Deuda: una aceptación del 60% de los acreedores será un éxito porque el default será leve y no comprometerá al país ante el mundo

El mercado interpretó que el Gobierno quiere pagar y ese elemento puede ser tranquilizador, aún cuando no se alcancen las mayorías exigidas para el canje de los bonos

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El presidente Alberto Fernandez y el ministro de Economia, Martín Guzmán, se aproximan al momento clave por la negociación con los acreedores.
El presidente Alberto Fernandez y el ministro de Economia, Martín Guzmán, se aproximan al momento clave por la negociación con los acreedores.

La esperada toma de ganancias de los bonos de la deuda se dio y por eso el riesgo país subió 89 unidades (+3,3%) a 2.783 puntos básicos. Fue una respuesta lógica del mercado ante la fuerte suba de los últimos días. La negociación continuará a pesar de que el viernes vencen los plazos. No hay fecha de finalización determinada. Es un standstill de hecho donde prima la buena fue de los negociadores y permite que las negociaciones sean más distendidas.

El ministro de Economía, a diferencia del 20 de febrero cuando habló en una sesión especial del Congreso donde esbozó una posición dura sobre la deuda y no habló de tener superávit fiscal en un tiempo prudente, en una videoconferencia organizada por la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina (AmCham) dejó una imagen distinta.

Esta vez el superávit fiscal estuvo en el centro de su testimonio y fue un acto de fe de que se quiere pagar la deuda. En esta etapa de definiciones debe ser preciso para conseguir la masa crítica de 75% para los bonos emitidos después de 2005 y de 85% para los títulos que emitió Néstor Kirchner para salir del default de 2001. Pero son pocos los que creen que conseguirá ese porcentaje de adhesión y que habrá un default acotado que no comprometerá a la Argentina.

“Si el Gobierno logra que 60% de los acreedores acepte entrar al canje, es un triunfo porque después puede tentar a los que quedan afuera”, señaló Federico Sidi de Compass Group. “Por supuesto deberá firmar la cláusula Rufo que dice que si mejora la propuesta a los acreedores que no entraron al canje, deberá extenderla a todos”, agregó.

En otras palabras, se estima que al final de la negociación de la deuda habrá holdouts, acreedores que rechazan la oferta.

La esperanza del gobierno es que ante una aceptación de 60% y con una leve mejora de la propuesta prorrogue el plazo para ingresar al canje y seduzca a la suficiente cantidad de holdouts para formar la masa crítica.

A cuenta de estos detalles hubo inversores que se deshicieron de bonos para tomar ganancias e hicieron que los títulos más largos con legislación Nueva York perdieran 2,86% en el caso del Discount y 0,22% cuando se trató del Par. Los bonos con legislación argentina que están en default, pero quedarán atados al resultado de la negociación para gozar de los beneficios del canje por nuevos títulos, tuvieron bajas más pronunciadas. El Bonar 20 cedió 2,48% y el Bonar 2024, perdió 4,12%.

Otro dato a tomar en cuenta, es que el Banco Central aceleró la devaluación del peso en el mercado mayorista. Esta vez el dólar subió 19 centavos a $ 69,81. Esta devaluación duplica a la que venía haciendo diariamente. “Una devaluación es necesaria para alentar las exportaciones y que ingresen los dólares pendientes de la cosecha. Además, achicaría la brecha entre los tipos de cambios que siempre es una amenaza para una economía que necesita dólares”, señaló Sidi.

El dólar en bancos y casas de cambio, aumentó 25 centavos a $ 70,31. Los que hacen “puré” con el dólar solidario basados en el cupo de USD 200 mensuales, ya no obtienen las ganancias de $ 9.000 al revenderlos en el mercado libre porque ese dólar bajó $ 4 a 124. Y como al vendedor se lo pagan a $ 114, su ganancia se limita ahora a $ 4.600.

Los dólares alternativos tuvieron otro día de retroceso. El avance en la negociación de la deuda, tranquiliza a los inversores. Por eso el contado con liquidación perdió 50 centavos y cerró en $ 118,38, mientras el dólar Bolsa o MEP tuvo una caída más rotunda de $ 1,32 a $ 114,22.

Las reservas siguieron en baja por el atraso cambiario. Esta vez se perdieron USD 156 millones y quedaron en 42.981 millones.

Fuente: Rava Online.
Fuente: Rava Online.

La Bolsa, siguió el destino de los mercados del mundo. Wall Street tuvo un día negativo porque el presidente de la Reserva Federal fue cauto con sus pronósticos y anticipó que la recuperación llegará más tarde de lo que se estimaba. Europa también sintió el impacto y salvo el DAX de Alemania que subió 0,15%, los demás mercados terminaron con bajas de hasta 2,51% como fue el caso de España.

En estas circunstancias, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, con un buen monto de negocios de $ 1.063 millones, perdió 2,23%. Acá hubo toma de ganancias lógicas, porque la bolsa tuvo un buen andar en las últimas ruedas. Nadie duda que la negociación de la deuda, mejorará a este mercado.

Los ADR’s argentinos -certificados de tenencias de acciones que cotizan en Wall Street- tuvieron una rueda mixta donde los papeles que subieron igualaron a los que bajaron. Loma Negra (+9,64%) e IRSA (+5,63%) fueron lo mejor de la rueda. Tenaris (-9,37%) y BBVA (-7,20%, los perdedores.

Para hoy se espera que entren al mercado de bonos los inversores que quedaron afuera para aprovechar los mejores precios. En la Bolsa, no faltarán los que irán por los papeles que tienen más posibilidades de reaccionar frente a una buena salida de la deuda.

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