Por el cepo y la suba de tasas, los plazos fijos crecieron más de $300.000 millones en dos meses

Los rígidos controles de cambios para acceder al dólar y la tasa mínima del 30% potenciaron este canal para el ahorro privado. En el último año, crecieron al mismo ritmo que la inflación

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Gracias a la suba de
Gracias a la suba de tasas el sistema financiero aumentó el stock de depósitos a plazo.

En 2020 la economía argentina atraviesa un tiempo inédito. La recesión se extiende por más de dos años, las medidas de auxilio por el COVID-19 obligan a un déficit fiscal cada vez más alto, con fuerte expansión monetaria para financiarlo y una cuarentena que frena la actividad de la mayoría de los rubros de la producción.

Además, como arrastre del 2019, el Gobierno mantiene un cepo cambiario más estricto que otros anteriores, como una alternativa para dosificar la devaluación y la demanda de divisas.

Frente a semejante excedente de pesos en la plaza, en los últimos dos meses el Central volvió a levantar la bandera de ofrecer rendimientos atractivos para invertir en moneda doméstica, que en el contexto de cuarentena y cepo no pueden salir de los bancos ni volcarse a demanda de dólares. Con una tasa mínima garantizada cercana al 30% anual para los plazos fijos, estas colocaciones acumulan un incremento de más de $100.000 millones en junio.

Entre el 16 de abril y el 16 de junio, el stock de plazos fijos del sector privado no ajustables por UVA creció más de $300.000 millones, de $1.397.208 millones ($1,4 billón) a $1.706.358 millones ($1,7 billón).

Este monto representó unos USD 3.400 millones al tipo de cambio “solidario”, con el recargo impositivo del 30%, una demanda potencial de divisas que se desvió a plazos fijos gracias al “combo” de mayores tasas y un cepo a la compra de dólares cada vez más rígido.

No obstante, en términos interanuales, el stock de depósitos a plazo fijo en pesos del sector privado –exceptuados los que ajustan por UVA, que representan un monto marginal– creció al 16 de junio un 44% interanual, desde los $1.183.957 millones ($1,2 billones) del 18 de junio de 2019, una tasa muy similar a la inflación acumulada en esos doce meses.

Ante el duro panorama que trajo la pandemia y al arrastre del 2019, el Gobierno mantiene un cepo cambiario más estricto que cepos anteriores, como una alternativa para dosificar la devaluación y la demanda de divisas.

El 16 de abril el Directorio del Central fijó una tasa mínima para los depósitos a plazo fijo menores de $1 millón realizados por personas físicas, equivalente al 70% de la tasa de política monetaria (38%), es decir, no menor del 26,6% anual.

Y el 29 de mayo el BCRA resolvió volver a subir la tasa de plazos fijos al 30%, equivalente a 79% de la tasa de política monetaria, en un intento de contener a las cotizaciones alternativas del dólar, que habían tocado los $130 para el contado con liquidación, y $138 para el blue, con una brecha que llegó al 100% respecto del tipo de cambio mayorista.

Así, un rendimiento de plazo fijo por encima de 2% mensual le pudo ganar a la inflación de abril y mayo (1,5%) y empareja la expectativa de inflación para junio, entre 2 y 3 por ciento.

“Los depósitos a plazos fijos del sector privado se han incrementado en lo que va de junio en promedio 7,4% real, si se toma por válida una inflación de 2% para el mes, en línea con lo que esperan las consultoras privadas. En ese sentido, la dinámica viene subiendo desde principios de la cuarentena y, si se compara contra el 1 de abril, el crecimiento es del 20,5% real”, indicaron desde Research for Traders.

Para respaldar estas colocaciones en bancos, el BCRA también permitió a las entidades bancarias tomar más Letras de Liquidez (Leliq). La entidad monetaria emite sus propios títulos de deuda, las Leliq, a un mes de plazo, con una renta de 38% anual a 28 días, y los Pases Pasivos, a un día de plazo, pagan 12,5% anual.

El stock de Leliq suma cerca de $1,7 billones, mientras que los Pases significan otros $600.000 millones (0,6 billones). Al tipo de cambio oficial representan cerca de USD 33.000 millones, un 75% de las reservas brutas y tres veces el monto de reservas netas (de libre disponibilidad) en arcas del Central.

“Si hay resistencias de la política a la suba de tasas –muy probable–, habrá más pesos en la calle y se disparará la brecha, de manera que en la post pandemia el Gobierno tendrá que elegir entre la brecha y la tasa”, consideró el economista Martín Tetaz.

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