El Fondo Monetario Internacional (FMI) expresó hoy su deseo de que el Gobierno y los acreedores privados mantengan las negociaciones para llegar a un acuerdo en torno de la deuda que entró en default hace casi cuatro semanas, luego del distanciamiento que se generó entre las partes en las últimas horas.
“La negociación es un tema que le compete a la Argentina y a los bonistas. Obviamente seguimos la evolución muy de cerca y esperamos que todas las partes sigan negociando para llegar a un acuerdo”, dijo el vocero del organismo, Gerry Rice, en su habitual conferencia virtual desde Washington.
Rice negó que el Gobierno haya pedido un desembolso como parte del programa que la Argentina firmó en 2018 para mejorar la oferta a los bonistas, que ayer entró en una nueva etapa de estancamiento.
El vocero del organismo que conduce Kristalina Georgieva no hizo más referencias a la situación argentina, aunque hasta ahora el organismo ha sido muy claro en apoyar la idea de que e Gobierno solo puede presentar una propuesta que resulte sustentable. Al respecto, fuentes allegadas a la negociación consideraron que esa cifra rondaría los 50 dólares de valor nominal, similar a la que el Gobierno difundió anoche ante el nuevo distanciamiento que se produjo con los principales acreedores para renegociar la deuda de USD 66.500 millones.
Además, la propia directora gerente expresó en numerosas ocasiones su apoyo al enfoque que el presidente Alberto Fernández desarrolla tanto en términos sanitarios como de medidas para paliar los efectos de la pandemia por el coronavirus.
En dos informes técnicos, el staff del Fondo también destacó que los acreedores privados deben tener una actitud comprensiva para llegar a un acuerdo, un argumento que losi bonistas creen que se basa en que el FMI quiere cobrar sin traspiés su deuda de USD 44 mil millones sin quita alguna.
Por otra parte, Rice se refirió a la “velocidad récord” con la que el organismo desembolsó dinero para asistir a los países ante la crisis económica generada por la pandemia. Ya aprobó créditos de rápido desembolso para 60 países y mañana sumará a otros 10. Se trata de dinero sin condicionalidades. “Solo guarden sus recibos”, aclaró el vocero.
En el caso de América latina, ya se desembolsaron 5100 millones de dólares por este mecanismo a 17 países; en Asia Pacífico 7 países recibieron 1500 millones; y Africa subsahariana 28 países, 10.000 millones más. Además, a 28 países muy pobres se les concedió un alivio en el pago de la deuda y, junto con el Banco Mundial, se estudia el pedido de 37 países para que se suspendan esos pagos.
Además, sostuvo que “el confinamiento en Estados Unidos se prolongó más que lo que preveíamos en abril, lo que significa que la contracción del segundo trimestre será mayor que la esperada y el ritmo de la recuperación será más lento. Pero Estados Unidos tiene un espacio fiscal mayor que otros países para recuperarse”.
En cuanto a China, precisó que, luego de la aparición de nuevos focos de coronavirus, habrá que ver cómo se desarrolla la recuperación económica que había comenzado el mes pasado. Además, recordó que “la economía de China cayó en el primer trimestre por primera vez en 30 años, lo cual muestra la gravedad de la pandemia”.
La semana próxima se conocerá una actualización del informe de Perspectivas Económicas del FMI sobre la situación global. El organismo ya admitió que el mundo transita su peor crisis desde la Gran Depresión surgida después del derrumbe financiero de EE.UU. en 1929.
En el caso de la Argentina, en abril último pronosticó que la recesión será del 5,7% y la inflación del 53,5%, mientras que la tasa de desempleo se ubicará en el 10,9%. Sin embargo, como en otros países, aclaró entonces que debido a la paralización de la economía por la pandemia y a la incertidumbre global, esos indicadores podían empeorar. De hecho, el propio equipo económico prevé una caída del 6,5% en el PBI, mientras que los consultores privados estiman que la misma podría rondar el 10%, cerca de la que se registró en 2002.
Seguí leyendo: