A tan sólo 48 horas de que venza el plazo que el Gobierno fijó para cerrar la negociación con los bonistas, el equipo económico trabaja, como ya lo confirmó el ministro Martín Guzmán, en una nueva prórroga que sería anunciada en las próximas horas. Según pudo averiguar Infobae, extenderán el proceso 10 días más, es decir, hasta fin de mes, con el objetivo de poder seguir dialogando con los acreedores para arribar lo antes posible a un acuerdo.
El viernes 22 es una fecha clave, no tanto por el vencimiento de este período de conversaciones, que se puede extender –como efectivamente lo harán–, sino porque finalizan los 30 días de gracia que Economía tenía para el pago de USD 503 millones de cupones de los bonos Global. Si no desembolsa ese dinero a los tenedores de los títulos, la Argentina entrará en default. Y hasta ahora no quedan dudas de que ese será el camino. En el Gobierno aseguran que se trataría de un default técnico que no tendría demasiada relevancia porque hay una negociación en curso, que esperan termine pronto.
“No pueden ser menos de 10 días, pero se puede ir extendiendo. Si el período es corto, es para dar la señal de que se está dialogando mucho y no de que solo se está pateando el problema para adelante”, dijo una fuente oficial.
Por otra parte, analizan en el mercado, si las partes arribaran a un acuerdo en los próximos días, es riesgoso mantener abierto el canje por mucho tiempo, ya que cualquier eventualidad puede complicar la operación. Es preferible ir extendiendo el plazo de a poco.
El Gobierno deberá comunicar el nuevo plazo a la Securities & Exchange Commission (SEC) y seguramente lo hará el lunes, ya que el plazo actual vence el viernes a las 5 PM hora de los Estados Unidos.
El plazo de diez días es obligatorio no para el canje, pero sí para la votación. En la oferta actual, quienes aceptaron canjear sus bonos también votaron que los que no ingresaran, si se conseguían las mayorías fijadas en la Cláusulas de Acción Colectiva (CAC), recibirían el bono 2047. Si esto se mantuviera sin cambios en la nueva oferta, no habría necesidad de otorgar los diez días de plazo desde el anuncio de la oferta hasta el cierre, pero si lo que se vota cambia, es obligatorio otorgar ese tiempo, según obliga el prospecto. Por ende, se sobreentiende que más allá de la extensión que anuncien en breve, ese no será el plazo final.
En una charla virtual organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en la Argentina (Amcham) y el US Business Council, Guzmán confirmó que el plazo del viernes 22 sería prorrogado, ya que el objetivo era lograr un buen acuerdo, más allá de la fecha. “Recibimos tres propuestas y estamos en un diálogo constructivo. Necesitamos profundizar la colaboración y seguimos trabajando en eso”, dijo el ministro ante más de 900 directivos de compañías.
El ministro remarca, en todo momento, que el objetivo es que la oferta sea sustentable en el tiempo, es decir, que lo que se firme sea posible de pagar en el tiempo y no haya necesidad de realizar, en algunos años, una nueva reestructuración. De todos modos, en las últimas semanas ha planteado en varias oportunidades que la Argentina es flexible y que está dispuesto a escuchar propuestas de los bonistas que mantengan ese principio de sustentabilidad.
Las tres propuestas presentadas por los comités de acreedores contemplan alternativas que elevan el valor de la oferta de los 40 centavos por dólar iniciales del Gobierno a entre 58 y 60. Los analistas sostienen que el valor de la propuesta inicial de Economía no era realista; de hecho, tuvo un rechazo del 80%. Por ende, consideran que un buen valor para cerrar rondaría los 55 centavos por dólar. Pero en el Gobierno advierten que no hay tanto margen de maniobra y que sería un problema con el Fondo Monetario Internacional (FMI) si la propuesta se excede de lo analizado como posible por el organismo, y por las propias autoridades.
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