La expansión del coronavirus COVID-19 está llevando a muchas pyme a reinventarse y adaptarse a las nuevas normas para evitar el cierre de sus negocios. Una de ellas es la organización de eventos, integrado esencialmente por pequeñas y medianas empresas.
“Nuestro sector esperaba que llegue marzo para empezar a trabajar fuerte, algo que no sucedió por la pandemia de la COVID-19. Esta situación nos dejó sin capacidad de reacción para poder enfrentar la crisis”, dijo Infobae Silvia Amarante, presidenta de la Asociación de Organizadores de Fiestas, Reuniones y Eventos Empresariales de la República Argentina (Aofrep).
Desde la Aofrep creen que hay distintas de posibilidades de hacer eventos virtuales, pero consideran que es más el movimiento que los ingresos. “La facturación es nula prácticamente. Te dicen cumple años mi hija, ¿qué hacemos? Le mandamos un video, una torta, pero no es la facturación que se podría tener en una situación presencial, es un 5% de lo que se alcanzaría por un evento normal”, contó Amarante.
Hay distintas de posibilidades de hacer eventos virtuales, pero es más el movimiento que la facturación (Silvia Amarante)
En el sector -vinculado a la hotelería, gastronomía, espectáculos y el turismo- , trabajan en conjunto alrededor de un millón de personas en todo el país con una facturación anual de USD 5.000 millones.
"Tiene que haber alguna maneja de volver a trabajar. Se entiende que primero está la salud por eso estamos presentando protocolos de sanidad para que por lo menos el cliente venga a nuestras oficinas a contratar para el año que viene”, destacó la dirigente de Aofrep.
El sector de organización de eventos está compuesto por miles de empresas que brindan servicios para actividades sociales, empresariales, todo lo que tiene que ver con ferias y congresos, reuniones de trabajo y todo lo que son festivales y eventos al aire libre. “Venimos de meses como enero y febrero donde no se hacen muchas fiestas. Como nuestra industria se dedica a la celebración y eso concentra gente en un salón, en un campo o donde fuere, hace que seamos los últimos en volver a la actividad. Esto nos lleva que seamos miles de personas las que estamos en esta actividad, que nos estamos quedando sin trabajo y vamos a tener un año sin hacerlo”, planteó Amarante.
Y agregó: “No es un rubro ni una industria que vuelva a trabajar pronto. Eso hace que pyme de eventos corporativos que a lo mejor tienen entre 10 y 50 personas trabajando, como empresas de sonido e iluminación y que tienen alquileres de grandes predios para poder trabajar y muchos empleados, estén totalmente parados sin producir”.
“Habiendo cuarentena y todo, escuchás que se juntaron e hicieron una fiesta ante la necesidad de encontrarse, de verse porque somos pueblos que vivimos de los afectos. Yo creo que la gente va a venir como recargada el año que viene, pero este es un año crucial donde van a desaparecer muchas empresas del mercado. Ya hay gente que le dio de baja a su pyme y que ha despedido personal porque no puede sostenerse al no haber facturación, ni contrataciones", alertó.
Con respecto a los eventos que ya estaban contratados como las fiestas de 15, los cumpleaños y casamientos, Amarante sostuvo que tanto el cliente como los organizadores de eventos quieren llegar a un muy buen término. “Esto es fuerza mayor, no es que nosotros no quisimos hacer la fiesta. Y aunque estuvo paga, la producción en muchos casos lleva un año, por tanto parte de nuestro trabajo fue hecho. La mayoría de las fiestas se han pospuesto para febrero, marzo, abril del año que viene. Algunas todavía están programadas para noviembre y diciembre de este año pero no sabemos si nos van a habilitar a trabajar o no”, sostuvo la presidenta de AOFREP.
