Los acreedores aseguran que no hay discusión con el Gobierno y temen una nueva oferta unilateral

Varios fondos de inversión consultados coincidieron en que no hay diálogo con el equipo económico. Economía estudia cómo achicar las diferencias para presentar una nueva oferta que siga siendo sustentable

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El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que presentará una nueva oferta en los próximos días
El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo que presentará una nueva oferta en los próximos días

El ministro de Economía, Martín Guzmán, dijo esta mañana en declaraciones a la agencia Reuters que “en los próximos días” presentarían cambios a la oferta informada a la Securities & Exchange Commission (SEC) el 20 de abril y que “las discusiones con los acreedores avanzan por un sendero positivo”.

Sin embargo, los bonistas siguen esperando la convocatoria a una discusión de las contrapropuestas presentadas la semana pasada.

De acuerdo con un sondeo realizado por Infobae entre diversos fondos y representantes de los comités, las negociaciones aún no comenzaron, a pesar de las reiteradas declaraciones en el sentido contrario por parte del Gobierno. De hecho, fue manifestado concretamente por el grupo Ad Hoc, que lidera el fondo Blackrock, mediante un comunicado de prensa: “Durante el último mes, la Argentina no ha tenido prácticamente ninguna comunicación sustancial con sus acreedores”.

“Las acciones hablan más que las palabras”, remarcaron los grandes fondos de inversión nucleados en este comité. De todas maneras, mantienen el optimismo y plantearon que si bien la falta de pago de distintos intereses por parte del país resultará en defaults en las distintas emisiones de bonos, “el grupo entiende que el país ha expresado su intención de conversar con los acreedores durante la próxima semana para tratar de encontrar una solución integral".

La cartera económica anunció ayer, tal como estaba previsto, que la fecha de cierre del canje prevista para hoy fue postergada hasta el 2 de junio a las 17 hora de Nueva York, por lo que sólo tienen apenas cinco días hábiles para negociar. ¿Lo harán? ¿Encararán un diálogo con los bonistas para consensuar una propuesta que pueda ser aceptada por la gran mayoría de los acreedores? ¿O tomarán como parámetro las tres contrapropuestas recibidas y volverán a encarar una nueva oferta de forma unilateral?

Estas son las preguntas que por estas horas se hacen los tenedores de los títulos argentinos y la sensación que tienen es que Guzmán hará una nueva oferta pero sin haberla negociado plenamente con ellos. “Hasta el 2 de junio no se puede negociar nada. O presentan una nueva oferta de forma unilateral o vuelven a extender el plazo”, dijo el representante de un importante fondo de inversión.

Los acreedores presentaron contrapropuestas el viernes pasado, pero no hubo respuesta oficial aún
Los acreedores presentaron contrapropuestas el viernes pasado, pero no hubo respuesta oficial aún

Sobre el estado de situación, el inversor afirmó: “No ha habido ninguna negociacion ni dialogo sustantivo desde que la Argentina presentó su oferta unilateral. Sólo se presentaron contrapropuestas a pedido del país, pero no se han discutido; se espera que la Argentina empiece a negociar pronto, pero no está claro si lo van a hacer o si presentaran otra propuesta unilateral considerando las contrapropuestas que recibieron”.

Fuentes cercanas a otro grupo de bonistas también aseguraron que no hubo diálogo con las autoridades argentinas y que la situación actual parecería indicar que el Gobierno está pensando en volver a hacer una oferta por su cuenta. “Guzmán tiene un estilo de negociación que no funciona; esto no llega a buen puerto producto de eso”, dijeron las fuentes, dando a entender que se estaban intentando buscar otros interlocutores dentro del oficialismo.

En un evento virtual organizado ayer por el Wilson Center, el representante del fondo Greylock Capital, Hans Humes, dijo que “los inversores están dispuestos a acomodarse”, pero afirmó que “si hay un crecimiento en la economía en el futuro, tiene que haber una forma de pagar deuda a un cupón más alto; y por ahí va el desacuerdo”. Y agregó: “Debería haber suficiente flexibilidad para llegar a un acuerdo que sea aceptable, pero tendremos que ver”, afirmó.

Desde Economía aseguran que la brecha entre lo que pretenden los acreedores y lo que busca el Gobierno todavía es importante y que se busca recortar esa distancia para poder negociar sobre bases de más cercanía. La oferta planteada por el Gobierno tenía un valor de 42 centavos por dólar, mientras que los bonistas pretenden entre 58 y 60. “El tema es ver cómo se puede lograr achicar esas diferencias sin comprometer el marco de sostenibilidad y que luego el FMI también lo considere sostenible”, dijo una fuente oficial.

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