En medio de la crisis sin precedentes que generó el COVID-19, con el impacto que tuvo en la mayoría de las actividades económicas, el Gobierno reeditó el concepto de “mesas sectoriales”, ya vigentes durante la gestión de Mauricio Macri, y elaboró un plan que tendrá como finalidad la implementación de políticas activas que ayuden a las distintas industrias a sobrevivir tras la pandemia.
La estrategia, que lleva adelante el Ministerio de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a través de la Secretaría de Industria, fue elegir los 12 sectores, a su juicio, más críticos y comenzar a habilitar un intercambio con sus referentes, de manera virtual, que tengan como objetivo último la disposición de medidas específicas para las necesidades de cada uno.
El encuentro inaugural se hizo el 6 de junio y hasta el momento hubo una tanda de encuentros. Durante julio se hará la segunda, posiblemente con alguna definición por parte del Gobierno, que está trabajando ya en un plan integral para motorizar el consumo y la producción durante la pos pandemia, aseguraron fuentes oficiales.
Los sectores elegidos en esta primera etapa son los siguientes: equipamiento médico e insumos; químicos; industrias culturales; textil, indumentaria y calzado; foresto-industria y papel; metalmecánica (bienes de capital e intermedios); motos y bicicletas; muebles y juguetes; electrónica y aparatos domésticos; materiales para la construcción y equipamiento médico y laboratorios. En una segunda instancia, el Gobierno avanzará con las mesas de alimentos diferenciados y logística y transporte.
“Las mesas sectoriales son un espacio permanente de articulación publico-privada destinado a consensuar las estrategias de desarrollo y mejoras de competitividad de cada sector. Hoy la coyuntura impuesta por la pandemia nos obliga a trabajar sobre la urgencia y la nueva normalidad”, aseguró a este diario el secretario de Industria, Ariel Schale. Y agregó: “Estos 12 sectores son similares en cuanto a dinamismo y a problemáticas o coyunturas que fueron afectadas por la pandemia, pero también pueden aportar a la salida de la crisis”.
Para el Gobierno, el tipo de acciones más apropiadas se desprende de las características de cada actividad. De ahí que mencionan la necesidad de implementar:
- Políticas excepcionales de emergencia en los casos donde el empleo sea numeroso, vulnerable (en cuanto a los niveles de informalidad e ingresos) y con fuerte presencia pyme;
- Políticas de demanda, si cumple con las condiciones anteriores y además tiene diversidad de eslabonamientos y contenido nacional de la producción;
- Políticas federales, cuando el rubro tiene relevancia regional y se encuentran en provincias con mayores índices de pobreza; y
- Políticas de oferta, si la actividad tiene inserción externa, contenido nacional de la producción, densidad tecnológica e importancia en el tejido productivo.
Para cada sector, la cartera productiva determinó, de forma preliminar, qué tipo de políticas podrían hacerle falta. Pero se nutrirá de las devoluciones que cada industria le realizó por escrito luego del primer encuentro virtual.
“Queremos ver cómo salimos y de qué manera. Pero antes tenemos que establecer un piso que hoy no podemos tener porque no sabemos cuántos van a quedar en el camino. Luego, la idea es desarrollar un programa de desarrollo futuro”, dijo a Infobae el vicepresidente de la Federación Argentina de la Industria de la Madera y Afines (Faima), Pedro Reyna.
Antes tenemos que establecer un piso que hoy no podemos tener porque no sabemos cuántos van a quedar en el camino. Luego, la idea es desarrollar un programa de desarrollo (Pedro Reyna)
Según explicó el directivo fabril, que participa de la mesa de muebles y también de la foresto-industrial: “en el primer caso se le planteó la necesidad de continuar con el plan Ahora 12 -el ministro Matías Kulfas adelantó que se lanzarán beneficios adicionales en breve-; que se incorporen las viviendas equipadas dentro de las líneas de crédito hipotecarias; que la importación de insumos no tenga trabas y que el programa oficial para ayudar con el pago de salarios continúe. El 45% del consumo de muebles de todo el país está en el AMBA. Ninguno está trabajando a full, salvo los que fabrican colchones y los del rubro de tapicería”..
