Eduardo Hecker, presidente del Banco Nación: “El talón de Aquiles de la Argentina sigue siendo la restricción externa”

El titular del principal banco del país explicó cómo sobrelleva la entidad las dificultades provocadas por la pandemia y detalló los aspectos técnicos y legales del endeudamiento de Vicentin

Eduardo Hecker, presidente del Banco Nacion

El presidente del Banco Nación, Eduardo Hecker, explicó en una entrevista con Infobae cuáles fueron las circunstancias que llevaron al endeudamiento de Vicentin, cómo impacta en el patrimonio de la entidad que no pueda cobrar las cuotas de los préstamos en medio de la cuarentena y el estado de la cartera de créditos los hipotecarios UVA. También habló de cómo se preparan para pagar IFE a través de un CBU y de cuál será la estrategia si el BCRA les pide que salgan a absorber pesos luego de la pandemia.

Con respecto a la empresa agroexportadora, Hecker dio detalles de cómo funciona el intrincado mecanismo regulatorio que, en determinado momento, impidió que la empresa recibiera mayor financiamiento y, aunque lo elogió, destacó que el informe del director Claudio Lozano fue presentado a título personal.

-¿El Banco Nación se va a presentar como querellante en la causa penal de Vicentin?

-Es algo que está a consideración del Directorio, pero hemos acordado que sí. Ingresar como querellantes es una motivación amplia porque el Nación podría resultar perjudicado. Entrar a la causa nos permitirá ser parte y seguir el expediente.

-¿Esa motivación surge de haber repasado la actuación del Banco y de Vicentin durante el período 2018-2019?

-Podría decir que sí. El tema Vicentin tiene varios aspectos, pero en términos generales son dos: el tema comercial, que se sustancia en el juzgado Federal de Reconquista, y el penal. Al Banco le interesa en primer lugar recuperar su crédito. Es el objetivo que este directorio se fijó desde que llegó con el default ya declarado por Vicentin. Es una suma sustantiva de dinero para ejercer nuestro rol de banco público, prestarle a las pymes y gente que lo necesita. El crédito a Vicentin excedió la norma prudencial, que es el 15% de la Responsabilidad Patrimonial Computable (RPC) del banco. Sobre la cuestión penal no puedo aventurar un juicio. Hay una causa y aportaremos datos para eso.

-¿Hubo contactos o negociaciones con Vicentin?

-Por supuesto. Yo mismo tuve una reunión con la gente de Vicentin. Nuestra preocupación fue siempre cómo nos iban a devolver, qué plan tenían. Al principio hicieron declaraciones generales, nada escrito. Nos preocupó la dilación y nos pareció irresponsable después de la situación en que dejaron a otros acreedores. Después empezaron a escribir propuestas de pago que, hasta el momento del concurso, nos parecieron insuficientes. Lo mismo, supongo, habrán hecho con otros acreedores.

El Banco Nación al que yo llegué es, patrimonialmente, un poquito más de la mitad del que agarró Melconian en 2015

-Cuando llegó a la presidencia del Banco, ¿cuál era el exceso del crédito a Vicentin sobre la norma prudencial del 15% de la RPC?

-Estaba en el 20 y el 21%, entre 5 y 6 puntos sobre el límite prudencial.

-Vicentin y la gestión previa argumentan que desde julio de 2018 no hubo nuevos créditos, justamente para no superar el límite.

-La enorme mayoría de esos USD 300 millones son créditos para prefinanciar exportaciones. No es un crédito de USD 300 millones, sino sucesivos créditos más chicos que van venciendo. ¿Qué hizo Vicentin? Cancelaba y retomaba, cancelaba y retomaba. El grave problema es que hay un momento en que por un problema devaluatorio el patrimonio del Banco se achicó en dólares. El Banco tendría que haber dicho “te pasaste de la raya, cancelás y no retomás, así voy bajando mi exposición”. La norma prudencial tiene que ver con la estabilidad del sistema financiero. La excesiva exposición a un solo cliente es muy riesgosa para un banco y para el sistema. Además, el patrimonio fue bajando también en pesos, porque el gobierno nacional empezó a retirar utilidades de manera muy masiva. Cuando llegamos el Banco tenía la tasa de plazo fijo más alta del sistema y tenía problemas de liquidez y de rentabilidad. El Banco Nación al que yo llegué es, patrimonialmente, un poquito más de la mitad del que agarró Melconian en 2015. Ese es el contexto de lo que pasó. Cuando Vicentin pasó el límite del 15% el Banco –teniendo los depósitos de la empresa – tendría que haberlo puesto por debajo del 15% porque la calificación crediticia de USD 300 millones chocaba contra una norma de orden superior.

