La reanudación de la actividad aerocomercial fijada oficialmente para el 1 de septiembre se dará con al aeropuerto Jorge Newbery cerrado por obras. De esta manera, y en plena pandemia de coronavirus, todos los vuelos se concentrarán hasta diciembre en el aeropuerto internacional de Ezeiza, según indicó el Ministerio de Transporte.
Si bien hay versiones que establecen que los vuelos de cabotaje comenzarán a operar a partir de la segunda mitad de julio, lo cierto es que la fecha que estableció el Gobierno para retomar la actividad es el primero de septiembre.
“Estamos elaborando un cronograma con Aerolíneas Argentinas para la realización de vuelos regulares semanales, que no tendrán las frecuencias de la normalidad pre pandemia, pero la idea es contar con entre 32 y 38 vuelos semanales”, detallaron fuentes de la cartera de Transporte y aclararon que la apertura será “para todas las compañías”.
Explicaron que “en esta etapa todos los vuelos operarán desde el aeropuerto internacional de Ezeiza, debido a que Aeroparque aún estará cerrado por obras y en El Palomar tenemos una situación aún no resuelta porque por un lado hay un pedido de la concesionaria de trasladar las operaciones a Ezeiza, debido a la escasa actividad y por el otro todavía está pendiente una cuestión judicial”.
En lo que hace a Aeroparque, las fuentes indicaron que “aprovecharemos el parate de la pandemia para realizar obras pendientes, como la ampliación de la zona de posiciones de los aviones y la refacción de la pista de aterrizaje. Estas obras estarán licitadas en 15 días y el tiempo de ejecución será de 120 días, por lo que estimamos que para diciembre estará nuevamente operativo, ya en su condición de regional, como era hasta abril del 2018, pero sumando a Perú”.
En otro orden, ratificaron que habrá “un solo protocolo de seguridad para todas las aerolíneas”, algo sobre lo cual “Aerolíneas Argentinas ya ha avanzado mucho, ya que lo está poniendo en práctica con sus vuelos especiales y que brinda seguridad al pasajero” y señalaron que, dentro de este protocolo, está contemplado que la capacidad de los aviones se ocupe en hasta un 70 por ciento, para lo cual están trabajando con la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC), para su implementación.
“De cualquier manera -advirtieron- no consideramos que, en esta primera etapa de la reapertura, los viajeros alcancen ese porcentaje, ya que la gente tendrá que recuperar la confianza en volar y para eso debemos seguir trabajando con las aerolíneas, con los prestatarios de los aeropuertos para asegurar que no haya propagación del virus”.
En ese sentido puntualizaron que “no hemos tenido caso de contagios en los vuelos que se están realizando. El problema no es el viaje en sí, si no desde donde a donde se viaja y las condiciones existentes en ese lugar. Por eso seremos muy cuidadosos en esta reapertura con los destinos para evitar que después tengamos que dar marcha atrás”.
Plantearon su “confianza” en el futuro de Aerolíneas Argentinas, debido a que “cuando esto finalice y se vuelva a la normalidad, la situación del mercado aerocomercial será totalmente diferente a lo que era y estamos trabajando con las autoridades de Aerolíneas para hacerla más eficiente en ese momento”.
“Se está hablando con los empleados para lograr contar con más y mayores frecuencias con el mismo plantel, lo que la haría más eficiente y reduciría los aportes del Estado para su funcionamiento. El año pasado la compañía requirió 500 millones de dólares, cuando la Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA), necesita 100 millones por año para el equipamiento de los aeropuertos”, recalcaron.
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