Dólar, inflación y recesión: ¿cuál es el pronóstico de los economistas para fin de este año?

En un contexto de incertidumbre, bancos y consultoras estimaron a cuánto llegará el tipo de cambio y cuál será la suba de precios y la baja en el nivel de actividad, entre otros indicadores

El cierre de comercios, uno de los indicadores de la aguda crisis local

Las consultoras y bancos le bajaron un poco más el pulgar a la economía argentina en términos de recesión y tipo de cambio, aunque a priori se moderaron levemente las expectativas de inflación.

En el último informe de FocusEconomics, afirmaron que la caída del PBI, en promedio, podría llegar al 8,8% este año, frente al -6,9% que esperaban hace 30 días y -5,5% hace dos meses.

El número más pesimista correspondió a FIEL con -12,5%, seguido por Societe Generale con -11,6% y LCG y Barclays con -11,3 por ciento. Del otro lado se ubicó UBS con -4,7 por ciento.

El equipo económico estimó una caída del 6,5 por ciento en el nivel de actividad.

Para el año próximo, el promedio esperado es de una recuperación del 4,6%, pero con amplias divergencias: Supervielle cree que llegará al 10,3% y Torino al 1,3 por ciento.

En cuanto al dólar, el promedio esperado para fin de año en el tipo de cambio oficial es de $88,61, frente a $88,56 de hace un mes y $85,14 de hace dos (valores a los que debería agregarse el impuesto del 30%). El Citi se estiró hasta $102, seguido por Econviews y HSBC con $ 100. Del otro lado se ubicó Oxford Economics con $ 79,90. Hoy, el dólar en el Banco Nación cotizaba a $ 72 y, en “las cuevas”, el dólar blue a $ 125.

Para fin de 2021, el promedio del informe prevé $116,90, pero Econviews llega hasta $ 141, mientras que el Scotiabank cree que será de $ 93.

Los analistas prevén que se mantenga la tendencia de los últimos días de suba del tipo de cambio oficial

En términos de inflación, el pronóstico bajó levemente en el último mes: de 46,3% a 45,4%, aunque todavía se ubica por encima del 42,9% esperado hace dos meses.

La cifra más alta corresponde al Citibank con 65%, seguido por Econométrica con el 62,3%, mientras que el HSBC prevé un 35 por ciento. Para el año próximo, se prevé un 41,9%, pero FIEL se estiró hasta el 60,8%, mientras que Supervielle cree que será del 41,3 por ciento.

Por otro lado, los analistas prevén que el consumo privado se derrumbará el 22,3% este año y rebote el 4,8% en 2021; la inversión fija caería 22,1% y subiría 8,8%; la industria -12,9% y 5,2%, el desempleo 13% y 12,3%; y el déficit fiscal sería del 7,1% y 4,8 del PBI, respectivamente.

“La economía de Argentina, que ya estaba en crisis, se contraerá fuertemente este año. La pandemia está afectando aún más la demanda interna y externa, así como generando un empeoramiento de la problemática posición fiscal del país”, se advirtió.

Al respecto se indicó que “el resultado exitoso de renegociaciones de deuda será crucial para evitar más turbulencias financieras y obtener acceso a fuentes de financiamiento externas”, que el país tiene cerradas desde principios de 2018, ante lo cual firmó un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

La negociación con los acreedores como BlackRock, clave para que la Argentina vuelva a tener acceso al financiamiento

En este sentido, se espera el avance de las dilatadas negociaciones entre el Gobierno y los bonistas luego de casi un mes de default. En principio, el equipo económico prevé presentar la enmienda ante la comisión de valores de Estados Unidos a la oferta original de USD 40, que cosechó un rechazo mayor al 80 por ciento. La cifra sería apenas menor a USD$ 50, aunque a la propuesta se le agregaría un cupón ligado a las exportaciones -cuestionado por algunos economistas- para llegar a USD 53. En tanto, los principales grupos de bonistas (Ad Hoc, con BlackRock a la cabeza, y los Exchange Bondholders) habrían decidido reducir sus pretensiones hasta los USD 55, por lo que, a priori, las “puntas” estarían cerca de llegar a un acuerdo.

Luego de cerrar este tema, el Gobierno deberá comenzar a renegociar la deuda de USD 44.000 millones con el FMI, ya que quiere postergar el pago al menos por otros tres años.

En un contexto de alta liquidez internacional, por el default, el Gobierno no tiene perspectivas de volver a acceder a los mercados voluntarios de deuda, para atenuar el impacto de la pandemia y atender los reclamos de todos los sectores sin apelar solamente a la emisión monetaria.

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