Las concesionarias lentamente empiezan a abrir sus puertas luego de varios meses casi sin actividad, el sector comienza a reorganizar su trabajo de la mano de protocolos de seguridad e higiene. Pero, mientras el segmento de lo 0 km busca apuntalar sus ventas en las promociones, el de los usados ofrecidos por locales comerciales aprovecha la casi inexistencia de operaciones directas entre privados.
Con la cuarentena obligatoria la oferta a través de los denominados “tachitos” (por la costumbre de poner una lata en el techo de la unidad que se quiere vender), el sector institucionalizado acaparó todas las transacciones.
Según publicó la Cámara del Comercio Automotor (CCA) en mayo se vendieron 77.774 unidades, representó una fuerte baja del 48,83% comparado con igual mes del año anterior (152.003 unidades). Pero si se lo compara con abril, cuando se registraron 18.023 unidades, la suba llega al 331,43 por ciento.
Parte de este incremento en las ventas, sin tener en cuenta la reapertura, tiene que ver con la persistencia de una amplia brecha entre el precio del dólar con el Impuesto PAIS y los alternativos. “En un relevamiento hecho por nuestra institución con socios que tienen agencia desde Jujuy hasta Ushuaia (autorizadas por sus respectivas provincias) mostró que el salto del dólar blue tuvo un efecto muy interesante no sólo en el 0 km sino también en el usado semi nuevo", dijo el presidente de la CCA, Alberto Príncipe.
Mientras, agrega el dirigente mercantil: "se está en conversaciones con bancos para lograr créditos accesibles para nuestro mercado”, porque la cuarentena modificó el formato del negocio.
Se está en conversaciones con bancos para lograr créditos accesibles para nuestro mercado (Alberto Príncipe)
Aunque ahora hay protocolos, Príncipe dijo a Infobae: "las visitas a los salones de venta es muy poca en el AMBA, no así en el interior de Argentina. La gente consulta por las plataformas tradicionales de Internet, correo electrónico o WhatsApp. Este es un negocio que entre 70% u 80% de los casos de operaciones empiezan en internet en las plataformas comerciales”.
Otro punto positivo para el sector formal es que esta situación frenó a la principal competencia que tienen que es la venta individual, en plazas y otros espacios verdes. “Como no se puede salir a la calle es muy difícil mostrar una unidad. Si a eso le suma que no podrían ir a un registro automotor porque solo pueden circular personas esenciales así que mientras nosotros tenemos a nuestros gestores, el que lo vende así no puede hacer el 08 ni la VTV ni nada”, explicó a Infobae el dueño de un concesionario de usados de la zona del barrio Agronomía.
Se destaca que las mayoría de las ventas se suceden en el interior -antes se concentraban en la Ciudad y el Gran Buenos Aires- “porque se flexibilizó más rápido y porque hay más cercanía entre las personas”, dijo Príncipe. Y destacó: “el problema que hoy enfrentamos es que este es un negocio único ya que se entrega una unidad en parte de pago; y como no se puede circular para entregarla, persiste la traba para operar, pero estamos intentando solucionarlo”.
En esta nueva normalidad también lo que se cambió es la forma de la operación. Los concesionarios aprovechan que ya tienen sus gestores habilitados y eso les permite la posibilidad de trasladarse sin inconveniente a los registros que reabrieron hace días para llevar la documentación y trámites de cambio de dominio. Pero también, en algunos casos, hacer una especie de delivery de toda la operación, ir a buscar el auto si está en parte de pago, ir a realizar la cotización si se usa un auto usado como parte de pago, su cotización y retiro.
En esta nueva normalidad algunas concesionarias ofrecen:
1. Pasar por el domicilio;
2. Tomar la firma para los contratos prendarios;
3. Cotizar la unidad a entregar y cuando se concreta la operación se coordina para entregarla en la dirección del cliente y, en ese instante, intercambiar las llaves y retirar la unidad ofrecida como parte de pago;
4. Registrar el auto a través de gestores propios.
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