Los bancos estarán obligados a abrir las cuentas para el pago de jubilaciones y pensiones en la entidad y sucursal que disponga el ente que paga el beneficio y no podrán negarse a tener a los jubilados como clientes, según lo dispuso este jueves el directorio del Banco Central en su habitual reunión de los jueves.
Por tal motivo, el organismo encargado de pagar el beneficio, ya sea la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) o cualquiera de los institutos previsionales o cajas jubilatorias de orden provincial, será quien disponga cuál es el banco pagador.
“La actual Ley de Entidades Financieras estipula que los bancos deben responder a las peticiones del Poder Ejecutivo. De este modo, la ANSeS tendrá la potestad de definir en qué bancos y en qué sucursales cobrarán los beneficiarios de la seguridad social”, señaló el BCRA en un comunicado.
Asimismo, fuentes oficiales explicaron que la decisión abarca no solo a las jubilaciones y las pensiones, sino también a la Asignación Universal por Hijo (AUH), el Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) y a todas las prestaciones de la seguridad social.
El objetivo de la medida es ampliar la cantidad de sucursales y mejorar la distribución geográfica en todo el país, a través de las cuales se pagan jubilaciones y pensiones, señalaron fuentes oficiales.
El jubilado, pensionado o beneficiario de la AUH conservará la posibilidad de elegir en qué sucursal bancaria quiere cobrar su haber mensual.
“La decisión política del Gobierno es diversificar la oferta de bancos en el pago de las prestaciones sociales. Se busca que todos los bancos colaboren, en particular algunas entidades privada a las que un público como los jubilados no les interesa”, explicó una fuente oficial.
Asimismo, el titular de cada uno de esos beneficios conservará la posibilidad de elegir en qué sucursal bancaria quiere cobrar; la Anses no exigirá a los jubilados cobrar en un banco determinado, pero sí podrá exigirle a una entidad financiera que abra una cuenta previsional a un beneficiario.
La medida llega luego de que las profundas repercusiones políticas de los episodios del viernes 3 de abril y los días subsiguientes, en que hubo fuertes aglomeraciones de público en las sucursales bancarias para cobrar sus haberes, al mismo tiempo que el gobierno impulsaba las restricciones sanitarias para enfrentar la pandemia de coronavirus.
A raíz de esa situación recibieron fuertes críticas el entonces titular de la Anses, Alejandro Vanoli, y el presidente del BCRA, Miguel Pesce. Un mes después de esos episodios de fuerte repercusión, el Gobierno quitó de su cargo a Vanoli y lo reemplazó por Fernanda Raverta.
Otros cuestionamientos cayeron sobre el titular de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, de clara afinidad política con el Gobierno. En esa circunstancia crítica, fue justamente el sindicalista quien propuso la medida implementada hoy. "El pago de jubilaciones se concentra en la banca pública, en cuatro o cinco bancos nacionales, y el resto de los bancos privados no acepta el pago a los jubilados. En una situación de crisis tiene que ser una imposición”, dijo entonces Palazzo.
A partir de la exigencia para los bancos de no rechazar las cuentas previsionales, la Anses intentará bancarizar a quienes percibieron el IFE sin tener cuenta bancaria, como los 1,4 millón que eligieron cobrar la ayuda de $10.000 a través de Correo Argentino.
Los jubilados, pensionados y titulares de otras prestaciones, como la AUH o la Asignación por embarazo, ya tienen una cuenta bancaria a su nombre a pesar de que su uso no es todo lo profundo que podría desearse. Muchos de esos beneficiarios integran el segmento de los “sub-bancarizados”, nombre que reciben quienes reciben su haber mensual a través de una cuenta pero suelen retirarlo en una única extracción y moverse el resto del mes en efectivo.
Desde el punto de vista de los bancos, la decisión podría tener impacto en muchas entidades financieras que prefieren no volcarse al negocio del pago a jubilados y prestaciones sociales y que, a partir de ahora, estarán obligadas a incorporarlos como clientes. Eso implica disponer de un operativo especial en las sucursales para las fechas de cobro.
En el sistema hay bancos que sí están especializados en las cuentas previsionales, que dispone de sucursales orientadas a ese fin y ofrecen productos focalizados en el segmento de los jubilados. Según datos que circulan en el sector financiero, en el pago de jubilaciones y pensiones se destacan los bancos Nación (25,3% del total de clientes), Supervielle (13%), Provincia de Buenos Aires (8,7%), Macro (7,2%) y Piano (6,2%). El resto del negocio está atomizado entre otras entidades, en particular aquellos bancos públicos provinciales que suelen pagar los haberes de los organismos locales.
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