-Entonces, ¿la violación de la norma fue por achicamiento del patrimonio del Banco Nación y no por el otorgamiento de nuevos créditos?

-Cancelar y retomar es un nuevo préstamo. Dentro de los USD 300 millones, pero ya en exceso de la capacidad del Banco de dar ese préstamo, porque el cliente superaba el 15% de la RPC. Hay un límite de crédito, vas cancelando y el Banco te va dando nuevos préstamos. Son nuevos préstamos dentro del límite. La calificación crediticia determina hasta cuánto puede darte crédito el Banco. Supongamos que te califican para 100, pero tomás 50. Y después el resto. ¿Es un nuevo crédito? Sí, es un nuevo crédito. Tanto es así que (en la gestión anterior) estaban preocupados y les pidieron un seguro, que nunca lograron. Tendrían que haber hecho un plan de reducción hasta llegar al 15%. Si Vicentin no lo podía ejecutar rápido, tendría que haber presentado un plan de reducción. Cuando llegamos, estaban excedidos y defaulteados. El peor de los mundos: ningún plan, ninguna contingencia.

-¿Cómo se vincula el crédito con el hecho de que la empresa liquidaba el 70% de los dólares de exportación a través del Nación? ¿No tiene algún impacto en términos de garantía?

-Mucha garantía no fue, porque defaultearon. Con más razón el Banco tendría que haber tomado esos dólares para llegar al 15%. Decirle a la empresa: cancelá y no te permito renovar, pasaste la raya. Hay cosas de responsabilidad del directorio anterior que se analizarán en el concurso y en la causa penal. Nosotros desde que llegamos recuperamos USD 11 millones del crédito tomando de otras cuentas de Vicentin.

-Al incumplirse la regla prudencial, si el Directorio se ponía estricto también se hubieran afectado la exportación y el pago a proveedores. ¿Tal vez Vicentin hubiera defaulteado antes?

-Las normas prudenciales tienen sentido. Yo no puedo solucionarle la situación a una empresa que no sé cómo se está comportando y se expandió enormemente, se diversificó, compró activos. No puedo arrogarme un derecho o potestad y decir “si no lo hago, es peor”. Con Vicentin, yo no sé qué hubiera hecho, no estuve en ese momento, estoy en éste. Y se llegó al peor resultado: defaultearon la deuda comercial y la bancaria, el prestigio de la empresa se fue al piso, la producción cayó. Los productores, cooperativas y acopios no le llevaron más granos. No es sólo un problema con el Nación, sino con el conjunto. Y defaultearon porque seguramente tomaron, y se verá, un montón de decisiones que llevaron a esa situación.

-¿Llegaron a conversar cuánto debía cancelar Vicentin para adecuarse a la norma?

-No, porque cuando llegamos ya estaban defaulteados y dijeron que no tenían nada para poner. No lo tenían o no lo quisieron poner. Hay un hecho que salió con demora en los diarios: cuando Vicentin, y ahora sabemos que fue a través de su sede en Paraguay, vende el 16% de sus acciones de Renova a Glencore. Dinero que no ingresó jamás para pagar ni a un productor, ni a una cooperativa, ni a un Banco.

-Los accionistas de la empresa emitieron un comunicado sobre cómo usaron esos fondos para pagar a proveedores.

- No lo conozco. Pero los hechos son estos: pasaron el límite, defaultearon unos USD 1.350 millones, una parte importante afectada al negocio de la empresa, que es la deuda comercial con productores y cooperativas.

Con Vicentin, yo no sé qué hubiera hecho, no estuve en ese momento, estoy en éste. (Eduardo Hecker)

-¿Creen que con una Vicentin estatal el Banco Central y el Nación controlarán más el dólar, al manejar su liquidación de divisas?

-En el terreno de lo hipotético y desde el punto de vista virtuoso: sí. Con una empresa pública o mixta seguramente habrá mayor control de la liquidación de divisas. El talón de Aquiles de la economía argentina, como describió Marcelo Diamand, es la restricción externa. La Argentina necesita que los dólares que produce generen un superávit consistente con una economía que necesita crecer y expandirse porque una parte de su industria necesita esos dólares. Por eso me pareció extraño que el gobierno de Macri permitiera la no obligatoriedad de liquidar divisas por tiempo casi indeterminado. Para dar un salto al desarrollo, Argentina necesita ser superavitaria en divisas; es un tema estructural y estratégico. El camino no es necesariamente una empresa estatal, pero una empresa estatal va a garantizar sin duda que esas divisas se liquiden en tiempo y forma.