Esto es fuerza mayor, no es que nosotros no quisimos hacer la fiesta. Y aunque estuvo paga, la producción en muchos casos lleva un año, por tanto parte de nuestro trabajo fue hecho (Amarante)
En ese sentido, desde la Asociación de Eventos consideran que los festejos virtuales son una herramienta alternativa para mantener parte de la actividad, pero no van a reemplazar el trabajo que se hace en una situación normal. “La emoción a tus seres queridos no se reemplaza con algo virtual. Si es una herramienta que se puede aplicar para la familia que por ejemplo vive en Corrientes y no puede viajar. Esto es un paliativo, pero los eventos no se van a convertir en virtuales”, aseguró Amarante.
En tanto, señaló: "son escasas las situaciones en las que el cliente reclamó el dinero y surgieran problemas. Los clientes entienden que esto no es mala voluntad ni del que está trabajando, ni del dueño del salón, ni del que pasa música, ni de nadie. Como se va a manejar y de qué manera es hacer futurología. Un servicio de catering que a lo mejor tenía el evento pago, no puede dentro de un año cobrar lo mismo que este año”, manifestó.
Sin Civil y sin fiesta de casamiento
Los casamientos por civil están suspendidos en la Ciudad de Buenos Aires desde el 19 de marzo. Fuentes del Registro Civil porteño contaron a Infobae: “la semana que viene van a haber novedades acerca de si habilitan los casamientos con la pareja, un testigo de cada lado y el oficial público que lleva adelante la ceremonia".
“Del 13 al 19 de marzo se casaban y las parejas llevaban a todos los invitados y los dejaban en la puerta, lo cual era lo mismo. Entonces decidimos que ya con la cuarentena que inició el 20 de marzo suspender todos los casamientos”, señalaron las fuentes.
Respecto a la posibilidad de habilitar los casamientos online, la fuente explicó: “es imposible, dado que legalmente no es válido”. En ese sentido, agregó que uno de los requisitos en verificar que la pareja este en su sano juicio.
No obstante, detalló que no existe una gran demanda. “Los picos de los casamientos van de septiembre, octubre hasta abril, por el buen clima. En invierno es difícil. Nosotros tenemos alrededor de mil casamientos por mes y en los meses que no son pico estamos en 700 aproximadamente”, concluyó.
Los viajes de egresados, sin un horizonte claro
Las empresas de viajes están en crisis debido a la pandemia de la COVID-19, en un momento en donde los vuelos están suspendidos y la comercialización frenada hasta el primero de septiembre. Asimismo, los colectivos de larga distancia como los chárter de turismo no pueden circular por la vigencia del aislamiento social, preventivo y obligatorio (ASPO).
Adrián Manzotti, miembro de la comisión de Viajes Estudiantiles de la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (FAEVYT) dijo a Infobae que los viajes de junio, julio, agosto se postergaron, por lo que están esperando cómo administra la cuarentena el Gobierno para ver cuándo retoman la actividad. “Todavía está todo muy a la espera. Cancelamos junio, julio, agosto porque no se llega a tener los protocolos listos. Hay que tener en cuenta que cada uno de los chicos que viaja tiene que tener una ficha médica, hay que hacer una reunión pre viaje, cosas que no llegamos aunque se abran los destinos”, aseguró.
“En general todo el mundo está esperando la reprogramación de los viajes de egresados porque si no lo hacen ahora, no los hacen más. Hay algunos casos que preguntan si no se viaja cómo es la cancelación. Nosotros pre compramos los servicios y también necesitamos que nos devuelvan la plata que hemos adelantado, todo ese tema que en condiciones normales se resuelve en diez o quince días, hoy está mucho más demorado”, planteó.
Y agregó Manzotti: "Les estamos comunicando a los clientes que esperen hasta que se reprogramen los viajes. De acuerdo a eso nos vamos acomodando. Ya ha pasado que algunos viajes se postergaron y se cambiaron de fecha; y en algunas provincias se hicieron perfectamente, por eso hay que ir monitoreando la situación en cada región”.
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