Tras dos horas de reunión en la quinta de Olivos con algunos de los principales empresarios del país, el presidente Alberto Fernández les pidió apoyo para lograr sacar a la Argentina adelante tras la crisis que afronta el país producto de la pandemia. Coincidieron en la necesidad de trabajar en conjunto en un plan de reactivación pos Covid-19 y desde el Gobierno les manifestaron que esperan una solución favorable a la negociación de la deuda externa para encaminar el proceso de recuperación.
Participaron del encuentro Luis Pagani, dueño de Arcor; Sergio Kaufman, de Accenture; Miguel Acevedo, de Aceitera General Deheza y presidente de la UIA; Daniel Herrero, CEO de Toyota; Luis Pérez Companc, de Molinos Río de la Plata; Marcos Bulgheroni, de Panamerican Energy (PAE); Javier Madanes Quintanilla, de Aluar; el presidente de IDEA, Roberto Murchison; Mariano Bosch, de Adecoagro; y Martín Migoya, de Globant.
El CEO del Grupo Techint, Paolo Rocca también estaba invitado, pero confirmó que no participará del encuentro porque preside la reunión del board de Tenaris a nivel global.
Coincidieron en la necesidad de trabajar en conjunto en un plan de reactivación pos Covid-19 y desde el Gobierno les manifestaron que esperan una solución favorable a la negociación de la deuda externa para encaminar el proceso de recuperación
El mandatario estuvo acompañado por los ministros de Interior, Eduardo de Pedro y de Economía, Martín Guzmán, y los secretarios de Asuntos Estratégicos, Gustavo Béliz y General de la Presidencia, Julio Vitobello, además del jefe de Asesores, Juan Manuel Olmos.
“Fue una discusión sobre el día después de la pandemia. Cómo empezar a poner en marcha la economía. Juntó a decisores directos de las compañías, muy interesados en construir acuerdos y en proyectar a futuro. Fue un encuentro muy positivo y con ganas de empezar a hacer cosas”, afirmó Kaufman a Infobae, al término de la reunión. Y agregó: “El mundo está cambiando; la pandemia te obliga a repensar todo y al Presidente le gusta escuchar al sector empresario, por lo que quedamos en seguir trabajando en conjunto".
Por su parte, Acevedo afirmó: “El equipo económico está trabajando en la salida de la crisis. Nosotros no vamos a hacer ningún plan económico, sino que vamos a poder ayudarlos a que conozcan los sectores y cuáles son los problemas que estamos teniendo, tanto a nivel local como internacional. Esta situación implicó un cambio radical en muchos sectores de la economía en el mundo”.
La negociación de la deuda fue mencionada como una condición fundamental para que la Argentina pueda comenzar a crecer una vez pasada la pandemia. No se habló en detalle sobre el proceso, que se encuentra en su fase final, pero los funcionarios se mostraron optimistas. “Nadie le preguntó específicamente cómo venía la negociación, pero somos todos optimistas. No es una discusión fácil y el Gobierno tiene que defender su posición”, señaló otro de los empresarios presentes.
Los empresarios citados pertenecen a rubros variados, por lo que Fernández pudo escuchar, de cada uno de ellos, la realidad de cada actividad y cómo ven el presente y el futuro en medio de la inédita coyuntura.
Bosch, del sector agropecuario, fue uno de los más optimistas, ya que fue de los pocos sectores que siguió en funcionamiento en medio de la cuarentena. Lo mismo la industria alimenticia, aunque con la salvedad de que no todos los rubros dentro de esa actividad tuvieron una buena performance, ya que los consumidores priorizan el consumo básico y la higiene. En el caso de la economía del conocimiento, el sector espera que se apruebe pronto la nueva ley, que permitirá potenciar más una actividad que, pese al coronavirus, siguió creciendo.
En el resto de los rubros, si bien hay muchas fábricas operando casi al 100%, las ventas están muy deprimidas. “Ahora es el momento de la demanda”, afirmó Kaufman. La parálisis generada por la cuarentena provocó una caída generalizada en los ingresos, que se está traduciendo en una caída en el consumo. Y ésa será la clave de todo el trabajo que empresarios y Gobierno deberán hacer para la etapa pos pandemia.
Esta nueva época estará regida por mayores controles sanitarios y protocolos muy estrictos de salud en las fábricas. El Covid-19 forzó al sector privado a instrumentar estos cambios en las plantas y ya no habrá marcha atrás, al menos hasta que aparezca una vacuna contra el virus. “El Gobierno está muy centrado en construir relaciones de confianza en el tiempo con el sector empresario. Quedamos en mantener un vínculo contínuo”, aseguró otro de los hombres de negocios que asistió al encuentro en Olivos.
Surgió en la mesa la preocupación en torno a los nuevos controles a la compra de divisas que impuso el Banco Central (BCRA) la semana pasada. Y los funcionarios aclararon que el procedimiento está pensado para que no quede frenado ningún insumo crítico que haya que importar para producir. Los directivos del organismo monetario se lo aclararon a los empresarios y se espera que su titular, Miguel Pesce, mañana participe de un encuentro del comité de crisis de la UIA, para reafirmar su compromiso para no afectar ni la producción ni el comercio exterior.
Seguí leyendo: