¿Qué pasará con el consumo después de la pandemia? Las consultoras privadas ya están estimando cuáles son las actividades que tendrán posibilidad de una recuperación más rápida de la demanda. Según un informe de Abeceb —la firma que fundó el ex ministro de Producción Dante Sica—, habrá un crecimiento en la demanda de alimentos y artículos del hogar y muebles mayor que el que se esperaba antes de la cuarentena. Y caerá fuertemente para el sector de recreación.
“El impacto de la cuarentena en los ingresos tiene matices a nivel regional y esto determina en gran medida las decisiones de consumo de las familias, ya sea por pérdida de ingresos o restricciones de oferta. El confinamiento frena los gastos en recreación, restaurantes y hoteles, además el teletrabajo disminuye los gastos en transporte y la menor circulación de consumidores frena la compra de indumentaria. Electro encuentra una venta mínima en el canal online”, destacó el informe.
El confinamiento frena los gastos en recreación, restaurantes y hoteles, además el teletrabajo disminuye los gastos en transporte
El informe señaló que en la pospandemia a pesar de que el ingreso de los individuos se pueda mantener constante existirá una gran masa de consumo habitual que no podría materializarse debido a las restricciones impuestas por el aislamiento social. “Desde una primera lectura, las ventas de alimentos y bebidas podrían tienen algún margen para crecer, aunque esta suba seria limitada debido a la baja elasticidad que presenta el segmento", indicaron.
Además, con la recuperación parcial de los ingresos, los consumidores tendrán que recomponer algunos gastos que pudieron retrasarse como alquileres y servicios. Por otro lado, la actualización necesaria de bienes durables (como electrodomésticos) y la llegada del invierno traccionará la demanda de productos estacionales (como calefacción) e indumentaria.
El sector de electro también podría tener un impulso por la demanda de celulares y de equipos informáticos, que vienen soportando el desgaste del teletrabajo. Por su parte, servicios domésticos y actividades de recreación son las que más demorarán en reaccionar.
En el análisis detallado por rubros, se destaca indumentaria y calzado, que antes de la cuarentena se esperaba un crecimiento de la demanda de 8,5% y ahora se espera 5,5% para la pospandemia. En el caso de recreación, se esperaba que subiera un 19,4 antes y ahora se prevé un 2,8%, siendo el más golpeado.
La menor circulación de consumidores frena la compra de indumentaria. Electro encuentra una venta mínima en el canal online
Para alimentos, en tanto, se esperaba 26,7% y ahora se estima 30%. Y para electrónicos, la previsión pasó de 1,7% a 2%.
El informe también midió el impacto de la cuarentena en los trabajadores. En este contexto, los trabajadores informales tienen mayor riesgo de ver reducidos sus ingresos que aquellos que se desempeñan en el sector formal, situación que se profundiza si, además, se dedican a actividades fuertemente afectadas.
Según el relevamiento, los trabajadores más afectados pertenecen a Salta, San Juan, Córdoba, los partidos del Gran Buenos Aires y Mendoza. Estas regiones tienen entre 33% y 41% de los ocupados en situación de gran riesgo económico, es decir, trabajadores informales y cuentapropistas que se desempeñan en actividades fuertemente afectadas. Si se le suman los trabajadores que, si bien se desempeñan en el sector privado formal, lo realizan en actividades afectadas, la proporción llega a 53% o 55%.
En Salta, las actividades afectadas representan más del 55% del empleo (comercio 19% y otras actividades relacionadas con el turismo, 8%). Mientras que Córdoba es la provincia con mayor riesgo de ingresos de la región pampeana. Los ocupados en actividades afectadas son más del 54% del total (industrias no esenciales, construcción y comercio representan el 37% del empleo).
Los trabajadores más afectados pertenecen a Salta, San Juan, Córdoba, los partidos del Gran Buenos Aires y Mendoza. Estas regiones tienen entre 33% y 41% de los ocupados en situación de gran riesgo económico
En San Juan y Mendoza, en tanto, cerca del 54% del total del empleo pertenece a actividades afectadas por la cuarentena y entre el 63 y 76% (Mendoza y San Juan, respectivamente) lo representan empleados informales e independientes. Finalmente, los partidos del Gran Buenos Aires tienen un 54,3% de empleos con alto riesgo de ingreso (con actividades afectadas) y un 33% con muy alto riesgo de ingresos (informales e independientes en actividades afectadas).
“Los trabajadores independientes (cuentapropistas) son los de mayor riesgo económico y más aún si su actividad no fue listada dentro de las esenciales. Los asalariados que se desempeñan en el sector público tienen menos riesgo económico que aquellos que lo realizan en el sector privado”, estimó el informe de la consultora.
A nivel nacional, los asalariados que se desempeñan en el sector público representan el 16% del total de ocupados en áreas urbanas, los asalariados formales del sector privado representan el 33%, los informales y cuentapropistas representan el restante 51% (27% y 24%, respectivamente).
El conjunto de actividades esenciales puede resumirse en las cadenas de producción, distribución y comercialización de alimentos (agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca; y alimentos y bebidas), medicamentos y combustibles, actividades de salud (con algunas restricciones), servicios de comunicación y telecomunicaciones, algunos comercios, servicios bancarios, sector público y justicia, educación (sin asistencia presencial), servicios públicos (agua, electricidad, gas) y servicios de reparación de automotores, entre otros. Pero las actividades esenciales emplean a poco más del 35% del total.
Entre las actividades más afectadas, comercio emplea al 17,4%, construcción al 9%, las actividades industriales no listadas como esenciales al 8% y alojamiento y comidas al 4%, de acuerdo a los 12,2 millones de ocupados en los aglomerados urbanos relevados por la Encuesta Permanente de Hogares del cuarto trimestre de 2019.
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