En el caso del sector de juguetes, en tanto, los reclamos fueron desde la reducción de los aranceles de importación de materias primas plásticas; impulsar el Compre Nacional para dotar a ludotecas, escuelas, salas de salud y espacios públicos con juguetes argentinos; mayor prefinanciación, financiación y post-financiación de exportaciones; eliminación de los derechos de exportación, y cobro automático de los reintegros, entre otras.
“El sector venía recuperándose, después del 2018 y 2019 que fueron muy malos. Pero esta coyuntura está complicando mucho. Lo llamativo es que estamos teniendo demanda porque están cayendo las importaciones y el contrabando, pero tenemos las limitaciones del coronavirus”, contó el presidente de la Cámara del Juguete (CAIJ), Emanuel Poletto, quien manifestó preocupación por la cercanía del Día del Niño, que representa más de la mitad de las ventas anuales del sector.
Según el Gobierno, para estos dos sectores deberían implementarse políticas de emergencia y de demanda para sostener el empleo y reactivar el consumo.
Para los rubros textil y calzado, además de las medidas de emergencia, deberán tomarse medidas para sostener las pymes y reactivar el consumo. El sector había propuesto medidas desde dos ángulos: para aumentar la oferta, financiamiento para capital de trabajo, ya que con la crisis del COVID-19, las empresas no pudieron vender la ropa y el calzado de invierno y no tienen ahora fondos para producir el verano.
Por ende, aseguran, cuando la demanda comience a reactivarse no alcanzarán los productos y habrá tensiones en los precios. A su vez, para incentivar la demanda habían propuesto la prórroga del Ahora 12 pero con más cuotas, menos tasa y la posibilidad de que los consumidores tengan tres meses de gracia si compran con este programa. “Estamos pidiendo un año y medio de recuperación para luego pasar a un año y medio de normalidad”, había dicho a este medio días atrás el presidente de la Cámara de la Indumentaria, Claudio Drescher.
Para el sector de metalmecánica, el Gobierno considera que deberían abordarse políticas de oferta y demanda para sostener el tejido productivo y reactivar la inversión. Según datos de la Asociación de Industriales Metalúrgicos (Adimra), el 45% de las empresas tiene un nivel de producción 50% o inferior al previo a la cuarentena, y el 18% no está produciendo, especialmente en AMBA. A su vez, el nivel de producción es similar al que existía a comienzos de 2003.
¿Qué pide este sector?. En primer lugar, conformar una mesa de trabajo con los principales Ministerios demandantes (Salud, Transporte, Defensa, Infraestructura) sobre las proyecciones de compras para los próximos tres años; desarrollar proveedores en la industria de petróleo y gas, renovables y nuclear; avanzar con la incorporación de licencias no automáticas en aquellos casos donde hay producción nacional; financiamiento· para renovación de equipos; impulsar una agenda de leasing en compras locales, entre otras.
“Tuvimos tres reuniones y le mandamos nuestra propuesta de necesidad al Gobierno, que es total. Llegamos a pandemia con una reducción casi a la mitad de lo que era el sector en los últimos cuatro años y vamos a tener una pérdida del 50% adicional. El sector se está reduciendo a la mínima expresión, con librerías que están cerrando y editoriales muy cerca de hacerlo”, aseguró el presidente de la Cámara Argentina del Libro (CAL), Martín Gremmelspacher.
En la mesa de Industrias Culturales, le pidieron al Gobierno relanzar el plan Ahora 3 y 6 sin costo financiero; avanzar con un plan de créditos fuera del sistema bancario
Desde la cámara, que integra la mesa de Industrias Culturales, le pidieron al Gobierno relanzar el plan Ahora 3 y 6 sin costo financiero; avanzar con un plan de créditos fuera del sistema bancario -ya que muy pocas editoriales pudieron acceder a la línea al 24%-; extender el ATP por seis meses y que se cubra el 100% de los salarios; y un plan de salvataje a la oferta, con una inyección de $2.000 millones en forma de subsidio al sector para que pueda subsistir durante los próximos meses de escasa venta. Además, pidieron una compra estatal de 10 millones de ejemplares para niños y docentes.
Como los mencionados, todos los sectores presentaron sus demandas y esperan la próxima ronda de encuentros, prevista para julio, para recibir las respuestas por parte del Gobierno. Parte de las medidas son compartidas por todos los sectores y seguramente sean parte del plan integral que preparan las autoridades para la pos pandemia; otras serán específicas para cada cadena fabril.
Seguí leyendo: