La Bolsa de Buenos Aires operó con pérdidas este miércoles, en línea con la tendencia de las plazas externas ante señales de una aceleración en los casos de coronavirus que pone en dudas la recuperación económica, en momentos en que la Argentina negocia una millonaria reestructuración de deuda en moneda extranjera.
Los índices de Wall Street se desplomaron más de 2%. con un Dow Jones que resignó más de 700 enteros (-2,7%), hacia la zona de los 25.500 puntos, ya que un aumento de casos de coronavirus en Estados Unidos afectó al optimismo sobre una rápida recuperación económica, al tiempo que Washington evaluaba la imposición de aranceles a productos europeos.
Los ADR de compañías argentinas negociadas en dólares en los mercados de Nueva York exhiben mayoría de pérdidas, encabezadas por Corporación América (-7%).
En tanto, los bonos soberanos de referencia en dólares operaron mixtos, con un riesgo país de JP Morgan que subió 65 enteros para la Argentina, a 2.513 puntos básicos.
El índice líder S&P Merval cayó un moderado 0,9% en pesos, a 40.435 unidades, encabezado por la merma anotada en acciones financieras y energéticas.
“El Merval alcanza casi los 41.000 puntos (+6,5% en junio), pero las cotizaciones fluctúan al ritmo de cualquier noticia respecto de las negociaciones sobre reestructuración de deuda soberana”, dijo el agente de liquidación y compensación Neix. Añadió que se destaca “el sector financiero con grandes oscilaciones en sus precios”.
Este martes, MSCI, el mayor proveedor de índices del mundo, advirtió que el Índice MSCI de Argentina podría ser eliminado del Índice MSCI de Mercados Emergentes si hay un mayor deterioro en el acceso del mercado.
“Contra el consenso de la amplia mayoría de analistas, el MSCI decidió mantener a Argentina en la categoría de mercado emergente”, indicó el Grupo SBS en un reporte.
En Wall Street, “el ambiente positivo del mercado durante la sesión norteamericana de ayer, gracias al optimismo sobre el rebote económico, se estancó por la noche porque podría estar aumentando la preocupación en los mercados por el alza en el recuento de casos de COVID-19 en Estados Unidos”, dijeron analistas de Scotiabank en un reporte.
La preocupación sobre una posible subida arancelaria también impactó sobre el apetito por el riesgo, impulsando la demanda de la divisa estadounidense.
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