El Banco Central busca mantener a raya la tensión cambiaria en momentos en los que está por definirse la reestructuración de la deuda y la economía atraviesa una profunda recesión, paralizada por las medidas contra el coronavirus que obligan a una creciente expansión monetaria para solventarlas.
La entidad acumuló hasta el jueves pasado 14 ruedas consecutivas con ventas de reservas en el mercado mayorista, para equilibrar la oferta frente a un dólar que luce barato ante las expectativas de inflación. Pero después de ajustar el “cepo”, el viernes consiguió recomprar unos USD 180 millones para apuntalar sus activos externos.
El endurecimiento de las restricciones respondió a una pérdida de activos externos que se extendió por seis semanas. Las reservas cedieron más de USD 1.400 millones desde el 14 de abril, para alcanzar los USD 42.449 millones el jueves 28 de mayo, el monto de activos brutos más bajo en más de tres años, desde los USD 39.884 millones del 25 de enero de 2017.
Las reservas en el Banco Central cedieron más de USD 1.400 millones desde el 14 de abril, para alcanzar los USD 42.449 millones el jueves 28 de mayo
Y desde el 15 de abril el BCRA acumula un saldo neto vendedor de casi USD 1.700 millones en la plaza mayorista, que en el período de mayor superávit comercial por la cosecha gruesa, es todo un síntoma de la debilidad financiera de la Argentina y de la urgencia por normalizar el estatus de la deuda soberana.
Amílcar Collante, economista de CeSur (Centro de Estudios Económicos del Sur), explicó a Infobae: “en abril la cuenta corriente estuvo en negativo y la tendencia seguiría en mayo, con un salto de pago de importaciones de sectores relevantes como las industrias automotriz y química, que incluso pidieron más dólares en abril de este año que en igual mes de 2019, pese a la caída de actividad por el confinamiento”. Y añadió: “hay empresas que estuvieron pidiendo divisas comerciales por adelantado y también empresas que están cancelando deuda contraída en el exterior”.
Este movimiento cambiario obligó al Banco Central a abastecer parte de la oferta mayorista y sacrificar reservas, a pesar del superávit comercial mayor a los USD 1.000 millones mensuales.
Sin un arreglo concreto por la deuda se va a una situación de autarquía financiera y los dólares no alcanzan (Amilcar Collante)
El descenso en el nivel de reservas brutas se produjo en simultáneo con el retiro de depósitos en dólares. Desde el lunes 20 de abril, cuando se flexibilizó la cuarentena para la atención al público en los bancos, salieron del sistema financiero más de USD 1.300 millones por esta vía.
No obstante, solo una parte de los depósitos en moneda extranjera se contabilizan como reservas, en concepto de encajes, una vez descontado el monto de los préstamos en dólares al sector privado.
En tanto, los depósitos en dólares retrocedieron al nivel más bajo desde el 3 de noviembre de 2016. El componente de colocaciones del sector privado se redujeron unos USD 1.335 millones, equivalente a 7,3% del saldo de USD 18.289 millones del viernes 17 de abril, antes de la flexibilización de la atención al público en bancos, a USD 16.954 millones del 26 de mayo.
Los depósitos en dólares retrocedieron al nivel más bajo desde el 3 de noviembre de 2016
A la vez, el descenso del nivel de préstamos en moneda extranjera al sector exportador, principalmente, con menor elasticidad, determinó un retroceso de los encajes del orden de los USD 600 millones desde el 17 de abril.
Tipo de cambio controlado
El dólar formal continuó el viernes con su moderado sesgo alcista en la plaza mayorista, con un avance de nueve centavos en el día, a $68,54. En 2020 el tipo de cambio oficial suma un alza de 14,4%. Sin embargo, la brecha cambiaria se mantiene por encima de los máximos que había alcanzado con el anterior cepo de 2011-2015, cercana al 80% respecto del blue, y del 60% para las paridades bursátiles.
La brecha cambiaria se mantiene por encima de los máximos que había alcanzado con el anterior cepo de 2011-2015, cercana al 80% respecto del blue, y del 60% para las paridades bursátiles
“La brecha puede no tener impacto directo en el sistema de precios, pero tampoco es gratis. Mantener un gap elevado empuja al Gobierno a gastar más dólares, bien sumamente escaso y estratégico en la etapa financiera actual del país. La regulación aplicada esta semana apunta a desalentar el alza en las cotizaciones alternativas, achicar la brecha, reducir la presión en el mercado mayorista y que el BCRA deje de perder reservas”, dijo Leandro Ziccarelli, jefe del Departamento de Research de ICB Argentina.
“Con las medidas recientes, el Banco Central quiere las empresas utilicen los dólares que tiene afuera, pero lo que hay es falta de confianza. Si observamos el tipo de cambio real multilateral, el atraso no es tan grande como el que dejó el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. Hoy el dólar está un 10% por encima del de diciembre de 2015 cuando se liberó el cepo anterior”, comentó Amílcar Collante.
“Con esta dinámica, sin un arreglo concreto por la deuda se va a una situación de autarquía financiera y los dólares no alcanzan. Se precisa algún tipo de acuerdo por la deuda y hacer explícito algún rumbo económico. Con una devaluación un poco mayor que el ritmo actual y descomprimiendo los financiero, tenés que empezar a acumular reservas en este momento del año en el que hay más liquidaciones. Pero no hay ancla en cuanto a las expectativas de devaluación”, agregó el economista del CeSur.
Las restricciones apuntan a desalentar el alza en las cotizaciones alternativas, achicar la brecha y que el BCRA deje de perder reservas (Leandro Ziccarelli)
Aunque la Argentina mantiene un superávit comercial por encima de los USD 1.000 millones mensuales, la oferta en la plaza mayorista apenas llega a sobrepasar los USD 200 millones diarios, un monto bajo para la época del año que concentra las liquidaciones de exportaciones del agro y que se extiende al segundo trimestre.
En medio de la pulseada por la deuda, el Banco Central debió suplir la oferta privada de divisas en el mercado con venta de sus reservas líquidas para abastecer no solo a importadores, también a empresas que necesitan cancelar deudas contraídas en el exterior, el pago de servicios y también a bancos que deben hacer frente al retiro de depósitos de sus clientes.
En su último Balance Cambiario, correspondiente a abril, el BCRA especificó: “el principal sector en términos de ventas netas históricas, ‘Oleaginosas y cereales’, tuvo ventas netas por USD 1.221 millones, con una baja interanual de 42%”, en contraste a lo ocurrido a finales del año pasado después del triunfo electoral de Alberto Fernández el 27 de octubre.
"Durante noviembre y diciembre pasados, el sector vendió de forma neta USD 4.600 millones -suba interanual de 84%, básicamente por los mayores ingresos por anticipos y prefinanciaciones del exterior, que se vienen cancelando durante el año 2020-, y que los registros de ventas externas de todo 2019 estuvieron por encima de las exportaciones del año por unos USD 8.500 millones”, detalló el Banco Central.
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