Los bancos públicos y privados, nacionales y extranjeros, comparten en estos días una preocupación similar: el pedido del Gobierno de que el próximo pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), la semana próxima, se haga solamente a través de una cuenta del sistema financiero.
Fuentes de diversas entidades bancarias coincidieron en señalar a Infobae que se enteraron de esta iniciativa a través de la conferencia de prensa que brindó, a fines de la semana pasada, la titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Fernanda Raverta.
De hecho, hoy Raverta informó que habilitó en el sitio web de la Anses un nuevo aplicativo de consulta para el cobro del IFE, a través del cual los beneficiarios deberán informar una Clave Bancaria Uniforme (CBU) para hacer efectivo el pago.
La Anses habilitó en su sitio web un nuevo aplicativo de consulta para el cobro del segundo tramo del IFE, a través del cual los beneficiarios deberán informar una Clave Bancaria Uniforme (CBU) para hacer efectivo el pago.
“Es a todos los hombres y mujeres que recibieron el primer pago, es decir que está destinado a casi 9 millones de argentinos” afirmó Fernanda Raverta a la Televisión Pública, quien agregó que “no hay que volver a inscribirse”.
La funcionaria aclaró que las personas que no cuenten con una cuenta bancaria podrán abrirla en forma simultánea al cobro del IFE. Esto significa que, tras consultar ingresando con su clave de seguridad social al aplicativo “Ingreso Familiar de Emergencia – Consulta de pago” en la web del organismo los beneficiarios sin CBU “deberán ir a un banco a cobrar los 10 mil pesos y, en ese mismo trámite, se volverá a su casa con su propia cuenta bancaria de manera gratuita”.
En la Anses aclararon que es preferible que por la pandemia el cobro se haga de esta manera y que, a la vez, de este modo fomentarán la bancarización, como le explicaron también a los bancos. Cabe recordar que para el primer pago se había flexibilizado el sistema, habilitando también otras vías, como el cobro en efectivo en las sucursales del Correo Argentino y en cajeros sin usar tarjeta a través de los servicios Punto Efectivo (Red Link) y Cash Express (Banelco).
Además, explicaron que no ven inconvenientes en que la gente se acerque a cobrar por ventanilla a los bancos si todavía no tiene su tarjeta, por turnos, pese a las imágenes del 3 de abril, el “viernes negro” en que coincidieron el primer pago del IFE con el cobro de jubilaciones y se registraron largas colas para cobrar en plena cuarentena. El episodio se produjo luego de dos semanas con las sucursales cerradas por completo.
También, afirmaron que quienes no tengan CBU podrán seguir utilizando medios como “cuenta DNI”, del Banco Provincia, y aclararon que la mayoría de los que no tienen una cuenta están optando por ese sistema en bancos públicos y privados.
Sin embargo, las fuentes del sistema bancario afirmaron que “es casi imposible llegar con más de tres millones de personas bancarizadas a la semana próxima, o pensar que, los que no tengan CBU se amontonen en la calle en invierno y con los contagios en aumento”.
Además, aclararon que el panorama “será más complicado en los distritos donde se volvió para atrás con la apertura de la economía”.
Para que no haya conflictos -o enojo, como ocurrió la otra vez con el presidente Alberto Fernández- los bancos están dialogando con el Banco Central y la Anses para llegar a un acuerdo, de modo tal de garantizar que cobren todos los beneficiarios y no se produzca otro embudo, como hace dos meses.
En algunas entidades alertan sobre problemas operativos que suenan menores pero que pueden resultar determinantes si el objetivo es que el segundo pago del IFE no demore 8 semanas como ocurrió con el primero.
Un primer problema son los domicilios. Para que un beneficiario reciba una tarjeta de débito en su casa, la Anses debería tener actualizado su domicilio en sus registros, algo que es difícil de asegurar. Junto con ese dato, se requerirá un operativo contrarreloj para imprimir y distribuir cerca de 3 millones de tarjetas sin que se produzcan demoras, otro aspecto complejo para implementar.
A la vez, una vez que se cumplan esos complejos pasos, aparece el uso de la tarjeta. En muchos sectores no bancarizados, es sabido que hace falta una cierta capacitación en el momento de utilizar el cajero, algo difícil de conseguir con la plantilla incompleta en los bancos, a causa de las medidas sanitarias. Los beneficiarios que tengan su tarjeta pero no sepan usarla, a su vez, no podrán retirar el dinero por las cajas, ya que el retiro de pesos en efectivo no está entre las operaciones autorizadas por el Banco Central a quienes piden turno para ir a una sucursal. Se especula que el BCRA podría dictar una excepción para el cobro del IFE.
Por último, en las entidades financieras muestran cierta inquietud con un criterio exhibido desde la Anses en cuanto a que todo beneficiario que tenga una CBU se le depositará su dinero en esa cuenta, en lugar de permitirle elegir la vía de cobro. “Muchos tienen una caja de ahorro pero no tienen tarjeta, la tienen vencida, no recuerdan su clave u otras situaciones similares que les impiden usarla. Si a esa gente le depositan los $10.000 mañana mismo, el Gobierno va a creer que les pagó pero no el dinero no les va a llegar”, explican en una entidad acostumbrada a realizar pagos de la Anses.
El pago de la segunda cuota del IFE comenzó el 8 de junio con el pago de los $10.000 a quienes cobran la AUH, un universo de 2,4 millones de personas. Esa primera etapa terminará el lunes 22. Luego se iniciará un segundo cronograma que incluirá al resto de los beneficiarios, por lo que el tiempo apremia para que el dinero que ayuda a enfrentar la emergencia cumpla su cometido.
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