La falta de acuerdo por la reestructuración de la deuda soberana volvió a poner en vilo a los operadores del mercado financiero, aunque la mayoría de los analistas aún espera que las dos partes, Gobierno y los grupos de acreedores, encuentren una manera de cerrar la brecha tras el progreso significativo en las negociaciones del último mes.
Dicha incertidumbre volvió a distanciar a las valuaciones de los activos domésticos de la recuperación general, con indicadores en Wall Street que concretaron la cuarta alza semanal de las últimas cinco semanas.
Los ADR argentinos perdieron 5% en promedio desde el viernes de la semana anterior, mientras que los bonos en dólares de referencia, con importante alza el viernes, anotaron una suba promedio de 0,5% en la semana.
Una noticia tranquilizadora vino por el lado cambiario, con un dólar estabilizado en todas las franjas, aunque en las últimas tres ruedas operativas el Banco Central cesó con el fuerte ritmo de compra de divisas que había exhibido desde el viernes 29 de mayo.
En la semana, el dólar mayorista avanzó 42 centavos, a $69,80, con la regulación de liquidez del Central; el dólar blue subió dos pesos (+1,6%), a $128 para la venta, y las paridades bursátiles contado con liquidación y MEP casi no ofrecieron variantes.
Canje en “punto muerto”
Argentina, que el 22 de mayo recayó en la novena cesación de pagos de su historia, ha propuesto dos veces mejoras a su oferta para reestructurar unos USD 65.000 millones en bonos emitidos bajo legislación extranjera. Sin embargo, esta semana la tensión entre las partes creció debido a una falta de acuerdo.
Los grupos de acreedores exigen que el país mejore aún más su oferta, mientras que la postura del Gobierno es que no puede seguir cediendo después de elevar su oferta a alrededor de 50 centavos por dólar más un atractivo adicional vinculado a sus exportaciones.
“Aunque hubiera sido mejor que las negociaciones continuaran con declaraciones más constructivas, esta no es la primera vez que la reestructuración parece estar en un punto muerto”, señaló Morgan Stanley en un reporte.
Agregó que con un rendimiento de salida (exit yield) del 10%, la oferta del Gobierno valía alrededor de 49,7 centavos, mientras que la mejor oferta de los dos grupos de acreedores, que incluyen fondos como BlackRock, Fidelity y Alliance Bernstein, valía alrededor de 57 centavos.
“Con una diferencia de menos de 8 puntos, no beneficiaría a ninguna de las partes irse por completo de las negociaciones”, dijo el banco de inversión, que sostuvo su opinión de que se alcanzará un acuerdo en el tercer trimestre del año.
Asimismo, Goldman Sachs señaló que que si bien los riesgos habían aumentado, las dos partes podrían encontrar una manera de cerrar una brecha que calculó en 5 centavos y “evitar un incumplimiento desordenado y contencioso”.
En ese sentido, el riesgo país de JP Morgan, que mide la brecha de rendimientos de los bonos del Tesoro de los EEUU con sus pares emergentes, terminó la semana con un descenso de 34 unidades (-1,3%), en los 2.539 puntos básicos.
El Gobierno ahora enfrenta nuevos vencimientos de bonos a fines de mes, que tienen un período de gracia de 30 días, luego de que incumplió tres pagos de intereses en mayo.
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