Contenida por los efectos de la cuarentena y el congelamiento de las tarifas de servicios públicos, la inflación de mayo volvería a mostrar un porcentaje por debajo del 2%, tal como sucedió en el mes de abril donde, según los datos del Indec, estuvo en un nivel de 1,5 por ciento.
Los relevamientos de las consultoras privadas muestran que los números de mayo rondarían entre 1,6% y 2,2%. Pero, en algunas ciudades, el número llega a estar por debajo del 1%. Es el caso de Bahía Blanca, donde, de acuerdo a la medición de la consultora IPC Online de la ciudad bonaerense, la cifra fue de 0,41% mensual con respecto al mes anterior.
La crisis derivada del aislamiento social obligatorio llevó a que varios rubros incluso bajen sus precios y ofrezcan numerosas promociones. Sin embargo, en los próximos meses prevemos una aceleración de la inflación mensual
El relevamiento fue realizado tomando como fuentes precios publicados online. La cifra de 0,41% es la más baja desde que la consultora comenzó las mediciones, en septiembre de 2014. “El número se debe más que nada a la enorme estabilidad en precios de alimentos, con muchos grupos de productos con 0% igual que el mes pasado; pero ahora registramos bajas fuertes en pollo y algunos cortes de carne que no fueron compensadas con alzas en otros grupos”, explicó el economista Juan Manuel Larrosa, de IPC Online. Y aclaró que los datos corresponden a los precios de lista online, que no necesariamente son los mismos que en las góndolas y los negocios barriales.
En la consultora Econviews, la inflación de mayo fue de 2%, aun contenida por el congelamiento tarifario, el programa de precios máximos y un tipo de cambio. Pero señalaron que en las últimas semanas del mes comenzó a moverse. “La crisis derivada del aislamiento social obligatorio llevó a que varios rubros incluso bajen sus precios y ofrezcan numerosas promociones. Sin embargo, en los próximos meses prevemos una aceleración de la inflación mensual, al destaparse la olla a presión que implican las tarifas de servicios públicos congeladas, un tipo de cambio oficial que luce atrasado con una brecha muy amplia con el paralelo y negociaciones paritarias frenadas por la cuarentena”, indicó la economista Lorena Giorgio.
Para la firma LCG, la medición de mayo fue de 1,8% nuevamente impulsada por los rubros de alimentos. Las subas registradas son más altas en comercios de cercanía y distribuidoras que en las cadenas de supermercados. “Mientras estemos en esta situación de confinamiento, el dinero circula lento, la actividad se deprime y, por lo tanto, hay muy bajo riesgo de aceleración en el cortísimo plazo. Pero sí hay mucho riesgo cuando uno mira hacia delante, en una eventual salida de la cuarentena”, aclaró Guido Lorenzo, socio de la consultora.
El combo que puede acelerar la inflación, según detalló, es un mercado inundado de pesos y la necesidad de corregir el tipo de cambio nominal, sumado a un alineamiento de las tarifas y de los combustibles. "Da una sensación de una inflación reprimida y hay que ver cuál es la estrategia del BCRA para enfrentarla. El timing dependerá de cuánto dure la cuarentena”, agregó Lorenzo.
Da una sensación de una inflación reprimida y hay que ver cuál es la estrategia del BCRA para enfrentarla. El timing dependerá de cuánto dure la cuarentena
Desde la consultora Seido, estimaron un 1,6% para mayo, pero también advirtieron sobre una aceleración, las cifras de la segunda quincena del mes fueron más altas y estiman una suba para junio.
En el caso de Analytica, la estimación arroja una suba promedio de 2,2%. “En la proyección del mes el componente núcleo es el que tracciona, pero el componente regulado está quieto por la orientación de la política fiscal. La inflación a diciembre que proyectamos es de 45%, principalmente explicada por la suba del tipo de cambio proyectado”, señaló Santiago Gambaro, economista jefe de Analytica.
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