El economista Carlos Melconian afirmó hoy que, más allá de un rebote estadístico, la situación económica argentina “no va a tener una salida para bien” y criticó con dureza tanto la falta de planificación para salir de la cuarentena rigurosa como la demora en cerrar el problema de la deuda.
En declaraciones a radio Mitre, el ex presidente del Banco Nación consideró que la gestión “está toda atada con alambre” y que el país deberá enfrentar “una piña muy fuerte” por la crisis global y la situación local.
A continuación, sus principales definiciones
1.- El día después. “El tipo de pregunta que se abre es no sólo cómo salís de la crisis sanitaria, sino cómo vas a manejar el palazo del nivel de actividad y las empresas, el tema de la deuda, el déficit fiscal, la emisión, qué pasará con la inflación y el tipo de cambio. Esas preguntas no están en el resto del mundo, donde se está pensando cómo sigue la nueva normalidad y si la deuda o la inflación en 2022 o 2023 tienen alguna modificación. Nosotros acá estamos con el culo en la mano con el resto de la salida”
2.- La negociación de la deuda. “El dilema más grande es que la Argentina lleva 7 meses en una negociación de la deuda y el resto de Latinoamérica, coloca deuda al 2,5% anual para paliar la pandemia. Entonces estamos en una nube de pedo acá, porque estamos viendo el segundo decimal después de siete meses”.
3.- La situación bonaerense. “Un territorio que te ocupa el 40% del PBI, más allá de cómo se mida la pobreza por ingreso, es que no ha tenido políticas públicas, no se cuidó la salud. ¿Nos vamos a desayunar ahora, después de 40 años, que tenemos un quilombo en la provincia de Buenos Aires?”
4.- Cómo se llegó a la pandemia. “Veníamos atados con alambre. Nunca nadie le dio pelota a la estabilidad macro, a tener un mercado de deuda, a tener un canuto. Tenemos un nivel de gasto equivalente a la década del 2000, pero sin la soja, los fondos de pensión y sin Chávez que compraba los bonos”.
5.- La recesión. “Está clarito que en el mejor de los casos vamos a rebote estadístico. Argentina no va a tener una salida violenta para bien de todo esto, tuvimos caída equivalentes en la hiperinflación y el corralito. Y salimos con el cambio de régimen absoluto de Menem y la década fenomenal post Remes Lenicov que le tocó a la región”.
6.- Las últimas decisiones del Gobierno. “Primero, recuperemos el sentido común de la política. Terminemos con los Vicentin, con los Sancor. Segundo, vayamos percibiendo qué pasa con los rebotes estadísticos en el nivel de actividad. Terminemos con los intentos de expropiación, cerremos la negociación de la deuda y empecemos un país mejor”.
7.- Qué faltó planificar. “Lo que faltó acá, lo que a mí me hubiera gustado hacer si hubiera estado en la cabecera de esa mesa es ver cómo podemos salir de lo riguroso a ir aflojando en donde corresponda, sin capricho, sin la pelotudez del running”.
8.- Los costos para el Gobierno. “A la salida de esto preocupémonos por el dólar, la inflación, la salida del PBI, vayamos derechito al FMI que va a ser otro sapo que vas a tener que tragar, pero empecemos a pensar como alguna vez, te agarra con algún canuto, con alguna posibilidad de acceder al mercado de deuda, no para gasto corriente, sino para enfrentar un evento como este”.
9.- La emisión monetaria. “Habrá que ver cómo sigue la política fiscal, ya no a mansalva, sino focalizarla para no emitir al infinito. Y ver cómo la evacuás (esa emisión). Alguien debe mirar cómo esto no vuele por el aire. Tiene que venir una gestión mucho más fina. En los niveles de emisión previos, no podés seguir”.
10.- Los planes sociales. “La competencia populista entre partidos políticos o tipos que quieren ser presidentes, tiene que terminar (...). Es una vergüenza que 20 millones de personas reciban ayuda del Estado. No podés presentar un paper que dice que el 89% vive del Estado. Lo que el líder debe decir que el orgullo es que la gente tiene laburo. Te dan un plan por un lado y te rompen el culo por el otro”.
11.- El gabinete de ministros de Macri y Fernández. ”Rodearte de gente de peso es central. El presidente es el que manda, pero los tipos de peso se hacen escuchar, porque si te rodeas de alcahuetes, está mal”.
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