Como es habitual desde que Miguel Pesce asumió la presidencia del Banco Central, el dólar interbancario volvió a subir este jueves unos nueve centavos, a un renovado nivel máximo de 68,90 pesos.
Con las restricciones a la demanda formal de divisas vigentes desde el viernes pasado se reactivan las posturas a través de los canales alternativos.
Así, recuperó la tónica alcista el dólar MEP o dólar Bolsa, cotización implícita en la compraventa de bonos y acciones que se negocian en el mercado local y el exterior, y que permite acceder a dólares en una cuenta en Argentina. Éste se transó al cierre en $108,50, con alza de 73 centavos o 0,7 por ciento. También la operatoria de contado con liquidación, que permite de hacerse de divisas en una cuenta en el exterior, avanzó 32 centavos, a 114,62 pesos por cada dólar.
Mientras, el dólar blue, en un reducido mercado marginal, fue ofrecido a 123 pesos, con una brecha de 78,8% respecto del oficial mayorista.
Las reservas internacionales del Banco Central se incrementaron el miércoles unos USD 10 millones y finalizaron en los 42.671 millones de dólares.
No obstante, al BCRA no le resulta sencillo sumar activos, a pesar de haber ampliado las restricciones a partir del 28 de mayo. El total operado en la plaza de contado (spot) volvió este miércoles al nivel de USD 200 millones, un monto mediocre para la época del año, que concentra entre abril y junio el saldo exportador de la cosecha gruesa, y muy inferior a los USD 380 millones negociados el viernes pasado.
El monto operado este jueves en el segmento de contado (spot) alcanzó USD 208,8 millones, mientras que en futuros se transaron USD 167 millones en el Mercado Abierto Electrónico (MAE) y otros USD 409,7 millones en el ROFEX. Los contratos de dólar futuro para fin de mes terminaron en $70,52, mientras que para agosto cerraron a 75,29 pesos.
“La autoridad monetaria alternó puntuales ventas con compras que absorbieron el exceso de oferta, quedando con un saldo a favor de USD 65 millones”, refirió Gustavo Quintana, operador de PR Corredores de Cambio.
Entre otras medidas oficiales, desde el viernes pasado se prohibió la compra de divisas en el mercado mayorista para importación de bienes a las firmas que tengan “activos líquidos” en moneda extranjera o hayan reducido deudas con el exterior en relación con el 1 de enero de 2020.
Un análisis de Ecolatina concluye que “las cotizaciones paralelas tendrán un impacto más significativo en la inflación”, dado que “el costo de reposición es una variable clave para determinar el precio de un producto, y que a partir de ahora muchas empresas tendrán que importar usando dólares ahorrados“, aunque luego recomprarlos por el canal bursátil es más caro que en la plaza oficial.
“En un país tan incierto y volátil como la Argentina, tener que desprenderse de divisas propias para importar conlleva un riesgo muy alto. Quienes no estén seguros de poder vender y obtener una ganancia de aquello que importen, posiblemente dejen de hacerlo”, refirió Ecolatina.
Además, la autoridad monetaria impidió el acceso al mercado de cambios oficial a las firmas que hubieran realizado operaciones de contado con liqui o MEP por un plazo de 90 días desde la transacción, e introdujo un “parking” de cinco días a dichas operaciones.
La Cámara de Importadores de la República Argentina advirtieron que este plazo 90 días dejó “sin margen de maniobra a muchas empresas cuyas importaciones deben contar con un pago anticipado como condición comercial para iniciar su fabricación en origen. Si tienen dólar MEP o contado con liqui no pueden hacer ningún egreso de divisas, o sea no es sólo para anticipos sino también para todos los pagos al exterior”.
Desde Portfolio Personal Inversiones señalaron que las medidas restrictivas “en su conjunto llevaron a una baja de la brecha” que al promediar mayo fue próxima a un 100 por ciento, aunque dicha tendencia “sería transitoria y vinculada también en parte al acercamiento del Gobierno y acreedores respecto de la deuda”.
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