El Gobierno y los acreedores trabajan para poder cerrar la negociación y poder presentar, entre viernes y lunes temprano, ante la Securities & Exchange Commission (SEC) la nueva oferta para reestructurar USD 66.500 millones emitidos bajo ley extranjera.
Fuentes oficiales aseguraron que el objetivo es prorrogar estos NDA –non disclousure agreements– por tres días –ya que vencían esta tarde– para buscar cerrar finalmente la brecha que aún existe con los comités de bonistas y poder presentar una enmienda que tenga garantizado un determinado nivel de aceptación. Entre los tres grupos de acreedores, agrupan aproximadamente el 40% de las tenencias, pero en Economía consideran que si se llega a una propuesta de consenso con ellos, luego arrastrarían al resto. O al menos a una parte.
“Es una posibilidad si se da el escenario deseable de lanzar la enmienda a la oferta el viernes 19”, respondió una fuente del Gobierno ante la consulta sobre la posible extensión de los acuerdos de confidencialidad. El ministro de Economía, Martín Guzmán, buscará cerrar el acuerdo, pero si no lo logra, es más factible que presenten la enmienda de igual manera que una nueva extensión del plazo. Pero no se descarta, de todos modos, una nueva prórroga. El tiempo le juega en contra al Gobierno, ya que si bien continúan las negociaciones, tiene un episodio de default en su haber.
En una entrevista al diario brasileño Folha de Sao Paulo, el ministro Guzmán planteó ayer que siguen negociando con los acreedores y que hasta ahora ningún bonista declaró a la Argentina en default. De todas maneras, las discusiones no serán eternas. En el mercado especulan con que el Gobierno presentará la enmienda pero que no llegarán a las mayorías que exigen las Cláusulas Colectivas (CAC), por lo que quedarán holdouts, y que, eventualmente, la Argentina podría realizar más adelante una oferta superadora.
Lo que está claro es que si bien el Gobierno quiere acordar con los acreedores, no está dispuesto a ofrecer una propuesta que valga más de USD 50 por cada USD 100 nominales. Lo que ofreció como instrumento contingente para intentar cerrar la brecha fue el cupón atado a las exportaciones, que elevaría la oferta unos dos puntos adicionales, pero todavía no está cerrado el acuerdo.
Según informó la agencia Bloomberg en las últimas horas, los grupos de acreedores Ad Hoc Bondholder Group y Exchange Bondholder Group presentaron una nueva propuesta durante el fin de semana en la que aceptan pérdidas de entre un 44% y un 46% sobre la base del valor presente neto (VPN).
Y en esa alternativa, reiteraron la necesidad de un incentivo vinculado al PBI de la Argentina, basado en cifras del Fondo Monetario Internacional, en lugar de relacionarlo a la evolución de las exportaciones agropecuarias. Si bien se acercaron las posiciones, todavía queda una diferencia que no logra conciliarse. En Economía aseguran que no sólo surgen diferencias entre los distintos grupos de acreedores, sino también entre miembros de un mismo comité, lo que dificulta aún más la negociación.
Durante la entrevista al diario brasileño, Guzmán remarcó que la oferta realizada a los acreedores se hizo pensando en la sostenibilidad, de forma tal de que lo que se firme pueda ser pagado. Hicimos una oferta pensando en la sostenibilidad: lo que Argentina quiere es redefinir sus compromisos de una manera que pueda cumplir. "Hemos avanzado en el proceso de normalización de las tasas de interés, y queremos reducir el valor, que es, en promedio, 7,5% en dólares, a algo que podamos sostener. Hubo una parte de los acreedores que siguieron, y una parte que no lo hizo, y la negociación continúa”, detalló el funcionario en la entrevista.
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