Con más expectativa que información concreta, las acciones y los bonos argentinos terminaron la semana con considerables ganancias, sustentadas por apuestas especulativas sobre el desenlace del canje de deuda.
En las últimas horas se acumularon noticias trascendentes. El Estado nacional volvió a caer en default después de cuatro años, el Gobierno dispuso extender hasta el 2 de junio la fecha límite para negociaron una reestructuración de deuda y el ministro de Economía, Martín Guzmán, confió que se realizarán “modificaciones” a la propuesta oficial “con el objetivo de alcanzar un acuerdo sostenible”.
El resultado fue un mercado que quedó “comprado” en Argentina, cuyas valuaciones bursátiles aún restan en 2020 un 36% en dólares en el caso de las acciones, y un 30% para los títulos públicos.
No obstante, Argentina está otra vez en cesación de pagos. Después de haber concluido un período de gracia de 30 días, el Gobierno incumplió este viernes un pago de intereses de bonos Globales por USD 503 millones que originalmente vencía el 22 de abril pasado.
“Este incumplimiento de pago es consistente con la opinión crediticia soberana de Moody’s que, tal como refleja nuestra actual calificación de Ca, incorpora pérdidas significativas para los inversores”, puntualizó Gabriel Torres, vicepresidente y analista senior de crédito de deuda soberana de la calificadora norteamericana.
"Viendo hacia adelante, Moody’s anticipa que el panorama para la reestructuración de la deuda de Argentina muy probablemente se tornará más complicado”, añadió.
El riesgo país de Argentina se estabilizó debajo de los 2.800 puntos básicos, después de haber tocado un máximo intradiario de 4.500 puntos el 23 de marzo, dos meses atrás.
Una fuente cercana a las negociaciones y a la postura del Gobierno argentino dijo a Reuters que en las negociaciones entre las partes “ha habido un progreso notable y un acuerdo razonable es realmente posible en una cuestión de días, no de meses”.
El riesgo país de la Argentina retrocedió unos 1.700 puntos básicos en los últimos dos meses
Las valuaciones domésticas se recompusieron también con algo de respaldo de las referencias de Wall Street, con un Dow Jones que progresó más de 3% en la semana y recuperó la barrera de los 24.000 puntos, zona donde lateraliza hace un mes.
“La semana que pasó puso un poco de optimismo en cuanto a la recuperación de las economías desarrolladas luego del impacto provocado por el Coronavirus. A nivel local, el Gobierno trabaja para alcanzar un acuerdo con los acreedores mientras los datos de actividad siguen reflejando el enorme impacto económico de la crisis”, sintetizó un informe del Grupo SBS.
Además de la positiva respuesta bursátil a una negociación soberana que todavía está lejos de cerrar un acuerdo con los acreedores, el Gobierno pudo atribuirse esta semana un cierto control sobre las cotizaciones alternativas del dólar, cuya evolución a partir del triunfo electoral del 27 de octubre fue un permanente dolor de cabeza.
El dólar blue, en 126 pesos, concretó un ajuste de precios de 12 pesos u 8,7% respecto del máximo de $138 del viernes de la semana pasada.
Las paridades bursátiles, deprimidas por el repunte de las cotizaciones de activos en dólares, resignaron unos ocho pesos, con un contado con liquidación en torno a los 114 pesos. De este modo, la brecha cambiaria respecto del oficial mayorista (en $68,18) cedió a 84% con el informal y a 67% con el liqui.
La garantía de una tasa mínima del 26,6% anual dispuesta por el Banco Central para todos los depósitos a plazo fijo, sin distinción de monto o persona jurídica que lo constituya, ayudó a sacarle presión a la demanda de divisas a través de la Bolsa y también en el mercado informal.
La brecha cambiaria entre el dólar mayorista y las cotizaciones alternativas se redujo en unos 15 puntos en la semana
Nicolás Chiesa, director de Porfolio Personal Inversiones, comentó que “se combinaron algunas medidas tomadas -por ejemplo, obligar a los fondos en pesos a desarmar sus posiciones en este billete, o ciertas regulaciones a los bancos como para empujarlos a participar de lo que es la deuda local en pesos-, como también lógicamente algunas señales positivas en torno a la negociaciones sobre la deuda, lo que ayudo a tranquilizar el comportamiento del billete”.
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