El Gobierno presentará entre pasado mañana y el viernes la nueva oferta a los bonistas ante la comisión de valores de Estados Unidos (SEC).
Así lo indicaron a Infobae calificadas fuentes oficiales, que precisaron que la propuesta incluirá un adelanto en la fecha de pago de los intereses, para mejorar su valor y acercarlo a lo que pretenden los acreedores.
“Esta semana se hace la presentación ante la SEC y el 24 de julio se termina el proceso”, expresó la fuente.
La intención es que el canje dure tres semanas y se cierre antes de que expire el período de gracia de 30 días, luego de los vencimientos de esta semana del bono Century y el Discount, que no se pagarán. De este modo, se evitaría un nuevo default.
Para terminar de cerrar esta propuesta, el representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI) y uno de los arquitectos de la negociación, Sergio Chodos, viajó al país desde Washington.
La mejora que piensa Economía está más puesta en adelantar el pago de cupones (y eventualmente del capital) que en el instrumento de recuperación de valor (VRI), a menos que el mecanismo sea suficientemente valorado por el mercado, algo que no parece ocurrir. “Si ellos lo valoran a 1 y nosotros a 5, no tiene sentido incluirlo”, expresó la fuente.
Otro incentivo será la “alocación temprana”, es decir, quienes entren primero podrán elegir los bonos más atractivos, de modo tal de generar un efecto contagio para que ingresen más bonistas al canje.
Como indicó Infobae, el Gobierno asegura que esta será la última oferta que podrán aceptar los bonistas, aunque no esté asegurada la participación de la mayoría de los acreedores.
“Si la participación está arriba de los umbrales mínimos, es bueno para todos; si no, deberán esperar bastante tiempo para cobrar”, expresó la fuente.
Y, si quedan como holdouts, advirtió, “no deberían esperar obtener lo mismo que el juez Thomas Griesa le dio a los fondos buitre en 2014; bombas nucleares se lanzan muy pocas veces y aquella fue una, que ahora no se va a repetir”, dijo el funcionario, en relación al fallo favorable que lograron los acreedores.
En este sentido, el funcionario descartó los pedidos del comité Ad Hoc de reforzar el status legal de los bonos del 2016 y equipararlo a los del 2005, porque “esa es una propuesta que se hace para no ser aceptada”.
“Los bonos van a tener la cobertura legal necesaria: una cláusula RUFO, el umbral mínimo y los instrumentos de liquidez de la oferta”, detalló.
El pedido de BlackRock y otros se toma en el Gobierno como “una provocación para sacar la discusión del eje por el que debe transitar”.
De todos modos, en Economía no descartan que el fondo de Larry Fink se sume en algún momento al canje, una vez que la operación esté lanzada. “Si está en el mercado, se pueden sumar”, afirmó.
El equipo económico no teme que la negativa de BlackRock pueda llevar a los demás a no sumarse tampoco. “Va a haber algunos fondos en cada uno de los dos comités, el Ad Hoc y el Exchange, que se van a sumar, y otros no. Y la tarea de UBS es muy buena para que se sume todo el comité de Fintech, Greylock, Gramercy y Humes”, explicó.
El equipo económico quiere evitar que se profundice el default, pero no teme a la amenaza de aceleración de la deuda. Al respecto, afirma que, si se materializara, tendría un efecto menor y no afectaría la reestructuración.
Mientras tanto, en el mercado continúan las especulaciones sobre quiénes se sumarían al canje. Se da casi por descontado que lo hará el comité de Fintech (que tiene pocos bonos) y que los Exchange BondHolders están más cerca que BlackRock de la oferta oficial, pero no está claro si jugará una partida solo, cuando hasta ahora coordinaron sus movimientos.
Para sumar a los que no están en ninguno de estos tres comités, el Gobierno confía en que los bancos colocadores, Bank of America y HSBC, sumen materia crítica. “Ahora se tienen que poner los pantalones cortos y salir a jugar para que se vea cuál es su efectividad”, dijo la fuente, con evidente nostalgia de la falta de fútbol en estas latitudes.
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