán cuenta con una alicuota de ACC -protagonizada por Fintech-, y ciertos bonistas con determinada autonomía que integran Ad Hoc y Exchanges, los dos grupos de acreedores privados más reticentes a cerrar un deal con la administración peronista.
En la Casa Rosada informaron anoche que se presentarán dos ofertas distintas que tienen un común denominador: el pago de los intereses devengados del capital. Entre cada propuesta habrá una diferencia aproximada de tres dólares en la ecuación final del Valor Presente Neto (VPN). Y esa diferencia radica en la decisión del acreedor privado respecto al momento de aceptar la oferta del gobierno argentino y adherir al canje de los títulos soberanos.
Si el bonista ingresa cuando Guzmán inscribe la oferta en la SEC y hasta un plazo determinado que fijará el Palacio de hacienda, la propuesta oficial de máxima contemplará un VPN cercano a los 53 dólares. Ese Valor Presente Neto del futuro bono canjeado, se apalancará en los intereses devengados del capital hasta el 31 de julio de 2020.
En cambio, si el acreedor privado decide esperar y no ingresa en los plazos especiales marcados por Guzmán, el VPN de su bono canjeado será cercano a los 49.90 dólares. Ese Valor Presente Neto se construirá sobre los intereses devengados del capital hasta el 22 de abril de 2020.
El titular del Palacio de Hacienda apuesta a su oferta reforzada para lograr una importante adhesión de bonistas que integran los tres grupos de acreedores. Guzmán sabe que -por ahora- no cuenta con BlackRock, Ashmore, Autonomy Capital y determinados fondos de inversión del Comité de Acreedores Argentinos (ACC), y jugará fuerte para sumar fondos que podrían seguir la decisión asumida por Fintech y sus aliados de Wall Street.
En las últimas horas, el banco UBS remitió a los acreedores privados una sucesión de cláusulas financieras que formarán parte de las dos ofertas que presentará el Gobierno ante la SEC. Esas cláusulas, que complementan la decisión de aumentar el VPN a través del pago de los intereses devengados del capital, preven lo siguiente:
1. Se adelanta el pago de los cupones y se mantienen los porcentajes de los intereses de la última oferta.
2 - No se aceptará incluir los beneficios legales de las Cláusulas de Acción Colectiva (CAC) de los bonos 2005 en los nuevos títulos que se canjearán en esta nueva negociación de la deuda externa.
3 - El Gobierno se preserva la posibilidad legal de utilizar la re-asignación de los títulos -método PAC-MAN- para lograr las mayorías necesarias en las CAC´s.
4 - No habrá Value Recovery Instruments (VRI) que estaba atado a las exportaciones o al crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI).
Alberto Fernández y Guzmán dieron la orden Nessun Dorma a todos los funcionarios del Estado Nacional que deben preparar la oferta oficial que se registrará en la SEC. Se trata de un tarea intensa, técnica y burocrática, que el Presidente y su ministro de Economía revisarán antes que vuele hacia New York.
Si no sucede un milagro en el Palacio de Hacienda, la nueva propuesta de reestructuración de la deuda externa será publicada en el Boletín Oficial cuando se acerque un nuevo aniversario de la Declaración de Independencia de la Argentina.
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