El viernes dejó una esperanza para el lunes: la señal que envió al mercado el ministro de Economía, Martín Guzmán. La muestra de una contraoferta bastó para dejar entrever que las negociaciones de la deuda no estaban encalladas y devolvió el optimismo a los inversores. El resultado fue un alza de los bonos de hasta 7% y un descenso del riesgo país.
El Gobierno al salir del default busca ganar tiempo e imagina que la solución a la deuda aparecerá de alguna manera. Solo buscan la chance de avanzar y se verá qué sucede cuando llegue el momento de hacer los desembolsos más importantes.
Con el planeta aplastado por la pandemia, descuidaron hasta el comercio exterior cargando a los granos con impuestos que desalientan a los exportadores, alientan a importadores y tientan a los que quieren hacer maniobras ilegales para beneficiarse con la brecha cambiaria que supera 60%. Mantener el atraso cambiario al tiempo que se pierde al principal cliente, Brasil, le cuesta reservas porque el Banco Central.
Las medidas que tomó para achicar la brecha desalentando la negociación de los dólares alternativos en lugar de aumentar el valor del dólar mayorista, que lo devalúan a un ritmo mínimo de 0,10% diario, son inocuas. Se haga el cálculo que se haga, el peso en el mercado oficial es la moneda menos devaluada frente al dólar en la región.
Este renacer del movimiento de las negociaciones que, obviamente, se extenderán más allá del 2 de junio, la fecha límite fijada por el Gobierno, hizo que los bonos en default, los que tienen ley argentina, subieran hasta casi 7% como fue el caso del Bonar 2024. Cable aclarar que este título tiene el valor agregado de que es uno de los preferidos para hacer operaciones de dólar alternativo. Y acá hay una explicación para el fracaso de las nuevas medidas del Gobierno para voltear estas operaciones. Quien hizo operaciones de compra de dólar Bolsa, con el Bonar 2024 y lo adquirió en pesos, si sigue subiendo cuatro ruedas más -el parking obliga a mantener los bonos en poder del comprador cinco días como mínimo- se va a encontrar con una ganancia inesperada porque al final de la operación podrá comprar más dólares de los que pensaba cuando inició el proceso.
Los bonos largos con legislación Nueva York, que son los que más influyen en el riesgo país, tuvieron subas de poco más de 2,50% por eso el riesgo bajó 117 unidades a 2.634 puntos básicos. De esta manera, se alejó de la zona de los tres mil puntos hacia la que se encaminaba hasta el jueves pasado. Si el riesgo no bajó más, fue por la fuerte suba de los bonos del Tesoro de Estados Unidos que ahora tienen un rendimiento de tan solo 0,65 por ciento.
El balance final del mes para los dólares alternativos, de todas maneras, fue desfavorable. El dólar contado con liquidación bajó 1,1% en mayo y el dólar Bolsa, 4%. Pero poco les importa a los compradores de divisas porque quieren la cobertura por encima de cualquier ganancia. Ellos privilegian la seguridad, una tendencia que el mercado denomina “fly to quality” (vuelo a la calidad). Por eso, todo el arsenal de medidas que utilizó el Central para desalentar a las empresas y grandes compradores, fracasó. Ellos prefieren hacer operaciones con estos dólares, aunque se pierdan la ventaja de no poder hacerse de divisas al precio oficial por un largo tiempo o de recibir ayuda subsidiada para pagar sueldos. En la realidad, la medida no funciona porque aún, estando en regla, tardaban una eternidad en conseguir los dólares a precio oficial para pagar exportaciones o deuda tomada en el exterior.
La buena noticia para el Banco Central es que las reservas subieron USD 130 millones a 42.589 millones. Es el primer aumento de las reservas desde el 12 de mayo. El fin de mes obligó a compensar operaciones en el mercado de futuros y abundaron vendedores de dólares. Por eso el monto de negocios, en el mercado mayorista subió más de 50% de lo habitual a USD 382 millones, donde el Banco Central fue un activo comprador.
Los mercados de Oriente, en la madrugada de hoy operaban en alza. El Nikkei de Tokio estaba casi 1% arriba, mientras el Hang Seng de Hong Kong recuperaba nada menos que 3,34%.
En cambio, las operaciones overnight, no tenían tendencia definida en Wall Street. Si bien estas operaciones comenzaron en alza el domingo a las 19.30 horas de Argentina, en la madrugada del lunes esas apuestas a futuro (terminan cuando comienzan las operaciones de las bolsas) marcaban oscilaciones leves de bajas y alzas de no más de 0,15% en uno u otro sentido.
Las noticias locales no ayudan a la economía. La expansión de la pandemia preocupa por eso, los bonos están en una burbuja jugando una partida distinta: sacar a la Argentina del default técnicamente declarado.
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