De acuerdo a los datos aportados por el Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA) en el primer cuatrimestre del año aumentó un 1,8% el consumo total per cápita de productos lácteos, alcanzando los 56,9 litros/habitante de leche equivalente, que anualizado arroja un valor de 184 litros, un 0,9% por encima de lo registrado en 2019, y de 182 litros, igual al año anterior, si se considera la misma cantidad de días para ambos cuatrimestres.
A partir de mayo, los precios se estabilizaron al recortar el consumo doméstico y ahora se apuesta a la exportación, ya que en primavera se espera un mayor volumen de producción de leche en los tambos, y esto podría jugar en contra de los precios que reciben los tamberos y también en la industria láctea local. Hoy los precios de los lácteos no siguen la tónica inflacionaria, y esto hace temer por una desinversión productiva.
“El fenómeno a ver y evaluar en los próximos meses es cómo sigue la evolución de las ventas y el consumo interno de lácteos, y también la exportación, que está un poco mejor luego de la caída que experimentaron los precios internacionales o de futuros. Estos lograron recomponerse aunque no a los valores que se registraron a principios de año”, consignó a Infobae Jorge Giraudo, director del Observatorio de la Cadena Láctea Argentina (OCLA).
Según los datos de referencia que reporta el Observatorio de la Cadena Láctea, en el primer semestre del 2020 la producción registrará un incremento de entre el 8 y 9% respecto del período enero-junio del año pasado. Y allí, para los técnicos del OCLA, “el tema central será saber cómo se comportan las ventas domésticas y la exportación para definir cuál debe ser el camino a futuro que deberá adoptar el sector”.
El año 2020 arrancó con una caída en las ventas de lácteos durante el período enero-febrero, aunque las mismas crecieron durante abril-mayo gracias al incremento en el consumo que se registró por efecto de la cuarentena y el aislamiento social en los hogares argentinos. Ya en los datos preliminares que reportan –según el OCLA- los meses de mayo y junio, “hay una venta más baja” respecto al bimestre anterior.
Los números se siguen con atención, tanto por la producción como por la industria, ya que esto condiciona sensiblemente el precio que reportará para la cadena láctea local.
Producción
Tal como consideró Giraudo, “la situación puede tornarse más compleja si esa menor venta que estaría reportando el mercado doméstico no es acompañada por un incremento en las exportaciones, ya que con esta proyección podría producirse un mayor nivel de sobreoferta de leche en el mercado interno en los próximos meses. Esto actuaría en detrimento de los precios de salida de fábrica y afectaría también el precio que recibirá el productor en los tambos”.
Allí también se deberá tener en cuenta cuál será la evolución del tipo de cambio a partir de los dólares que podría generar las ventas externas precio al incremento de leche que se espera ya en la próxima primavera.
Según el balance lácteo realizado por el OCLA a abril de 2020, el consumo de la población experimentó un alza del 1,8% respecto a igual mes del año anterior, con un consumo per cápita de 56,9 litros de leche equivalente para el primer cuatrimestre del presente año. Esta tendencia arroja una estimación para el año de 184 litros, casi un 1% por arriba del registrado en el año 2019.
En materia de producción, el balance realizado arroja un resultado de casi 3.223 millones de litros de leche en el período enero-abril, cifra que propone un incremento del 8,5% interanual. Allí las exportaciones alcanzaron los 777 millones de litros, con un aumento del 22,7% contra los envíos al exterior registrados en enero-abril de 2019. En el mercado interno, el consumo total ascendió a 2.582 millones de litros de leche, es decir un 1,8% superior al año anterior.
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