El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que el valor de la Canasta Básica de Alimentos para abril de este año y, respecto marzo de 2020, se incrementó 3,1%, mientras que la variación de la canasta básica total (CBT) fue de 1,4 por ciento.
Así, en lo que fue el primer mes de la cuarentena total, una familia con dos hijos necesitó ingresos por $42.593,98 para no caer en la pobreza y de 17.896,63 pesos para no ser indigentes.
La medición de abril representa las líneas de pobreza e indigencia de un país en cuarentena total con aislamiento social obligatorio en donde buena parte de la economía estuvo paralizada y las tarifas de los servicios congeladas, por eso se observa que la canasta que mide tanto el consumo de alimentos y servicios se movió similar al indicador de inflación mientras que la que sólo hace referencia a las necesidades alimenticias, la duplicó.
La canasta que toma sólo los alimentos (CBA) se incrementó el doble que la inflación durante el mismo mes (1,5%) y esto quizás se explique en que en el mismo período a división Alimentos y bebidas (3,2%) fue la de mayor variación e incidencia en el mes. Los principales aumentos se observaron en rubros con un alto componente estacional como Frutas y Verduras, tubérculos y legumbres. También se observaron alzas en Carnes y derivados; Azúcar, dulces, chocolate, golosinas, etc.
Esto parece más simple de observar si se toma la canasta total que toma también a los servicios aumento al mismo ritmo que la inflación
Hace doce meses atrás, la canasta básica total de una familia de dos adultos y dos menores era de 29.493,65 pesos y la canasta alimentaria de 11.844,84 pesos. Con estos números se observa que las variaciones interanuales de la CBA y de la CBT resultaron del 51,1% y 44,4%, respectivamente, en los segmentos más humildes superando en casi cinco por ciento el acumulado de la inflación (45,6%) de los últimos doce meses mientras que los sectores medios quedaron a un punto de distancia del IPC acumulado.
La canasta básica alimentaria (CBA) se ha determinado tomando en cuenta los requerimientos normativos kilocalóricos y proteicos imprescindibles para que un varón adulto, de entre 30 y 60 años, de actividad moderada, cubra esas necesidades durante un mes. Se seleccionaron los alimentos y las cantidades en función de los hábitos de consumo de la población a partir de la información provista por la Encuesta Nacional de Gastos de los Hogares (ENGHo).
La inflación juega fuerte en esta medición que realiza el Instituto de Estadísticas y Censos en el Gran Buenos Aires. El dato de abril muestra que el costo de vida minorista acumuló un alza del 9,4% en el primer cuatrimestre del año empujado principalmente por la suba en los alimentos.
En indumentaria, bares y restaurantes, y hotelería, que estuvieron cerrados, no pusimos ‘cero’ sino que mantuvimos la variación promedio, para no afectar, para arriba o para abajó, el cálculo final (Lavagna)
Por contrapartida, durante el último mes el rubro Educación registró una baja en abril producto de la reducción observada en cuotas de distintos niveles educativos, aunque sigue siendo la división de mayor incremento acumulada en lo que va del corriente año.
Además el rubro Comunicación mostró una baja en abril, producto de la retracción en los precios de planes prepagos de telefonía celular y telefonía fija registrados en marzo. Este ítem resultó el de mayor incidencia negativa en el mes y fue principal causa de la baja observada en Servicios (-0,2%) y precios Regulados (-0,7%).
Luego de que se difundieran los números de abril, el titular del Indec, Marco Lavagna destacó “la dificultad que presenta realizar estadísticas en medio de la pandemia”, con muchos negocios, de rubros enteros inclusive, que estuvieron cerrados. “Por ejemplo, en indumentaria, bares y restaurantes, y hotelería, que estuvieron cerrados, no pusimos ‘cero’ sino que mantuvimos la variación promedio, para no afectar, para arriba o para abajó, el cálculo final”, explicó Lavanga.
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