Las imposiciones de la cuarentena llevaron a muchos argentinos a utilizar por primera vez medios de pagos digitales, que abarcan desde el uso de tarjetas y cajeros automáticos hasta el enorme menú de transferencias, pagos QR, billeteras virtuales y muchas otras herramientas. El encierro, el consumo a distancia y las accidentadas restricciones para el funcionamiento de las sucursales bancarias y los centros de cobranza prometen generar un nuevo escenario para el mundo de los pagos digitales que tal vez forme parte de lo que algunos se aventuran en llamar como “la nueva normalidad”.
Durante el primer mes completo de cuarentena, abril, se sumaron 2,6 millones de usuarios a las distintas plataformas contempladas dentro del estudio de Uso del Dinero Electrónico (UDE), como se denomina a los movimientos de dinero a través de los cajeros automáticos, la computadora o el celular, y las diversas aplicaciones para hacer pagos, transferencias y otras operaciones.
El informe, elaborado por Red Link en base a sus operaciones, registró aumentos en las transferencias inmediatas (23,7%), home banking (22,8%), pago electrónico de impuestos y servicios (22%), uso del mobile banking (17,5%), uso de aplicaciones móviles (19,4%) y de la billetera electrónica (90,4%). La caída en el consumo se reflejó en una baja del 28% en las operaciones con tarjeta de débito en terminales POS, que se compensó con una suba del 143% en las operaciones de comercio electrónico.
“La cuarentena obligatoria como medida preventiva, que mantiene aislados en sus hogares a gran parte de la ciudadanía, refuerza la necesidad de acrecentar los procesos de transformación digital, tanto para empresas como comercios. Pero fundamentalmente plantea el desafío de que ciudadanos se familiaricen con estas plataformas”, asegura el informe.
Pero un punto relevante de lo que viene ocurriendo con los medios electrónicos de pago durante la cuarentena no pasa solo por el uso más intenso de los medios digitales por parte de los usuarios bancarizados sino por la incorporación de los no bancarizados. La emergencia del coronavirus podría significar el paso a la inclusión financiera para muchos millones de personas.
El gerente de Tecnología de Red Link, Guillermo Calabrese, asegura que la cuarentena fue “un cimbronazo” en el uso de la tecnología “en el que aparecieron nuevos comportamientos de los usuarios”, en su mayoría sin poder salir de sus casas.
Destaca que las plataformas y los servicios, al margen de la aceleración que trajo la pandemia, requieren su tiempo. "Hace falta un período de maduración. Aún en el caso de las plataformas que ya tienen todo, hay que ver el tiempo que lleva la adopción de cada herramienta para los usuarios y los comercios que utilizan esos canales digitales,” señaló Calabrese.
Asegura que hubo “un cambio actitudinal en el usuario de los cajeros”, por el cual el tradicional cliente que extrae todo su sueldo a principio de mes y lo divide para afrontar distintos gastos, ahora hace lo mismo pero con transferencias: “Lo que antes se extraía y se guardaba en un sobre, ahora se transfiere desde el celular o la computadora en el momento en que hace falta”.
Un informe de Mercado Pago afirma que, a partir del aislamiento obligatorio, se observó “un gran crecimiento en usuarios de cuentas digitales y en el uso de nuestros principales flujos de transacciones”. El incremento en el uso de medios electrónicos alcanzó el 48% en operaciones tales como “recibir y enviar dinero a otras personas, pagos en comercios de proximidad (verdulería, carnicería, almacenes, supermercados, librerías), así como también compras no presenciales, como el pago de servicios e impuestos”.
El 41% de los usuarios de las tarjeta prepagas Mastecard de Mercado Libre son no bancarizados. Dentro de ese segmento, el consumo promedio durante el particular escenario de la cuarentena se duplicó en relación al del último trimestre de 2019. Y su compra promedio resultó un 7% más alta que los que tienen cuenta bancaria.
Pago del IFE
Atado al complejísimo pago del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE), el bono de $10.000 que la Anses proporcionó a beneficiarios de la AUH, personal doméstico y monotributistas para sobrellevar la pandemia, otra señal de crecimiento de los medios electrónicos durante la cuarentena fue la Cuenta DNI del Banco Provincia, una aplicación que permitió abrir una caja de ahorro de forma remota y hacer pagos y transferencias.
La Cuenta DNI del Banco Provincia fue presentada por el presidente Alberto Fernández y el gobernandor bonaerense Axel Kicillof el 8 de abril. Tanto peso político no fue casual: 5 días antes se habían registrado fuertes aglomeraciones en los bancos, contrariando todas las recomendaciones sanitarias que el gobierno quería imponer.
Ese operativo contrarreloj permitió a algo más del 5% de los beneficiarios del IFE, 427.000 personas, cobrar los $10.000, ya que esta app fue la única aceptada por la Anses. Pese a que en un principio el organismo previsional anunció que iba a aceptar a Mercado Pago y otras billeteras electrónicas con las que tiene firmado un convenio, la idea se desactivó y la única utilizada fue la del Banco Provincia.
Según datos de la entidad, el 65% de quienes bajaron la app son nuevos clientes, en su mayoría no bancarizados. Del total de los usuarios de Cuenta DNI, un 60% tiene entre 18 y 30 años y un 24% tiene entre 31 y 50. En cuanto al género, casi no hubo diferencias entre hombres y mujeres.
En sus primeros dos meses de uso, a través de la aplicación se realizaron 465.000 transferencias por $2.100 millones de pesos, 122.000 recargas de celulares y 9.000 compras en comercios.
El enorme universo que recibió el IFE, 8,3 millones de personas, puede dejar dentro de la inclusión financiera y de la familiarización con medios electrónicos de pago a un enorme segmento de la sociedad.
“Lo esencial en el pago del IFE es que haya tenido muchas alternativas y que se promocione cada canal en virtud de los beneficios que le puede dar a cada usuario. En un plan así, no se le puede decir a toda la población ‘bájense la app’ o que usen un único mecanismo. Hace falta una solución equilibrada para que sea lo más solidario posible”, apuntó Calabrese.
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