La Federación de Cámaras y Centros Comerciales de la República Argentina (Fedecámaras) advirtió en un comunicado que la vuelta a “fase uno” de la cuarentena significará que unos 350.000 negocios del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) deberán volver a cerrar, al menos temporalmente, y que 100.000 podrían hacerlo de modo definitivo.
“Es el tiro de gracia a la actividad comercial”, dijo el titular de la entidad, Rubén Manusovich. “Es un error cerrar los negocios de barrio y los que están sobre avenidas y galerías; tiene que existir un punto intermedio, un protocolo estricto, tomar la temperatura, exigir el tapabocas, limitar las personas en las puertas de los locales, pero no clausurar la actividad, advirtió.
En contra del argumento de “reducir la circulación”, Manusovich señaló que el comercio de cercanía impide que haya aglomeración de gente en los hipermercados y a las cadenas comerciales. “Hay una situación de angustia y desesperación, muchos comerciantes, cuando los habilitaron compraron mercadería y ahora no la puede vender, se van a fundir”, explicó.
“Respetamos a los epidemiólogos, pero ellos no pueden manejar la economía del país, el sector productivo y comercial de las Pymes, tiene que ser escuchado, no ser un mero espectador de este quebranto generalizado, nos dicen que es cuarentena o muerte, pero lo que nos mata es la cuarentena”, insistió Manusovich.
CABA
En tanto, el gobierno porteño definirá entre el lunes y el martes el exacto alcance de las medidas para aliviar el regreso a “fase uno” de las medidas de “Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio”, por el que volverán a restringirse actividades comerciales que se habían ido habilitando a lo largo de las sucesivas extensiones de la cuarentena pero que ahora volverán a cerrarse.
El propio ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad recordó que “a partir de las 0 horas del miércoles 1º de julio, sólo podrán funcionar aquellos comercios esenciales que son los que estaban habilitados en el primer decreto del aislamiento social, preventivo y obligatorio del 20 de marzo; y también los bancos”, aunque a su vez aclaró que “continuarán las modalidades de delivery y de retiro de comida en los locales gastronómicos para aliviar el impacto en algunos comercios”.
En la Ciudad de Buenos Aires, que junto a 40 Municipios del Gran Buenos Aires integra el AMBA, hay entre 130.000 y 150.000 locales comerciales habilitados, estimó el director de Focus Market, Damián di Pace, quien precisó que de ese total aproximadamente 50.000 son mercados y supermercados, ferreterías, Farmacias y locales de Veterinaria, que podrán seguir funcionando.
Con los pases sucesivos a fases dos y tres, muchos locales fueron reiniciando, aunque en modo limitado, sus actividades. De todas maneras, la Federación Económica de Buenos Aires (Fecoba) ya señaló que 18.000 locales ya cerraron definitivamente. Además, anticipó que con el regreso a “fase uno”, otros 10.000 locales también cerrarán definitivamente.
En la ciudad, además de los establecimiento estrictamente comerciales hay muchos otros locales de prestación de servicios, muchos de los cuales no pudieron en ningún momento, después del 20 de marzo, retomar a sus actividades: inmobiliarias, gimnasios, peluquerías, centros de estética.
Además, señaló di Pace, hay muchas actividades comerciales, profesionales o de servicios que para una persona se pueden volver “esenciales” en cualquier momento: una óptica, un kinesiólogo, un taller mecánico (cuya actividad queda limitada a la reparación de vehículos vinculados a “actividades esenciales)”. Incluso un local o librería de informática, señaló, se vuelve esencial en una etapa de profundización de teletrabajo, si alguien necesita un producto, repuesto o servicio determinado.
Mientras define el exacto alcance de las medidas para permitir que algunas actividades puedan mantenerse mínimamente activas, el ministerio de Desarrollo Económico de la Ciudad dijo que “el Gobierno nacional dará apoyo para acompañar a los comerciantes en esta situación y se complementará con medidas desde la Ciudad, que se irán detallando en los próximos días”.
Fedecámaras, le envió al presidente de la Nación, al Gabinete y a la Cámara de Diputados y Senadores un “plan de salvataje” de comerciantes y empresarios Pyme, mediante la creación de un “Ingreso Productivo de Emergencia”, al margen de los créditos anunciados a raíz del coronavirus. “De lo contrario en julio más de 100.000 pequeños comercios y empresas van a desaparecer, sin poder trabajar no se pueden pagar alquileres, tarifas, sueldos y menos aguinaldo”, advirtió Manusovich.
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