El gobierno nacional lo había anticipado. Se lo dijo el Ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, a todos los empresarios con los que habló y el Jefe de Gabinete se lo adelantó a los gobernadores que consultaron. La decisión está tomada y el Estado no va a realizar ningún tipo de aporte para el pago del aguinaldo.
Sin embargo, en paralelo a esa resolución, la Casa Rosada anunció que pagará en cuotas los sueldos complementarios de arriba de $80.000 brutos, algo que ya comenzaron a anunciar otros distritos.
En medio de esto, y de los reclamos de las entidades empresarias para que haya algún tipo de ayuda, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) le solicitó al Jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, “que a las pequeñas y medianas empresas de hasta 40 trabajadores se les otorgue el subsidio del pago del 100% del primer pago del Sueldo Anual Complementario (SAC), a través de herramientas como el Programa de Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP)”.
A pesar de los dichos públicos de Cafiero, la CAME le solicitó al jefe de los ministros que arbitre ayudas para las compañías más pequeñas.
Pero no sólo para las micropymes, sino que en realidad el pedido engloba a todas las empresas del sector privado, pero planteando un modelo diferente. En el caso de las compañías de más de 40 empleados, la CAME pide que puedan “obtener financiación directa del total del medio aguinaldo, a través del Anses, y con devolución a diez cuotas con tasa cero”.
Según explica la entidad en un comunicado, el pedido radica en la “difícil situación que está viviendo el sector, considerando la escasa o nula actividad en la mayoría de los rubros productivos y comerciales. Es por ello que desde CAME requerimos que se otorgue este aporte especial por el monto completo”.
Además, desde CAME consideraron que si el Gobierno autoriza esta medida “contribuirá a dinamizar el consumo interno, condición imprescindible para la recuperación económica y social que sobrevendrá a la pandemia”.
Una opción diferente pero que busca el mismo resultado es la que propuso la Confederación General Empresaria de la República Argentina (CGERA), destacó este miércoles la prórroga del Programa de Asistencia al Trabajo y la Producción (ATP) por parte del Estado y reclamó que las entidades bancarias otorguen créditos blandos a las pymes para financiar el medio aguinaldo.
“Celebramos que luego del diálogo entre CGERA y los funcionarios, el gobierno haya decidido apoyarnos con la extensión del ATP de junio, pero seguimos insistiendo en que el Estado no puede absorber todo, y por eso les pedimos a las entidades financieras que nos apoyen con el medio aguinaldo”, manifestó Marcelo Fernández, presidente de CGERA.
En este sentido, Fernández sostuvo que “las entidades bancarias deberían financiar a aquellos empresarios que calificaban en el mes de marzo y que debido a la inactividad generada por la pandemia no estarán en condiciones de pagar el aguinaldo. Si calificaban en marzo, podrían acceder a créditos blandos para poder cubrir el medio aguinaldo tan esperado por los trabajadores”.
Por el lado de las grandes compañías la voz cantante la llevó la Unión Industrial Argentina (UIA), que ayer le pidió a Kulfas que el Gobierno permita un mecanismo para que las empresas puedan abonarlo en cuotas. En un encuentro virtual que tuvieron con el ministro de Desarrollo Productivo, los miembros del comité ejecutivo de la UIA le plantearon que hay serias dificultades para cumplir con ese compromiso en un solo pago -una reciente encuesta reveló que más del 50% de las firmas no lo puede hacer- y le sugirieron que el Estado habilite a hacerlo en al menos tres cuotas. De lo contrario, avanzará cada sector con su respectivo sindicato.
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