En momentos en que el gobierno de Alberto Fernández negocia con bonistas internacionales la reestructuración de la deuda pública por USD 66.000 millones, el ministro de Economía Martín Guzmán dijo en una entrevista con el medio brasilero Folha de Sao Paulo que “ningún acreedor declaró formalmente que Argentina estaba en default” por lo que siguen negociando para llegar a un acuerdo.
Según infiere el diario, el titular de la cartera económica remarcó que “confía en que cerrará un acuerdo con los acreedores esta semana”. Guzmán no taxativamente en la entrevista.
En el reportaje ofrecido en su oficina en Buenos Aires, Guzmán dijo que confía en el progreso de las negociaciones y que, después de cerrar un acuerdo con los acreedores, Argentina pasará esta página en relación con la deuda para dedicarse a otras áreas de la economía.
Cabe recordar que el Gobierno extendió hasta el 19 de junio el vencimiento del plazo de la oferta de renegociación de USD 66.000 millones en títulos públicos.
La extensión del vencimiento del prospecto que venció el último viernes fue prorrogada nuevamente ya que el Gobierno decidió mejorar dicha oferta sobre la base de las últimas recomendaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI) y volverá a realizar una ronda de intercambios con los acreedores.
Consultados sobre si Argentina se encuentra en una situación de cesación de pago de su deuda pública, Guzmán respondió: “Cuando asumimos el control, el país ya enfrentaba condiciones de financiamiento prohibitivas. Y la deuda estaba en una situación totalmente insostenible. El riesgo país era excesivamente alto. Argentina ya no tenía acceso al mercado crediticio internacional y esta situación no ha cambiado”.
Estamos bajo un acuerdo de confidencialidad y estamos negociando. Hasta el momento, ningún acreedor ha declarado a Argentina en una moratoria
Con respecto a la relación con el FMI aseguró que hubo una implicación constructiva con el organismo de crédito Internacional, que participó en la evaluación de la capacidad de pago del país y declaró que la deuda argentina era insostenible.
“Hicimos una oferta pensando en la sostenibilidad: lo que Argentina quiere es redefinir sus compromisos de una manera que pueda cumplir. Hemos avanzado en el proceso de normalización de las tasas de interés, y queremos reducir el valor, que es, en promedio, 7,5% en dólares, a algo que podamos sostener. Hubo una parte de los acreedores que siguieron, y una parte que no lo hizo, y la negociación continúa”, detalló el funcionario.
Para Guzmán, que la deuda soberana sea sostenible implica que la secuencia de pagos se alinee con una secuencia fiscal y con una secuencia de saldos comerciales que permitirán a Argentina recuperarse
E insistió: “Estamos bajo un acuerdo de confidencialidad y estamos negociando. Hasta el momento, ningún acreedor ha declarado a Argentina en una moratoria”.
Con respecto a los problemas que impiden que Argentina pague su deuda, mencionó que existen restricciones muy fuertes. “Desafortunadamente, tuvimos una secuencia muy negativa de eventos económicos. Entre 2015 y 2019, hubo una retracción del PBI (Producto Bruto Interno). La economía ya estaba en caída”, destacó.
Para Guzmán, que la deuda soberana sea sostenible implica que la secuencia de pagos se alinee con una secuencia fiscal y con una secuencia de saldos comerciales que permitirán a Argentina recuperarse.
En otro orden, el ministro de Economía se refirió al vínculo bilateral entre Argentina y Brasil y consideró que “sería muy bueno para ambos países que la relación se profundice”.
“Brasil es el país más grande de la región y el que tiene el mayor volumen económico, con quien compartimos problemas estructurales, como la informalidad, la crisis de empleo y la necesidad de promover el crecimiento de la productividad. Por lo tanto, es muy importante que se profundice la agenda de cooperación”, planteó.
Ante la pregunta sobre qué áreas de la economía serían prioritarias en la relación bilateral, Guzmán señaló: “Hay grandes oportunidades en la economía real, y ahí es donde se debe poner el foco. Hay sinergias positivas que deben explorarse, en sectores específicos y en logística, infraestructura. El presidente Alberto Fernández tenía reservas sobre el acuerdo del Mercosur con la Unión Europea. Y en Europa, hay países que son reticentes con respecto a las políticas climáticas y ambientales de Brasil”.
Asimismo, dio que el acuerdo con la Unión Europea es un tema importante, pero que hay dudas de todas las partes. Dado que se realizó a través de negociaciones sin transparencia y sin legitimidad en relación con la sociedad.
Brasil es el país más grande de la región y el que tiene el mayor volumen económico, con quien compartimos problemas estructurales, como la informalidad, la crisis de empleo y la necesidad de promover el crecimiento de la productividad
En otro orden, destacó que es posible reanudar las negociaciones del bloque, a pesar de la distancia ideológica entre Brasil y Argentina. “Nuestro gobierno cree que la cooperación siempre es bienvenida y deseable, pero siempre cuando está alineada con las necesidades”, aseguró.
Por último, respondió acerca de la agenda que tiene la cartera que conduce además de la gestión de la deuda pública y señaló que existe un conjunto de medidas de estabilización macroeconómica, al tiempo que busca proteger a la economía de las consecuencias del coronavirus.
“Con respecto a las medidas que buscan el camino del desarrollo sostenible, hay dos pilares principales. Uno es el pilar macroeconómico, la estabilidad, otro es el pilar de las políticas dirigidas a las cadenas de producción”, aseveró.
“Consideramos que el Estado tiene un papel en la generación de un entorno que permita que el sector privado sea más dinámico e inclusivo. Finalmente, necesitamos que los sectores público y privado desarrollen instrumentos de ahorro y financiamiento interno, en nuestra propia moneda. Argentina tiene una larga historia de altibajos, crisis recurrentes de balanza de pagos, incluidas crisis de deuda pública”, concluyó.
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