Qué dicen los dueños de Vicentin sobre los créditos que recibieron del Banco Nación y cuál será su defensa ante la justicia

Sus accionistas niegan que los préstamos del mayor banco argentino se hayan incrementado en los últimos meses del gobierno de Cambiemos y aseguran que la línea crediticia llegó a USD 300 millones en junio de 2018 y quedó congelada en ese monto

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El presidente Alberto Fernández, junto
El presidente Alberto Fernández, junto a los accionistas de Vicentin.

Los accionistas de Vicentin, la empresa agroexportadora intervenida por el Gobierno para ser expropiada, aseguran que la compañía no incrementó su deuda con el Banco Nación sobre el final del gobierno de Cambiemos, que no hubo presión política para recibir financiamiento y, suscribiendo las argumentaciones de las autoridades de la entidad pública de aquella época, afirman que los problemas de la empresa se dispararon por el contexto financiero post-PASO.

Según un documento elaborado por los dueños de la empresa y difundido en medios empresariales, los dueños de Vicentin aseguran que la cuestionada línea de crédito del Banco Nación que recibió la compañía ya era de USD 170 en 2013, que llegó a USD 300 millones en junio de 2018 y que quedó “congelada” en ese valor hasta diciembre de 2019.

“En el período 2016-2019 ese financiamiento creció el 36%”, mientras que “en el período 2011-2014 creció 88%. En el 2014 inaugura la Planta Renova con la presencia de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner”, señaló el documento.

La línea de 300 millones venció en julio 2019 y no fue renovada porque excedía el límite de fraccionamiento de riesgo que aconseja el BCRA. El motivo de este exceso fue la fuerte reducción del capital del Banco Nación, de USD 4.500 millones a USD 1.500 millones entre 2017 y 2019″, agregó.

Esa caída en el capital del mayor banco argentino fue “producto de Transferencias al Tesoro nacional por el equivalente de casi USD 3.000 millones, votadas en las Leyes de Presupuesto 2018 y 2019” y de la “devaluación del peso desde abril de 2018”

El documento refuerza el punto de que no hubo nuevos préstamos sobre el final del mandato presidencial de Mauricio Macri, sino que hubo renovaciones del financiamiento ya existente, una práctica habitual en el sector exportador, especialmente durante el período de compra a los productores.

“Vicentín SA no se llevó un solo peso adicional de deuda nueva desde junio de 2018”, afirma el paper que hicieron circular sus accionistas.

“Los que hablan de nuevos préstamos en el 2019 es porque contabilizan en pesos. Producto de la devaluación de $30 a $60, la deuda pasó de $9.000 millones a 18.000 millones de pesos. También, ‘los 74 nuevos créditos’ se refieren a renovación ante la cobranza de cada exportación”, agregaron.

La planta de Vicentin en
La planta de Vicentin en la provincia de Santa Fe.

Asimismo, explicaron que en agosto de 2019 se iniciaron conversaciones para “encuadrar” la línea crediticia de la compañía. Ese plan consistía en tramitar un seguro a través de Coface, especializada en comercio exterior, por USD 100 millones y “ampliar la garantía hipotecaria con otra planta”. Una vez hecho eso, la idea era reducir gradualmente la deuda “cuando la estacionalidad comercial lo permita, es decir a partir de noviembre 2019” y, en el interín, se irían renovando vencimientos.

“En ningún momento, en agosto de 2019 ningún sector del Banco Nación mencionó las dificultades financieras de la empresa. Tampoco existieron presiones de ningún tipo por aumentar o renovar el financiamiento”, puntualizó el documento.

Los accionistas agregaron que, a partir del resultado de las PASO, se desarrollaron “eventos que afectan seriamente a muchas empresas, pero especialmente a Vicentin”. Entre ellos, la fuerte devaluación del peso, la suba del riesgo país, la caída de los depósitos en dólares que limitó el financiamiento a exportadores y la expectativa, luego confirmada, del regreso de las retenciones.

“Estas circunstancias, agravadas por la presión del Banco Nación de pretender reducir la deuda de la empresa con el Banco llevaron a la paralización de pagos del 4 de diciembre”, añadieron.

Como conclusión de lo descripto, a partir de agosto de 2019 se configuró un escenario en el que Vicentin tenía “una mayor necesidad de financiamiento, tanto en pesos como dólares para pagarle a los productores los granos, cierre del crédito externo y retiro del financiamiento en dólares de los bancos locales”.

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