El sector hotelero es uno de los más golpeados por la pandemia del coronavirus: con facturación cero desde fines de marzo, cuando comenzó la cuarentena, y escasas perspectivas de retomar niveles de actividad durante este año. Esta situación pone en riesgo la continuidad de los emprendimientos hoteleros de todos los tamaños, pero especialmente los independientes —que no forman parte de una cadena— y de los que tienen que afrontar el alquiler del edificio donde funcionan.
“Hace dos meses creíamos en una reactivación. Está habiendo cierre de hoteles, sobre todo los alquilados y los que ya venían con condiciones financieras complicadas. La caja no alcanza y no hay acceso al crédito. Entre los hoteles de cuatro y cinco estrellas, solo el 32% accedió a los créditos para pagar salarios al 24%”, señaló Roberto Amengual, presidente de la Asociación de Hoteles de Turismo (AHT).
El cierre es costoso desde lo económico y lo emocional. Son muchas empresas pymes. Hay muchas que alquilaban sus edificios, pero estamos viendo también un movimiento sobre firmas familiares que son propietarias
“El cierre es costoso desde lo económico y lo emocional. Son muchas empresas pymes. Hay muchas que alquilaban sus edificios pero estamos viendo también un movimiento sobre firmas familiares que son propietarias”, agregó Amengual.
Según la Federación Empresaria Hotelera Gastronómica de la República Argentina (Fehgra), que realizó una encuesta entre sus miembros a través de Invecq Consultora Económica, la caída interanual en la actividad del sector fue de 83% en abril; 83% en mayo y se proyecta un 79% en junio. Pero la región más afectada es la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con una caída de más de 90% que se espera que se repita en junio.
En este contexto, el 65% de los empresarios hoteleros de todo el país aseguraron que no podrán continuar con su empresa si la situación actual se prolonga en el tiempo. Es más: el 75,7% consideró que se encontrará en situación de cierre en un período comprendido entre uno y tres meses.
“Hay mucha preocupación. La actividad hotelera depende de que la gente se mueva, y la gente no se puede mover. Están cerradas las fronteras no solo del exterior, sino también entre las provincias y los municipios. Los hoteles que pudieron abrir en el interior no tuvieron una buena experiencia porque la ciudad de Buenos Aires es el principal emisor de turistas. Hubo mucha frustración, porque tener el hotel abierto también implica más costos”, señaló Graciela Fresno, titular de Fehgra.
Los hoteles que pudieron abrir en el interior no tuvieron una buena experiencia porque la ciudad de Buenos Aires es el principal emisor de turistas. Hubo mucha frustración, porque tener el hotel abierto también implica más costos
Hasta ahora el caso más conocido de cierre es el del Hotel Castelar, un establecimiento clásico ubicado en la Avenida de Mayo. Sin embargo, hay muchos más que están en proceso de cierre y en negociaciones con sus empleados para las desvinculaciones, según anticiparon desde Fehgra.
“No tenemos una medida específica para el sector más allá de las medidas generales, como el ATP. Los créditos no nos sirven porque se tomaron en abril para pagar marzo y la facturación sigue estando en cero. Si no nos asisten, no va a haber forma”, advirtió Fresno.
Ante la facturación cero, algunas empresas buscan alternativas, como la venta anticipada de vouchers con descuentos que puedan canjearse una vez que se retome la actividad.
Aadesa, una organización de management hotelero que administra 20 hoteles en Argentina y Uruguay, presentó una plataforma que permite adquirir estadías futuras en hoteles con descuentos y promociones. Ofrecen vouchers abiertos para escapadas de fin de semana o vacaciones que son reembolsables y se pueden pagar en 6 cuotas sin interés.
Durante 2019, más de 4 millones de argentinos menores de 60 años realizaron viajes al exterior. “Una gran parte de esos turistas destinará su presupuesto de viajes a destinos nacionales que estén bien promovidos y que ofrezcan mayor seguridad sanitaria”, explicaron en Aadesa.
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