El sector ladrillero en la Argentina genera más de 8.000 puestos de trabajo directos, consolidado a partir de la participación en el 90% de la edificación de viviendas.
Expertos consultados por Infobae, coincidieron en destacar que una propiedad construida con ladrillos es considerada por el mercado como una inversión sólida, con una ecuación costo-beneficio muy positiva, porque no se deprecia con el paso del tiempo y logra el mejor valor de reventa a futuro. Es un material que permite la autoconstrucción y también se encuentra presente en las grandes obras, dada su condición de aislante térmico, acústico, resistente al fuego, no tóxico y perdurable.
La vida útil de una construcción con ladrillo hueco es de más de 100 años comprobados, conservando sus propiedades resistentes y sus cualidades estéticas, con un mantenimiento prácticamente nulo
Eugenia Ctibor, presidente de la Cámara Industrial de Cerámica Roja (Cicer), contó a Infobae. “para la mayoría de los edificios se elige el ladrillo hueco, porque se adapta fácilmente a cualquier diseño o técnica de construcción. Además, permite realizar inversiones parciales según el avance de obra, contrario a otros sistemas. Por su tradición, es demandado por la mano de obra capacitada en todo el país. Y los propietarios pueden hacer refacciones y ampliaciones al inmueble por etapas”.
La vida útil de una construcción con ladrillo hueco es de más de 100 años comprobados, conservando sus propiedades resistentes y sus cualidades estéticas, con un mantenimiento prácticamente nulo.
En la Argentina existen distintos tipos, siendo los huecos los que más se emplean para cerramiento. También se utilizan los denominados Doble Muro, con medidas: 20cm x 18cm x 33cm, los cuales se comercializan a $18 por unidad. Además, para viviendas se pueden aplicar los ladrillos portantes, con precios de venta de $36 a $50 por unidad.
Belén Salvetti, representante técnico del Departamento de Sustentabilidad del Grupo Unicer (que agrupa a las compañías Later-Cer, Cerámica Quilmes, Palmar, Cunmalleu, Cerámica Fanelli y Cerámica Rosario), explicó a Infobae: “la llegada del ladrillo Doble Muro 20 a fines de 2019, un ladrillo termoeficiente, mejora el comportamiento de las paredes sin necesidad de incorporar otro material adicional. Colabora en la construcción de inmuebles sustentables; su diseño con cámaras de aire y ruptura de puente térmico en la junta horizontal, ayudan a conservar la temperatura de los ambientes, consumiendo menos energía en climatización”.
Los ladrillos termoeficientes, estiman los expertos, que después del coronavirus, serán muy demandados y que acelerarán su uso por tener condiciones más amigables con el medio ambiente que el producto tradicional. El valor por unidad oscila en 70 pesos.
La resistencia mecánica de los ladrillos cerámicos huecos colabora en lo relativo con la seguridad, impidiendo el vandalismo, el paso de intrusos y el impacto de vehículos. Por otro lado, son resistentes al fuego, la arcilla que los conforma es un material no combustible, y, aún en un incendio, no son tóxicos, y generan protección para los ocupantes de una vivienda.
Los ladrillos termoeficientes, de alta eficiencia en aislación de envolventes, están siendo incluidos en los pliegos de licitaciones de los Institutos de Vivienda de distintas provincias
Sandra Amerise, responsable del Departamento de Sustentabilidad de Later Cer, le especificó a Infobae: “los ladrillos portantes pueden emplearse en edificios de hasta 4 pisos, no necesitan estructura independiente; resisten cargas de peso propio, entrepisos y techos. Mientras que los no portantes, requieren de la implementación de estructura independiente, son muy útiles en divisiones interiores, y por su peso reducido es ideal para edificios en altura y viviendas individuales”.
Los termoeficientes, de alta eficiencia en aislación de envolventes, están siendo incluidos en los pliegos de licitaciones de los Institutos de Vivienda de distintas provincias, como en diferentes ordenanzas municipales o provinciales, e incluso en los listados de materiales para el futuro etiquetado energético de las unidades que se edifiquen a nivel nacional y se estima que estarán dentro de una ley nacional.
A la espera de la rehabilitación de la actividad
Amerise agregó a Infobae: “La industria ladrillera tiene una fuerte impronta nacional por naturaleza, con amplio consumo interno. Las empresas que la integran, invirtieron mucho en sus plantas, en sus productos, en sus capacitaciones, en normas de higiene y seguridad, en ensayos de cada una de sus líneas por medio del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), por ejemplo. Es un sector que no baja los brazos, y sabemos que un país se reactiva con la construcción, y, estamos preparados para cuando sea el momento señalado”.
Las cámaras sectoriales esperan que se atraviese la pandemia y que se reactiven la obra pública como la privada, para que se retome la senda de productividad. Sebastián Cantero, presidente de TBSA, le comentó a Infobae: “Se necesita reanudar la actividad, con los marcos sanitarios correspondientes. En lo inmediato, hay algunos ensayos de ejecución de muros de ladrillo que se levantan con máquinas de impresión 3D, que una vez desarrollado, podrían acortar los tiempos de ejecución, además de permitir más precisión en la edificación".
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