Tras haber enfrentado un mes de abril extremadamente malo, con muchos sectores en parálisis total, los industriales vieron un leve rebote de su actividad en mayo. Ese repunte, a su vez, debe analizarse considerando otras dos proyecciones: no evitará que se pierdan empleos y está lejos de alcanzar para que la industria salga de uno de los niveles más bajos en términos históricos.
Las conclusiones surgen del Indice de Expectativas Industriales (IEI), un nuevo indicador presentado hoy por el Instituto de Economía de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), que describe las perspectivas de los industriales argentinos para los próximos tres meses.
“Pese a que ven un pequeño rebote en mayo, en lo relativo a la dotación de personal las perspectivas son tan malas como en abril. Ocho de cada diez empresarios encuestados piensan que la cantidad de empleados va a bajar, que aún cuando ese rebote se sostenga no va a poder evitar que haya despidos”, explicó el economista Fausto Spotorno, responsable del informe.
“Lo que los industriales dicen es que están esperando algo de reactivación y que eso puede impactar en una mayor cantidad de horas trabajadas, pero no va a evitar que se reduzca la cantidad de personal”, agregó.
El IEI refleja las perspectivas de crecimiento o caída de la actividad industrial, a través de un relevamiento entre más de 500 industriales de diversos sectores, incluyendo pymes y grandes compañías. Es un índice que va de 0 a 100; cuando es mayor a 50, indica que se espera una expansión en la industria, mientras que un valor por debajo de 50 señala expectativas de contracción. Cuanto más lejano a 50 es el valor, más fuerte será la expansión o la contracción esperada.
En mayo, el IEI presentó un valor de 32,4, el cual representa una mejora con respecto a abril, en que el índice se desplomó hasta el 24,9, el más bajo de toda la serie.
“Si bien se observa una mejora en las expectativas con respecto al mes de abril, las perspectivas todavía se muestran en el área de contracción y muy por debajo de los valores históricos", apunta el informe.
El indicador se elabora en base a preguntas a los industriales con respuestas predeterminadas (“mejor, igual o peor”) sobre 4 áreas: Producción Industrial Esperada, Dotación de personal, Horas trabajadas y Utilización de Capacidad. La suba de mayo con respecto a abril se debió principalmente a la mejora en las expectativas de la producción industrial y de las horas trabajadas, una perspectiva positiva que no se observó en cuanto a la cantidad de trabajadores y al uso de la capacidad ociosa.
Lo que los industriales dicen es que están esperando algo de reactivación y que eso puede impactar en una mayor cantidad de horas trabajadas, pero no va a evitar que se reduzca la cantidad de personal (Fausto Spotorno)
La flexibilización de algunas restricciones impuestas por el Aislamiento social preventivo y obligatorio para enfrentar el Covid-19 impactaron en la mejora de las perspectivas. Spotorno apunta que el ejemplo más claro es el de la industria automotriz, que atravesó en abril uno de los peores meses de su historia, con cero vehículos producidos y escasas operaciones de exportación. En mayo, la moderada reapertura de las fábricas hizo mejorar las proyecciones. A la vez, el economista aseguró a Infobae que pueden registrarse casos similares en el sector textil, la industria metalmecánica o la fabricación de insumos para el sector agropecuario.
“En abril se tocó fondo y en mayo comenzó un rebote gracias a que se permitió la reapertura de las fábricas que habían sido cerradas por la cuarentena obligatoria. Se ve más actividad, pero aún muy por debajo del registro del año pasado”, apuntó Spotorno.
El economista explicó que este nuevo índice que comenzó a publicar la UADE tiene como objetivo “explicar en el muy corto plazo cómo marcha la economía. En el mejor de los casos lo anticipará unos meses y en el peor, por lo menos nos dirá cómo está la actividad en este preciso momento. Otros indicadores, si bien pueden medir con más precisión, suelen atrasarse hasta algunos meses con respecto al período que buscan medir”. Esta clase de indicadores, según explicó Spotorno, conocidos en el mundo como PMI (Purchase Managers Index o Indice de Gerentes de Compras) fue muy utilizado desde que explotó el particular escenario económico global de la pandemia.
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