Luego de la guerra fría que comenzó este miércoles con el Gobierno, los principales grupos de bonistas consideraron que la diferencia con la oferta oficial es demasiado baja como para patear el tablero, pero advirtieron sobre las consecuencias de que el país siga en default.
“Sería shockeante si el Gobierno rechaza moverse algunos pocos puntos para llegar a un acuerdo. No me puedo imaginar si ellos no entienden que el caos económico actual sería mucho peor si el acuerdo falla”, expresó a Infobae una calificada fuente de uno de los tres comités. El ejecutivo aseguró que ni el ministro Martín Guzmán ni el representante ante el FMI, Sergio Chodos (clave en la negociación), “están al tanto de las consecuencias de mantener este default”.
“La diferencia sigue siendo de cinco dólares, a pesar de lo que dice el Gobierno”, dijo una fuente de uno de los fondos más importantes de Wall Street involucrado en esta batalla que por ahora se disputa sólo en el terreno financiero.
Por la escasa diferencia en el valor presente neto (VPN), una calificada fuente oficial aclaró a Infobae que “habrá un acuerdo”, pese a los fuegos de artificio lanzados entre Economía y Wall Street. La decisión política del presidente Alberto Fernández es no prolongar el default, cuando el Estado ya empieza a mostrar síntomas de escasez para seguir ampliando la ayuda fiscal a empresas e individuos en medio de la pandemia.
Por su parte, el grupo de los Exchange Bondholders dará a conocer un comunicado en el que expresará su voluntad de seguir negociando, pero de algún modo advertirá, como lo hizo anoche el comité Ad Hoc de BlackRock, que es el Gobierno el que decidió alejarse de un diálogo constructivo y que podrían hacer valer sus derechos.
Además, este comité liderado por Monarch Capital y asesorado por el abogado Dennis Hranitzky realizará a principios de la semana próxima un seminario virtual en el que dará más detalles sobre su postura en forma pública.
Este grupo, se aseguró, trabaja “en permanente coordinación” con el comité Ad Hoc y con el de Fintech, Gramercy, Hans Humes y Greylock, pese a que el Gobierno sigue subrayando que son las diferencias entre los diferentes fondos de inversión los que impiden llegar a un acuerdo.
Desde el comité de Fintech destacaron que la Argentina está acumulando una deuda de USD 11 millones en intereses por día y que la diferencia de USD 1.100 millones entre lo que ofrece Argentina y lo que pretenden “se compensa en tres meses”.
“Los 49,9 dólares que ofrece el Gobierno son aceptables pero el mercado necesita ver tres puntos de valor adicional en el cupón ligado a las exportaciones. La diferencia no vale el riesgo de dejar caer un acuerdo”, aclaró.
Al respecto, advirtió que el Gobierno debería entender cuáles serían las consecuencias de seguir y profundizar el default, en términos de inestabilidad financiera y de mayor caída de la actividad económica local.
La fuente de este comité confirmó que este diálogo con el resto de los acreedores privados se mantiene luego de cuatro semanas del inicio del default de la Argentina.
En tanto, fuentes del Gobierno indicaron que todavía deben decidir si presentan ante la comisión de valores de Estados Unidos (SEC) la oferta que ayer dio a conocer el Ministerio de Economía, que tiene un valor de mercado de 49,9 dólares más el cupón ligado a las exportaciones, que fue cuestionado por algunos economistas.
Economía se podría tomar hasta el lunes próximo para presentar esta oferta, o, de lo contrario, postergar nuevamente el plazo de las negociaciones si cree que no contará con un porcentaje de adhesión suficiente como para evitar otro fracaso como el primer canje, que cerró con una adhesión menor de 20 por ciento.
Una cuestión dejó en claro el Gobierno: no aceptará el pedido de los bonistas que quieren que los nuevos bonos se rijan por la cláusula legal (indenture) surgida del canje del 2005, que les otorga más derecho a los acreedores que la de la salida del default del 2016. “Esto está fuera de discusión”, sentenció la fuente.
Frente a esta decisión, uno de los directivos de los comités dijo: “Si es así, que ofrezcan una propuesta de 55 dólares en lugar de una de 49,9 dólares”.
En Buenos Aires, el fundador de Ad Cap Javier Timerman dijo que “lo que falta no es tanto acortar la distancia numérica entre las ofertas, que siempre son dinámicas, sino lograr que los acreedores confíen que luego de un acuerdo Argentina tiene upside”.
“Esa es la idea de una reestructuración. El equipo económico debería no sólo enfocarse en cerrar números sino también en argumentar su plan económico al menos a mediano plazo. Esa es la única forma más allá de los números de que cualquier oferta tenga sentido”, expresó el hombre del sistema financiero de muy buen diálogo con el oficialismo.
En cuanto a las consecuencias de un default, advirtió que “hay muchas, pero sobre todo se va a perder la oportunidad de capitalizar la gran oferta de dinero gratis en el mundo tanto para los corporativos como para las provincias”.
“También va a complicar el armado de un mercado de capitales en pesos que el Gobierno más de una vez y con razón ha dicho que es importante para salir de la recesión”, expresó.
Las ofertas:
La oferta del Gobierno presentada anoche es de 49,9 dólares, más el cupón ligado a las exportaciones, que pagaría entre 2026 y 2046, en base a los datos de las ventas al exterior registrados por la Aduana.
La propuesta incluye una quita de capital del 3%. El primero de los nuevos bonos vence en 2030, paga capital desde 2025 y empieza a pagar un interés del 0,1% en 2021 y desde 2028 del 1,7%, el segundo vence en 2035, paga capital desde 2031 y paga interés del 0,1% desde 2021 y del 5% desde 2029; y el tercero vence en 2046, paga capital desde 2025 e interés del 0,1% desde 2021 y del 5% desde 2029.
Además, hay dos bonos para los bonistas de los canjes del 2005 y 2010, en dólares, un par y un discount. En este caso, no hay quita de capital (ya que la quita se había efectuado en los mencionados canjes.
El discount en dólares vence en 2038, comienza a pagar capital desde 2028 e intereses del 0,1% en 2021 y del 3% en 2023; el Par vence en 2041, paga capital desde 2027 e interés desde 2021 del 0,1% y del 3% desde 2023 también.
Por otro lado, por los intereses devengados, ofrece un bono que vence en 2030 y paga capital desde 2026 e interés desde 2021 del 1% hasta su vencimiento.
La propuesta del grupo Ad Hoc, que anoche dijo, entre otras cosas, que utilizará todas las herramientas legales disponibles para cobrar (podría pedir la aceleración de alguna serie y presentar una demanda en los tribunales, como la que ya preparó el abogado Brian Pfeiffer del mencionado estudio jurídico), propone siete bonos en dólares y siete en euros.
Vencen entre 2027 y 2045, con una maduración promedio de 12,8 años, interés promedio de 3,6% y un pago por intereses devengados mitad en efectivo y mitad con un bono. Además, afirma que los bonos deben conservar los derechos legales otorgados en 2005, que son más sólidos que los emitidos en 2016. Esta oferta se presentó junto con el comité liderado por Monach.
La oferta de Fintech-Humes-Gramercy está más cerca que la de los otros, con un cupón del 3,9%, un alivio financiero para el país de USD 40 mil millones hasta 2028 y un esfuerzo fiscal adicional para el Gobierno del 0,02% del PBI.
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