El empleo registrado sufrió en abril la mayor baja de los últimos 18 años y las proyecciones para el próximo trimestre son negativas

El Ministerio de Trabajo dio cuenta de sendas disminuciones de 0,6% en el mes y 3,1% en el último año. Afectó a más de 91.000 asalariados respecto de marzo y 254.000 en comparación con un año antes. Las expectativas para el trimestre mayo-julio

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Pocas actividades, y con protocolos
Pocas actividades, y con protocolos estrictos de protección y distanciamiento, comenzaron a operar en la segunda mitad de mayo (Reuters)

Las drásticas caídas que en abril acusaron los índices del Indec de producción industrial, y más aún de la construcción, fueron determinantes de la severa disminución del empleo formal, pese a que el Gobierno dispuso la prohibición de los despidos mientras se extienda el período de cuarentena el cual se encamina a superar un trimestre, desde el primer decreto que se puso en vigencia el 20 de marzo.

Ya los datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), adelantado por Infobae, habían anticipado la reducción en 12.000 de las empresas que pudieron cumplir en abril con el pago de los aportes y contribuciones sobre la nómina salarial de 1,3 millones de trabajadores en relación de dependencia, aunque de ese total 254.000 se agregaron en los últimos 12 meses.

Y según la serie de la Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) del Ministerio de Trabajo, la cual se nutre de los datos aportados por el SIPA, una baja del empleo registrado del 0,6% en un abril no se observaba desde la crisis de 2002, luego de la drástica combinación de default, desdolarización compulsiva, y devaluación del peso, tras la crisis institucional de fines de 2001 que terminó con la renuncia del presidente Fernando de la Rúa.

Una baja del empleo registrado del 0,6% en un abril no se observaba desde la crisis de 2002, luego de la drástica combinación de default, desdolarización compulsiva, y devaluación del peso

Mientras que una caída de 3,1% del total de los puestos de trabajo en la comparación interanual no ocurría desde febrero de 2003, previa a la normalización institucional, en mayo de ese año.

“Cabe destacar que la reducción de la tasa de desvinculaciones, que se desplomó un 50% en relación al mismo mes del año anterior, fue motivada fundamentalmente por la caída de las renuncias (la tasa de salida por decisión del trabajador cayó 0,5 punto porcentual) y los despidos sin causa se contrajeron 0,25 punto porcentual). El menor número de renuncias se correlaciona con la súbita paralización de las contrataciones de personal, ya que una parte relevante de las renuncias se producen habitualmente porque los trabajadores deciden mejorar sus condiciones laborales cambiando de empleo. En cambio, la contracción del volumen de cesantías se debe a la vigencia desde abril del Decreto 329/2020 que dispuso la prohibición de los despidos sin justa causa y por las causales de falta o disminución de trabajo y fuerza mayor”, informó la cartera laboral que conduce Claudio Moroni.

Expectativas de las empresas

“Con el aislamiento social como producto de la pandemia plenamente vigente, el relevamiento de las expectativas respecto a la evolución futura del empleo, continuó siendo negativa. Las expectativas netas de aumento de personal, reflejadas en la diferencia entre la proporción de empresas que esperan aumentar sus dotaciones y aquellas que esperan disminuirlas, se ubicaron en el valor más bajo de la serie (6,8%), continuando la tendencia del mes pasado. Del 9,2% de las empresas que declararon que harán cambios en sus dotaciones en los próximos 3 meses, el 8% esperaba disminuir la dotación y sólo un 1,2% estima que la aumentará”, agregó la EIL.

A nivel regional la caída de los puestos de trabajo en los últimos 12 meses fue liderada por Jujuy con 8,5%; seguida en segundo lugar por Gran Mendoza 4,9%; Gran Córdoba 4,1%, y Gran Buenos Aires y Gran Santa Fe 3,1%, y Gran Resistencia 3%, donde el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio se cumplió con mayor rigor, no sólo por el decreto de necesidad y urgencia, sino por la parálisis de las actividades productivas y comercial que impuso la aparición de casos de la COVID-19.

A nivel regional la caída de los puestos de trabajo en los últimos 12 meses fue liderada por Jujuy con 8,5%; seguida en segundo lugar por Gran Mendoza 4,9%; Gran Córdoba 4,1%, y Gran Buenos Aires y Gran Santa Fe 3,1%, y Gran Resistencia 3 por ciento

Si bien en los 11 aglomerados del interior del país se registraron bajas de la nómina de personal declarado por las empresas con más de 10 empleados en relación de dependencia, sobresalió la resiliencia observada en Mar del Plata y Bahía Blanca, dado que las desvinculaciones netas aumentaron 0,4% en comparación con un año antes.

Mientras que también se destacaron dos aglomerados en donde los registros de abril superaron a los de marzo del corriente año: Gran Tucumán 0,6% y Bahía Blanca 0,1 por ciento.

En tanto que por rama de actividad sobresalieron las disminuciones del 21% en la construcción; 3,1% en la industria manufacturera y 2,9% en el agregado del comercio, restaurante y hoteles.

La Encuesta de Expectativas del Indec para el trimestre mayo a julio próximo arrojó reducciones del plantel en 46,5% entre las empresas que se concentran en la obra pública y en 44,2% de las que se dedican preponderantemente a la construcción privada, y solo presupuestaron incorporaciones netas el 5,6% y 2,3%, en el mismo orden.

En el caso del conjunto de las manufacturas industriales el organismo oficial de estadística anotó proyecciones de disminución de la nómina en 31% de las compañías consultadas, y aumento en 6,1 por ciento.

Cabe notar que el universo relevado por la EIL es de 63.263 empresas con un total de 3.222.013 empleados en relación de dependencia, sobre un total de 526.434 que presentaron sus declaraciones juradas con aportes personales y contribuciones patronales al Sistema Integrado Previsión Argentino (SIPA) correspondiente a 7.789.348 trabajadores.

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