-La liquidación de divisas se puede disponer normativamente. ¿Como objetivo, amerita expropiar una empresa?

-No es la única razón de la expropiación. Hay una empresa con una crisis muy severa y una deuda que no puede consensuar no sólo con el Nación. Me consta que los acreedores externos de Vicentin tenían posiciones más duras que la del Nación. Sin Vicentin, quedaba un sector más concentrado y extranjerizado. Pero no es un problema ideológico. Nuestro objetivo era recuperar el crédito y que la empresa vuelva a producir, no se pierdan puestos de trabajo y los productores recuperen crédito y actividad.

-Si bien el Estado tendría mayor manejo de la liquidación de divisas, también se haría cargo de una cuantiosa deuda de dólares. ¿Eso no impacta negativamente en la restricción externa?

-Hay que ver las características de la ley de expropiación. No puedo aventurar una opinión, porque no la conozco. La ventaja es sobre todo poner la empresa en marcha. Piensen que Vicentin facturó por exportaciones unos USD 4.000 millones en 2019.

-¿Qué información van a aportar a la causa penal?

-Iniciamos un sumario interno para deslindar y atribuir responsabilidades del personal del Banco. Aún no finalizó, pero el fiscal y el juez nos lo pidieron y lo hemos aportado en esta etapa procesal.

-El informe sobre Vicentin de Claudio Lozano, miembro del directorio, ¿es su opinión personal o lo suscribe el Banco?

-Es personal de Lozano. Pero resalto que desde su esfuerzo detectó muchas operaciones que hoy están volcadas a la opinión pública. Puso el acento en la recuperación de lo público y las maniobras del grupo. Hizo un aporte de enorme valor -más allá de que no se haya tratado en el directorio- y a la discusión de un tema importante para el país.

Fachada del Banco Nación

-¿Cómo impactó en el patrimonio del banco que no pudieron cobrar las cuotas de los préstamos en los últimos 3 meses?

- Una de primeras cosas que decidimos fue ir a una política de segmentación del crédito, a diferencia del modelo anterior, que se concentró en grandes empresas y en hipotecarios UVA. Nosotros fuimos a un modelo de crédito a pymes. Entre abril y mayo, en condiciones muy difíciles, otorgamos $30.000 millones a pymes, con un monto promedio de $2,6 millones.

- ¿Cómo está la situación de la cartera de los hipotecarios UVA?

-Está en la situación que está, es una cartera que no amortiza rápidamente. Cuando llegamos, los hipotecarios UVA representaban el 45% del crédito al sector privado del Banco. Hoy, gracias al crecimiento que tuvo el crédito pyme, cayó al 30%.

-¿Qué consecuencias esperan sobre el estado del Banco una vez pasada la pandemia?

-El banco está solido desde el punto de vista de la liquidez. Tenemos que ver cómo nos pegan estos meses, pero desde el principio buscamos recuperar liquidez y bajar la tasa de interés pasiva. Y bajando la tasa, nos ubicamos en niveles de mercado. Ya desde enero empezamos a recuperar niveles de rentabilidad. Después, nos pegaron las generales de la ley, nos afectó la pandemia. Es muy complicado saber cómo va a seguir esto, pero estamos bien, sin preocupaciones por la solvencia. No dependemos de que nos paguen para hacer nuestra actividad.

-¿Qué van a hacer si el BCRA les pide que salgan a absorber pesos? ¿Subirían la tasa?

-Cada problema en su momento. Hoy la prioridad es la salud, porque esto es vida o muerte, y recuperar la actividad económica. En la medida en que se normalice, el Banco Central o el ministerio de Economía tomarán las medidas si hay liquidez excesiva. No es que no pensemos en eso, pero hoy no es esa la discusión.

-¿Es cumplible lo que dijo la Anses, que en la segunda cuota del IFE todos cobren a través de un CBU? ¿Cuántas cajas de ahorro tendría que abrir el Nación?

-Eso es lo que se anunció y eso es lo que va a pasar. Algunos tendrán que ir a línea de cajas y otros tendrán sus plásticos. Implica que abramos cerca de 600.000 cuentas. En el primer tramo pagamos 1.300.000 beneficios a través de Punto Efectivo, que funcionó muy bien. Siempre hay cuestiones operativas, hay que entregarles a todos los plásticos, lo que no va a ser fácil, pero el proceso va a terminar con todas las personas bancarizadas, con sus tarjetas de débito y sus cajas de ahorro abiertas.

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