La caída de la recaudación, la falta de acceso al mercado de deuda y el aumento del gasto que se volvió necesario para enfrentar el impacto económico de la pandemia de coronavirus COVID-19 dejó al Gobierno con una sola vía para conseguir fondos: emitir dinero. Datos acumulados de lo que va del año muestran que por cada peso nuevo de déficit el Banco Central emite un nuevo peso para financiar al Tesoro. Y que como resultado la emisión monetaria es la más alta de los últimos 30 años.
“A partir de marzo 2020, el aislamiento generó una rápida caída de la actividad económica que tuvo dos efectos clave sobre las finanzas públicas. En primer lugar, la necesidad de aumentar el gasto social y el gasto en salud para sostener a una gran porción de la población sin ingresos propios, y, en segundo lugar, una gran merma en la recaudación atada al nivel de actividad y dependiente del cobro de impuestos al consumo”, analizó un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF) que lleva la firma de Nadín Argañaraz y Bruno Panighel.
En lo que va del año, la entidad conducida por Miguel Pesce emitió más de $ 1 billón para financiar al sector público. Por supuesto, se trata de un récord nominal histórico, pero en países con más de 50 puntos de inflación anual y más de una década de inflación alta, los récords nominales dicen poco. Constantemente las cifras rompen récords.
Sin embargo, aún para el paladar argentino acostumbrado a ver como los números superan umbrales todo el tiempo, la expansión monetaria de este año es poco habitual.
Argañaraz y Panighel la comparan con el PBI anual para dar una mejor dimensión. Y, bajo ese estándar, encuentran que es la expansión monetaria más importante de las últimas tres décadas.
“En el acumulado hasta mayo de 2020, el BCRA distribuyó un total de $740.000 millones por concepto de utilidades y un total de $312.000 millones por concepto de adelantos transitorios. Estos dos componentes constituyen lo que se denomina asistencia directa del Banco Central al Tesoro y representan una emisión monetaria sin respaldo (espuria). Los $1.052.000 millones de asistencia directa del BCRA implican una emisión del 3,5% del PBI estimado para 2020, convirtiéndose en la mayor cifra de los últimos 30 años”, explicaron.
El economista Fernando Marull, en su último informe, hace hincapié sobre el mismo punto. Y advierte que semejante desequilibrio terminará impactando en precios así como también en el valor del dólar.
“La demanda de dinero no es infinita, es como una fuente que tiene un límite y la emisión para cubrir el déficit una canilla que está siempre abierta. Cuando la fuente se llena, se desborda. Y ese desborde, que es una oferta de pesos mayor a la demanda de dinero, se transforma en personas que apuran compras de bienes y servicios o se van a dólar. Ese exceso de pesos se transforma en demanda que presiona al alza a los precios”, dijo Marulll a Infobae.
Sin fuentes de financiamiento a la vista, un acuerdo relativamente exitoso con los acreedores por la deuda podría abrir alguna fuente de fondos pero no se espera que sea relevante, el consenso es que la tendencia continuará en el año.
“En los próximos días, la asistencia al Tesoro continuará siendo la principal fuente de expansión de la base monetaria, frente a la debilidad de la recaudación tributaria y la necesidad de gasto con un mercado de crédito muy limitado. Esperamos que a fin de año la base crezca al 75% anual, y se ubique en $ 3,3 billones, lo cual implica que haya absorción monetaria a finales de año”, analizó un informe de Econviews, la consultora de Miguel Kiguel.
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