La negociación con los bonistas para llegar a un acuerdo sigue transitando por una montaña rusa, con cambios constantes en los valores de ambas partes.
Sin embargo, pese a los fuegos artificiales, la negociación continuó bajo un pacto de confidencialidad que comenzó el viernes e iba a terminar ayer, pero se extendió hasta hoy a las 18.30, según fuentes ligadas a las negociaciones. Luego de esa hora, venció y por eso se conocieron las propuestas de los bonistas y del Gobierno esta noche.
A grandes rasgos, se trataba de un VPN de 55 dae la oferta de los bonistas contra 45 ofrecidos por el Gobierno, pero las diferencias variaban según el tipo de bono involucrado en la reestructuración de los 66.500 millones de dólares lanzada por el Ministerio de Economía. Anoche, con la presentación de la nueva oferta del Grupo Ad Hoc (que integran BlackRock, Fidelity y Ashmore) y los Exchange Bondholders, esta distancia se acortó y habrá que esperar el veredicto del Gobierno.
En el Gobierno explicaban por la tarde que con los comités de los bonistas que tienen títulos del 2005 y 2010 (Exchange Bondholders, liderados por Monarch Capital) y Greylock (con Hans Humes) estaban a una distancia de nueve dólares por cada 100.
En cambio, con el comité que lideran BlackRock, Ashmore y Fidelity, la diferencia era mayor, afirmaron las fuentes oficiales.
Pero, un negociador afirmó que las diferencias son menores a las que expresa el Gobierno: a cinco puntos de los bonos emitidos en 2016 y a nueve de los bonos 2005-2010.
Por esta razón, en el Gobierno indicaron que era más factible llegar a un acuerdo con los otros dos comités para formular en las próximas semanas una oferta “enmendada” respecto de la original, que recibió un rechazo mayor al 80 por ciento.
“El diálogo sigue abierto”, afirmó la fuente, para descartar cualquier versión rupturista que circula dentro del propio Gobierno, como si eso pudiera generar nervios en Wall Street.
Otro ex negociador indicó que se está trabajando para achicar diferencias entre ambas partes en torno del “reconocimiento de los intereses devengados, algún pago antes del 2023, cupones un poco más altos y eliminar el haircut de capital”.
“Las puntas están mas cerca, hay dialogo aunque no sea conducente; como siempre, si hay voluntad del gobierno, el acuerdo se cierra”, explicó.
Al respecto, el ex presidente del Deutsche Bank en la Argentina y ex secretario de Finanzas bonaerense Marcelo Blanco dijo a Infobae que “por lo que es de carácter público la diferencia entre la postura del Gobierno y la de los acreedores no es superior a 7% del valor presente nominal de los bonos. Ese 7% es aproximadamente un valor del 1% de PBI. No creo que sea un escollo insalvable".
“Los beneficios económicos de un acuerdo superan ampliamente ese costo adicional para llegar a un acuerdo y ese costo se licuaría con resultados fiscales futuros. Sería un error táctico muy grande si no se arreglase el tema de la deuda. El default no puede ser una opción para este Gobierno ni para cualquier Gobierno de este país. Desde el punto de vista financiero la mejora en el valor presente de la propuesta puede ser alcanzado bajo diferentes metodologías, desde pagos iniciales en efectivo a aumentos de cupón, entre otros. Lo importante es la voluntad de la mejora”, expresó.
Mañana se podrá saber algo más de la postura oficial, en una videoconferencia en la que participará el viceministro de Economía Haroldo Montagu con el economista francés Jean-Paul Fitoussi, profesor del Instituto de Estudios Políticos de París y doctor en Derecho y Economía por la Universidad de Estrasburgo, que se sumó a la carta firmada por unos 130 economistas del exterior en apoyo a la oferta argentina. También participarán del debate Martín Lousteau, senador de la Nación, Isela Costantini, presidenta de GST grupo financiero y Aníbal Jozami, rector de la UNTREF, organizadora del evento.
Según se anunció, los expertos “debatirán sobre cómo medir desigualdad, vulnerabilidad, desarrollo económico y progreso social para lograr un estado de Bienestar; sobre el futuro de las deudas soberanas y el rol de estado en el proceso de globalización en un mundo post Covid-19. También reflexionarán sobre si es posible el camino hacia una economía ambientalmente sostenible".
Seguí leyendo: