La Ciudad Autónoma de Buenos Aires decidió dar marcha atrás con la apertura de ciertos locales comerciales en algunas zonas, frente al crecimiento de la curva de contagios de Covid 19. Pero la decisión generó la queja de las asociaciones que agrupan a los comerciantes, que señalaron que ya no hay margen para no trabajar y reclaman herramientas financieras que les permitan subsistir.
La Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) advirtió que la cuarentena provocó un “escenario económico extremadamente complejo” para el sector pyme, y alertó en consecuencia que ‘el riesgo no son los despidos, sino el cierre de empresas‘.
“No vamos a discutir la extensión de la cuarentena, no somos especialistas en el tema, lo que estamos señalando es que necesitamos buscar la manera de encontrar el equilibrio entre producir y cuidar la salud. Este nueva obligatoriedad nos impone cerrar los comercios en determinadas zonas y a 15 cuadras hay hipermercados abiertos que venden todo tipo de productos. Esta situación desleal nos va a terminar aniquilando”, explicó a Infobae Gerardo Díaz Beltrán.
Los comerciante señalan que hay que ser más “imaginativos” para tomar medidas y que no es su responsabilidad la concentración de personas
La entidad que agrupa a las asociaciones de todo el país señaló que si la administración pública “decide clausurar esa zona, hay que buscar la manera de sostenerlo. Si no hay un instrumento financiero esas pymes se van a caer, porque la empresa que está cerrada pero sigue teniendo obligaciones. La ayuda del Gobierno no alcanza, hay que pagar sueldos, se están postergando lo impuestos no suspendiéndolos, y eso significa que cuando llegue la reactivación , que será muy tibia, no habrá ingresos para hacer frente”.
Desde Posadas, Misiones, Beltrán señaló que se puede abrir con protocolos “como lo hicieron desde el día uno los supermercados”, porque dice que “son muchos días” sin facturar y “ya no quedan reservas”.
En tanto, desde la Federación de Comercio e Industria de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (Fecoba), señalaron que la decisión del gobierno porteño de retomar la estrategia del cierre de comercios en varias zonas “implica un serio retroceso en términos de recuperación de la actividad y presupone una aceleración en el proceso de quebranto que atraviesa el sector”.
Para la entidad, el sector vive una situación “cuasi terminal” y esta nueva medida “terminará por acelerar una ola de despidos y quiebras en el sector del que no se tenga precedente” y apuntaron contra la decisión, al asegurar que “no hay que buscar soluciones fáciles”.
Estiman que desaparecerá entre el 25% y el 35% de los comercios de la Ciudad de Buenos Aires por la crisis financiera generada no poder abrir sus puertas
“El comerciante hizo muchos esfuerzos por adecuar su negocio a los protocolos, garantizó el distanciamiento social y respetó las medidas sanitarias. No es responsabilidad de los comercios si la circulación de personas en calles y avenidas aumenta. Creemos que es imprescindible que las medidas se tomen al cabo de un trabajo conjunto entre el gobierno y los propios comerciantes”, afirmó el presidente de Fecoba, Fabián Castillo.
“Para cuando se decida retomar la actividad, entre el 25 y el 35 por ciento de los comercios habrá desaparecido, dejando un tendal de desocupados y habiendo desfinanciado al Estado por la imposibilidad de pagar los impuestos. Hace 70 días que la mayoría de los locales están cerrados y lo que está en juego es la subsistencia", subrayó Castillo.
Competencia
En medio de esta discusión, desde las entidades volvieron a señalar que es necesario que sea el Estado el que controle el comercio desleal y apuntaron contra los hipermercados.
Mediante un comunicado emitido hoy, la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) mostró su “indignación porque los locales de grandes superficies siguen ofreciendo productos que no son de primera necesidad y plantea una desigualdad con los pequeños comercios de barrio, que deben permanecer cerrador en la cuarentena por la pandemia de Covid-19”.
Los negocios dedicados a la venta de artículos como indumentaria, lencería, calzado, etc; no están habilitados para abrir. No obstante, las grandes superficies como hipermercados, gozan de esta excepción en el decreto presidencial y siguen vendiendo mercaderías no esenciales", señala el escrito.
La última medición de CAME las ventas minoristas retrocedieron un 57,6% en abril, más aún los rubros que permanecieron en cuarentena tuvieron una baja promedio de 75%.Además, el 94,5% de las pymes relevadas no pudieron cubrir sus costos operativos.
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